Vórtice

Comités de Defensa de la Revolución estilo cubano

Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública, será la coordinadora del Sistema de Ciudadanos “Alertadores”.

“Pero una vez en el poder, los grupos radicales de izquierda han enloquecido, fascinados por el poder, y ahora están imponiendo su agenda y tienen una gran influencia en la bancada de Morena”.

—Senadora, Lily Téllez

Por Dr. Jorge Ballesteros

 

Ya tenemos, desde el viernes 12 de junio, un ordenamiento jurídico que crea el símil de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) que existen en Cuba para atemorizar a sus ciudadanos.

Son los grupos de acción, control político y delación de Morena.

Una dictadura es insostenible sin la tarea de órganos como los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), considerados “los ojos y oídos” del régimen en cada barrio.

Lo que está haciendo López Obrador, es cimentar jurídicamente el control político de los ciudadanos por la vía del terror, como en las dictaduras.

En el Diario Oficial del reciente jueves 11 de este mes se publicaron lineamientos que “tienen por objeto establecer

En su novela 1984, George Orwell describía un sistema similar impuesto por el “Gran Hermano”.

las bases conforme a las cuales se creará, promoverá, dará acompañamiento, seguimiento y coordinará el Sistema de Ciudadanos “Alertadores” (chivatos, en buen castellano) Internos y Externos de la Corrupción” (artículo primero).

¿Quiénes son esos “alertadores” que acaba de crear la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval?

Lo dice el Acuerdo, en su artículo III: “Toda persona física que hace del conocimiento de la Coordinación General una alerta (de corrupción) a través de la plataforma”.

El alertador, que será anónimo según el artículo IV, “proporcionará información sobre actos que se hayan cometido, se estén cometiendo, o sea probable que se cometan (sic) por servidores públicos respecto de presuntos (sic) actos de corrupción” (artículo VI).

Dice en el artículo VIII que si el “alertador” quiere una compensación económica por su información, “la Coordinación General le orientará y en su caso canalizará a las instancias competentes”.

En la Rusia comunista, la acusación de un vecino bastaba para ir a la cárcel. Lo que se está haciendo es montar una estructura de terror por parte del gobierno en contra de los ciudadanos

Por ahí les puede aparecer la oportuna denuncia anónima de un soplón y, aunque sea falsa, el desdoro de ser señalado e investigado por corrupto acaba a una persona.

Ni más ni menos que La “LEY STALINISTA” para la DELACIÓN con que el Socialismo populista de López Obrador intenta intimidar a empresarios, periodistas,  y opositores para la imposición despótica  de una infame dictadura de corte Stalinista y que nos aproximaría hacia el paraíso del “Gulag” (el sistema penal de campos de trabajos forzados).

Lo que se publicó en el Diario Oficial es una estructura que legaliza la intimidación. Deja impune el falso testimonio. Alienta el chantaje. Cualquiera puede amenazar con una denuncia anónima, sin riesgo alguno. Y mientras se aclara destruyen una carrera o una familia.

Legaliza el escarnio y el despojo sin que necesariamente haya culpabilidad de por medio.

Ahora, un soplido anónimo –o pagado por el mismo gobierno–, de que tales funcionarios y particulares piensan cometer un acto de corrupción, puede dar lugar a una denuncia.

Y tras la denuncia, va la aplicación de la Ley de Extinción de Dominio.

Como sabemos, a través de esa ley –de la 4T– se pueden embargar bienes donde se presuma que hubo actos de corrupción, sin que un juez haya dictado sentencia de culpabilidad.

Y si el juez falla que no hubo tal acto de corrupción, el inmueble confiscado no se regresa.

Faltaba algo: legalizar un sistema de soplones. Ya lo tenemos en el Diario Oficial de la Federación.

Crearon un monstruo institucional de intimidación hecho ex profeso para los que disienten.

En otras palabras,  quien no comulgue con la 4ta trasformación será conducido a la hoguera de la iniquidad y brutalmente multado o encarcelado, si prospera su propuesta de delación y de la creación de una red de informadores ciudadanos chivatones que serían los ojos y los oídos del régimen, como en la novela Orwelliana 1984 en el que “El Gran Hermano  te vigila”.

En los tiempos duros del stalinismo feroz, la DELACIÓN  era un instrumento del régimen para mantener sometidos a los pobres proletarios rusos que malvivían bajo  el despótico régimen comunista.

En México, al más puro estilo Stalinista, el Komisario para la DELACIÓN, Eréndira Sandoval, ya nos quiere preparar sus huestes chivatonas, al igual que en la Cuba castrista o en la Rusia Soviética, cuyo propósito era mantener bajo terror a la población, que vivían en una paranoia, en la cual no se podía confiar en nadie, ya que incluso hasta tus propios hijos te denunciaban  al régimen.

Los CDR, están conformados en la Cuba castrista, por cuadra, circunscripción, municipio y nación. Cada comité tiene un responsable de vigilancia, ideológico y de trabajos forzados; además, cuentan con un presidente que suministra información sobre cada ciudadano que reside en su cuadra que recoge las denuncias anónimas de los vecinos contra otros vecinos, y los chivatones en algunos casos son compensados económicamente, como quieren hacer aquí en México.

Los CDR son los ojos y los oídos de los comunistas y la principal fuente de información del Ministerio del Interior,

Periodista cubano Yusnaby Pérez, su experiencia con los CDR.

son los que informan sobre lo que opinan, compran o comen los vecinos.

El bloguero cubano Yusnaby Pérez explica que “en mi casa cuando se cocinan camarones debemos tener las puertas y ventanas completamente cerradas. El olor puede delatarnos con Mercy (presidenta del CDR de su calle). Al día siguiente, los restos de comida no puedo tirarlos en el latón de basura de la esquina, tengo que arrojarlos cuatro cuadras más lejos para que Mercy no nos descubra”.

Lo saben todo sobre sus vecinos: si trabajan o estudian, sus opiniones políticas, si tienen familiares en el extranjero, si venden mercancía en el mercado negro y hasta sus preferencias sexuales. Sobre ello informan a sus superiores en la Policía, en el partido único o a los agentes de la Seguridad de Estado. Y sus informes son definitivos para conseguir un trabajo, una licencia o un teléfono fijo.

Carlos Alberto Montaner escribe al respecto en Informe secreto sobre la revolución cubana (1976):

“Las incongruencias entre el cubano y su organización económica actual ha parido un feo invento: los Comités de Defensa de la Revolución CDR. Según el propio régimen -muy orondo con sus policías- hay más de doscientos mil de estos pequeños cuartelillos domésticos. Se trata de grupos adictos que se encargan de husmearlo todo, de inventariarlo todo, de saber vida y milagro de cuanto cubano respira en el país”.

Opositores al régimen en Cuba calificaron estos CDR como un arma política para mantener sometidos al pueblo cubano a través del terror.

El régimen comunista  de López Obrador, con su propuesta de LEY STALINISTA para la DELACIÓN es otro ejemplo más de los vicios ANTIDEMOCRÁTICOS de esta izquierda de Morena, despótica, totalitaria y obsoleta, que con sus acciones lleva a nuestra patria a convertirse en un país fallido como Venezuela.