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Es necesario fomentar una cultura democrática en la Unison: Amós Moreno Galindo

Por Imanol Caneyada/

El presidente saliente de la Sociedad de Alumnos del Departamento de Derecho expone la óptica de los estudiantes en medio del proceso de elección de rector

Son la razón de ser de la Universidad de Sonora y de cualquier institución educativa; aunque a veces, parecemos olvidarlo. Los alrededor de 30 mil alumnos inscritos en la máxima casa de estudios de la entidad padecen directamente cada una de las decisiones trascendentales que se toman al seno de la universidad y navegan como pueden entre los múltiples conflictos que ésta enfrenta, siempre en su nombre, si bien, rara vez son tomados en cuenta.

Uno de los mayores retos que enfrenta periódicamente el alma máter de los sonorenses es la elección del rector; en este proceso, los estudiantes tienen voz, pero no voto.

“Primera Plana” quiso que esa voz se escuchara y entrevistó al presidente saliente de la Sociedad de Alumnos del Departamento de Derecho (Saddus) y alumno a punto de egresar de la carrera de derecho.

Amós Moreno Galindo, presidente saliente de la Sociedad de Derecho de la Unison.

Amós Moreno Galindo nos recibe en las oficinas de la asociación y nos brinda un análisis del proceso de cambio en la rectoría desde su experiencia como dirigente estudiantil y como alumno de la Unison.

Históricamente se han reelegido la mayoría; la razón es que ya llevan un ritmo de trabajo y con la reelección pueden completar el ciclo que tenían previsto. Muchas veces no alcanza el tiempo para llevar a cabo todos los proyectos; nosotros en la Sociedad de Alumnos lo vivimos. Pero independientemente de eso, en este momento, cualquiera de las dos opciones es buena, aunque en lo personal me inclino un poco más por la reelección, porque en cierta forma, a quienes nos toca representar a los estudiantes, tenemos ya una forma de trabajar con Rectoría y hasta el momento, el actual rector, se ha enfocado mucho en apoyar a las sociedades de alumnos, y no porque esté en campaña; desde que asumí el cargo los sociedades estudiantiles han recibido mucho apoyo en función de las realidades de los alumnos. Aunque no podemos descartar a un nuevo rector que haga las cosas mejor.

¿Esta es una percepción generalizada de las sociedades de alumnos?

Mira, somos 23 las asociaciones que hemos sostenido reuniones constantes desde el año pasado, planeando actividades y todo tipo de trabajo, y no hay queja de ninguna de ellas por falta de apoyo de Rectoría.

Hay una percepción en la sociedad sonorense de que la Universidad ha perdido impacto social, liderazgo de opinión en el seno de la sociedad, independientemente de que el rector en turno trabaje al interior de la institución con buenos resultados. ¿No crees que el rector de la Unison, en una agenda tan agitada como la que vivimos en Sonora, debería asumir determinadas posturas e intervenir en el debate público?

Claro que sería bueno, pero no hay que olvidar que es Sonora; por ejemplo, se acerca el periodo de huelgas y si el rector emite su opinión en un sentido o en otro, le bloquean el presupuesto. Lo que yo he podido ver hasta ahora es que la Rectoría busca por todos los medios no embroncarse por fuera para que le vaya bien a la Universidad. Claro que me gustaría que la universidad tuviera más impacto afuera, no solo con pendones y publicidad, pero la cuestión del presupuesto siempre está ahí.

Entonces, pese al espíritu universitario, que debería ser crítico y analítico, la autonomía de la Unison no es tal.

Así es. No es público, pero todo mundo creo que se da cuenta de esta situación. Sí tenemos total libertad de realizar actividades hacia afuera, pero tenemos que ser muy cuidadosos con las formas por el fantasma este del presupuesto que siempre ronda a nuestro alrededor.

En generaciones anteriores había un orgullo de pertenecer a la Universidad de Sonora, en ser búho. ¿Crees que entre las nuevas generaciones de alumnos se ha perdido este orgullo, esta identidad universitaria?

