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Cinco cuestiones sobre la “Cartilla Moral” de la 4-T

“Si el Estado se erige en juez de la ética personal, está sobrepasando las funciones que la sociedad le asigna. Le toca al Estado vigilar el cumplimiento de las leyes y dejar lo demás a los particulares”

Por Manuel Gutiérrez

En entrevista telefónica con el periodista y escritor Don Antonio Maza Pereda, que gestionó SIGNIS, la Asociación Mundial de Periodistas Católicos, intentamos que La Voz de Jalisco, tuviera el respaldo de los expertos sobre la cuestión de la cartilla moral de AMLO cuya superficialidad oculta probables segundas intenciones. Obtuvimos las respuestas.

¿Qué le falta a la Cartilla Moral, en cuanto a contenido?

“Hay un consenso de que la ética que propone en su versión actual, no es una ética católica. El punto más comentado es que no se apoya el derecho a la vida en todos sus aspectos, no sólo en el aborto y la eutanasia, sino en todo lo demás. Al no considerarlo se abre la puerta para justificar la violencia por razones políticas, económicas o sociales, indicó don Antonio Maza.

“Hay muchos sistemas de ética basados en un sistema de valores externo de la propia sociedad. Por ejemplo, la ética cristiana se basa en las enseñanzas de Jesús, o en un sistema filosófico, por ejemplo, el sistema aristotélico o kantiano, al poner como base las costumbres de la sociedad se abre la puerta al RELATIVISMO y se carece de un sistema que pueda regir a la propia sociedad, dado que la misma puede cambiar de ética a voluntad”.

¿Altera la Cartilla Moral el estado laico?

“En la versión que se ha dado a conocer, la Cartilla Moral no recomienda, ni impone creencias religiosas, por lo cual no se podría considerar que como que atenta contra el estado laico. En cambio, SÍ IMPONE CREENCIAS POLÍTICAS EN BASE A SUS RAZONAMIENTOS, con lo cual se podría tener una intervención abusiva hacia la ciudadanía y en extremo llevar a considerar que las demás creencias políticas serían inmorales.

¿Cómo afecta la Cartilla Moral a los mexicanos?

“Es cierto que la cartilla moral tiene conceptos que pueden ser muy beneficiosos para el país. Aun siendo un sistema incompleto de ética, propone conductas socialmente beneficiosas. A largo plazo, puede ser una parte de la solución a problemas como la corrupción y la delincuencia. A corto plazo, es muy poco creíble, que tenga un efecto importante.

Añade el Maestro Maza Pereda: “Hay un RIESGO que, por las razones expuestas, la cartilla sea usada como un instrumento para perseguir a los que no compartan las creencias religiosas o sociales del actual régimen, basándose en que esas actividades serían inmorales.

“Por ejemplo, no compartir los criterios socialistas o proponer políticas para proteger la vida. Hay el potencial que se haga mal uso de ellas. Si el Estado se erige en juez de la ética personal, está sobrepasando las funciones que la sociedad le asigna. Le toca al Estado vigilar el cumplimiento de las leyes y dejar lo demás a los particulares. De hecho, las leyes son los mínimos éticos necesarios para la convivencia de la sociedad y están establecidas así por quiénes al menos en teoría, representan a la sociedad”,

¿Por qué los evangélicos la van a difundir?

Indica Don Antonio: “Esta pregunta habría que hacerlo a los propios evangélicos. De hecho, no todos ellos se han ofrecido a difundirla y la organización que lo ha propuesto (CONFRATERNICE) no es necesariamente ni las más antigua, ni la más representativa, según dice el Secretario Técnico de la implementación de cartilla moral.

“Hay quien opina que este es un gesto para congraciarse con el Presidente de la República, quien se dice que profesa una denominación evangelista, en un momento que ha habido una fuerte reacción en contra de esta iniciativa suya”.

¿Qué beneficios obtendrá al gobierno?

“En el corto plazo, los beneficios serán en el campo de la imagen. Dos de los problemas más graves de este país, la violencia y la corrupción, tienen como raíz un problema de moralidad. Como se ha demostrado muchísimas veces los códigos morales por sí solos no resuelven los problemas de las organizaciones.

Agregó: “Hay mucho que hacer en este campo como complemento a la existencia de un código, como ha demostrado hace miles de años desde que Hammurabi creó el primer código conocido por escrito.

“En realidad, si en México se aplicara totalmente las leyes, tendríamos los mínimos de ética, para mejorar mucho la situación de la población. Mientras el gobierno no sea capaz de hacer cumplir las leyes, difícilmente podemos esperar que la publicación de un código resuelva las cosas. Por lo menos a corto plazo”.

Hasta aquí Don Antonio Maza Pereda, quién realizó consultas con especialistas de ética, moral y filosofía e incluso teología, para definir estas respuestas.

Don Antonio Maza, realizó un trabajo de síntesis del debate realizado por Signis México, que preside Ricardo Cruz, como presidente del organismo capítulo mexicano, en que estuvo el representante de la cartilla moral, Alberto Peláez, Secretario Técnico del Gobierno Federal, así como representantes de todo el país y del extranjero con asistencia de 5,500 participantes en vivo y digitales, mayormente comunicadores está disponible el debate en YouTube.

“Nos leyeron la cartilla”, se intitula el trabajo presentado por el Maestro Maza Pereda y vale mucho por la forma en que se presenta el diálogo realizado, y lo importante que es su difusión, por los diferentes grupos que forman la sociedad mexicana.

En ello se hace notar que la moralidad de la cartilla es obediente de las costumbres, más que la ley natural. Las costumbres mutables, fruto de las sociedades y su cultura, no son un parámetro completo, ya que por ejemplo no consideran el derecho a la vida.

Un documento que carece de definiciones, surgido en 1940 cuando no se cuestionaba a la familia, tema mayor que es asunto de estado y la supervivencia de la humanidad. El gobierno designó al citado secretario técnico y tres periodistas, para ser el comité a cargo de la cartilla. La ética es un tema de la filosofía, de la sociología, la psicología, y la antropología filosófica, y si se implantan conceptos de las religiones, habrá que agregar hasta conceptos de la teología, que rebasan a esos funcionarios.

La discusión es amplia, como la inevitable politización, tal vez implícita en la acción gubernamental, la advertencia de que el Estado podría terminar siendo un juez ético con poder sobre la disidencia, en formas de pensamiento, advierte del alcance de un poder que rebasa las esferas de la naturaleza del mismo Estado, al colocarlo como un rector de las conciencias y de los derechos individuales.

Igualmente recomendable es el artículo que la Red Signis, de Periodismo Católico, hace con la publicación del periodista Felipe Monroy, “El dilema de la Cartilla Moral” en que se advierte el alcance de proselitismo político que implica ese documento, creado según Beatriz Gutiérrez Muller (reciente cónyuge de AMLO), sobre “un textito de un regiomontano católico, muy católico” como presentó al maestro Alfonso Reyes, en forma irreverente y simplona a uno de los grandes pensadores universitarios de nuestra historia.

Una gran incongruencia, señala Monroy en su brillante trabajo, porque las asociaciones religiosas están impedidas por el Estado de difundir el discurso gubernamental, y viceversa. Ricamente documentadas, profundamente conceptuadas, esta aportación de Signis vivificó la reflexión de la sociedad mexicana con pluralidad, conocimiento y amplio respeto a todos los segmentos.

*Manuel Gutiérrez, LaVozDeJalisco.com