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Disfruta un sabroso recorrido por el “Museo de la tortilla” de Hermosillo

La historia de Hermosillo y la comida sonorense, se mezclan a la perfección en La Casona de Becarel  

Por Yesúa Molina

Es difícil encontrar más de lo esperado en la comida tradicional sonorense, los menús suelen ser similares en los puestos, restaurantes y locales de comida. En La Casona de Becarel “Museo de la tortilla” no sucede así, es una casa de comidas recién abierta al público en la calle Manuel González #90, entre Jalisco y Puebla, en el centro de la ciudad capital.

Imagine cómo sabría una tortilla de chipotle con surimi, una tortilla de especies italianas para una quesadilla, o bien una tortilla de tomate con camarones estilo ranchero, todo esto ofrece La Casona de Becarel, restaurante de burros que luce en sus instalaciones artesanía sonorense, así como historia de sus productos, en un ambiente informal y muy de casa.

Los platillos son bastante diferentes como sabrosos. Los chefs y los propios dueños del restaurante buscan enseñar a los clientes todas las combinaciones que se pueden crear con los distintos sabores de un alimento más que común en los hogares, la tortilla.

Sabores caseros

Los propietarios del restaurante buscan enseñar a los clientes las combinaciones que se pueden crear con los distintos sabores de tortilla.

El patrón de la casa es René Martín Romero Bernal, quien hace 25 años adquirió el local que antes era un hotel y sobre la calle Puebla instaló la Tortillería Becarel, se dio a conocer por su producto especialmente hecho de harina y desde entonces distribuye al mayoreo y vende al menudeo, recientemente decidió ampliar horizontes y remodelar una parte de la casona para abrir su propio restaurante y promover los diferentes sabores creados por los miembros de esta empresa familiar.

En la opinión de René no hay que satanizar a la tortilla, “para quienes tengan problema con el consumo de harina tenemos la tortilla integral y la línea baja en grasa que aporta muy pocas calorías”, comenta.

Y es que hace dos años comenzaron a promover cuatro divisiones que ahora ofrecen en el museo: la línea tradicional, de salud, especial y gourmet, con sabores que van desde la típica tortilla taquera hasta el sabor a nopal, espinaca, chiltepín o betabel.

El menú muestra una serie de platillos, cada uno con su propio toque, por ejemplo las ensaladas de pollo o boneless, se sirven dentro de un bowl hecho con una tortilla horneada.

En una conjunción de sabores los comensales pueden degustar burros de boneless así como de carne con chile, sopa de tortilla o un burro italiano, con la opción de personalizar el contenido, tamaño y sabor de la tortilla.

También manejan pedidos de charolas o formas especiales como la del burro percherón o para niños.

Promoción a la tortilla y el burrito

Aquí los sabores van desde la típica tortilla taquera hasta sabor a nopal, espinaca, chiltepín o betabel.

“Siendo un museo no encontrarán cosas propias de un museo, sin embargo, podrán conocer el origen de la tortilla, en dónde nace el “burrito” y hasta pueden aprender a hacer con sus propias manos una tortilla de harina”, dice René a los micrófonos de Primera Plana.

Hay niños y adultos que se interesan en el producto, saben qué es pero no saben su historia y porque llegó a Sonora, Bertha Alicia Muñoz Martínez, esposa de René, es la encargada de enseñarles a los visitantes a tener contacto con la masa, conocer los ingredientes y preparar una tortilla.

Un dato interesante que encontramos en el lugar es que el nombre “burrito” nació en Ciudad Juárez, Chihuahua, por un vendedor de comida que llevaba el producto en una carreta jalada por un burro, de ahí surgió la palabra y es algo de la historia que se puede conocer en el museo.

Casa de puertas abiertas

La hoy Casona de Becarel perteneció a “El Viejo” López, Don Francisco López Palafox, quien fue presidente municipal de Hermosillo en 1932-1933 y su familia fue muy reconocida en la región por su vocación por el béisbol.

Además de contar la historia del célebre personaje y sus seis hijos que heredaron el gusto por el llamado rey de los deportes, el “Museo de la Tortilla” rescata la infraestructura del edifico que fue hotel por más de treinta años, destacando la originalidad de la casa como molduras, piso y arcos, además de objetos históricos que se encontraron durante la remodelación.

Si usted es de quienes buscan platillos alternativos o bien quiere mostrar a sus conocidos un poco de la historia de Hermosillo y la comida sonorense, en La Casona de Becarel “Museo de la Tortilla” encontrará una manera original de conocer y consumir el tradicional producto.