No creo que se haya perdido y te voy a decir por qué. Además de la Sociedad de Alumnos, dentro del Departamento de Derecho han surgido como 15 grupos de liderazgo juvenil; es más, tal vez, afuera no se ve el orgullo, pero adentro existe; no te voy a negar que existe un índice de estudiantes, desconozco cuántos, que únicamente vienen a estudiar y se van, pero creo que sigue existiendo esa identidad al interior de la Universidad. Te voy a poner un ejemplo: en el concurso de altares de muertos que organizamos vinieron a competir de otras escuelas, pero el de la Unison fue el mejor, los estudiantes le echaron muchas ganas por el orgullo de ser los anfitriones. Creo que está resurgiendo esa identidad búho. Cuando yo entré a estudiar en el 2008, lo único que se oía era: Va a haber huelga, va a haber huelga, pero de dos años para acá, cada vez hay más estudiantes que se organizan para oponerse a la huelga, como la Liga Democrática Universitaria.

Independientemente de tu cargo, como estudiante a punto de egresar, ¿qué le pedirías al nuevo rector o rectora, o al reelecto en caso de que repita en el cargo? ¿Qué necesita la universidad?

Que escuchen un poco más al alumno. Hay muchas injusticias que viven los alumnos y que no se toman en cuenta. Un ejemplo: el caso de las prácticas profesionales. Ya estás en los últimos semestres y lo que quieres es terminar tu carga académica para salir al mercado laboral; el rector que quede deberá prestarle más atención a este problema. La otra, reactivar la Comisión de Derechos Universitarios. También está el problema del sistema, es un verdadero broncón; al momento de inscribirte, no se abre tal o cual materia o grupo y pierdes continuidad. En términos generales, darle más importancia al alumno. También hay algunos malos maestros que no deberían estar, que a final de semestre venden su calificación, por ejemplo. Otro aspecto sería el de los planes de estudio; en el caso concreto de derecho, no llevamos derecho romano y sí tenemos materias como aprender a aprender; se supone que somos universitarios y que eso debimos verlo en la prepa.

Ahora que hablas de malos maestros, ¿cómo consideras el nivel de la planta docente? ¿Debería mejorar?

Hay muy buenos maestros; los malos son pocos pero están muy bien ubicados; maestros que exigen dinero, que se comportan mal con el estudiante, que no respetan la doctrina universitaria, a los que no te nace llamarles maestros.

¿Están bien ubicados pero protegidos por el sindicato o rectoría?

Puede ser, pero muchos de ellos no tienen ningún tipo de protección; el problema es que el alumno no mete la queja en la Comisión de Derechos Universitarios por miedo a las represalias. Mira, dentro de la Sociedad de Alumnos tenemos un área de conflictos estudiantiles; a veces, se trata de un alumno que no se paró en las aulas en todo el semestre y al final quiere arreglarse con el maestro; pero cuando se trata de una queja formal, a la hora de solicitarles la denuncia por escrito para presentarla en la Comisión, los alumnos desisten e incluso prefieren darse de baja.

¿Y qué tanto es tomado en cuenta el estudiante en el proceso de selección del rector?

Hay muchos grupos, hablo de maestros, que tratan de utilizar a los alumnos durante el proceso, aunque en este proceso no ha pasado porque ya sabemos por qué nos buscan. Históricamente ha habido una elección, para Jefatura de Departamento, en la que participaron todos, conserjes, maestros, alumnos; te hablo del 87 y ganó mi abuela, Norma Yolanda Ruiz de Moreno, a pesar de la época y de competir contra puros hombres. En la actualidad, la voz del estudiante tiene un espacio en las auscultaciones, en las que cada candidato se da a conocer y da a conocer su proyecto ante los estudiantes y la comunidad universitaria en general; desgraciadamente no fueron muchos, los alumnos no aprovecharon para ir y expresar sus inquietudes, necesidades, lo que ven. Ahora no son tiempos de reformar la ley, pero en un futuro, la nueva sociedad de alumnos debería aprovechar las coyunturas para hacerlo, asumir la postura de proponer una reforma porque la voz del estudiante, cuando se organiza, sí influye en la universidad. Y no hablo de revueltas ni manifestaciones, solamente con levantar firmas a favor de una iniciativa, te toman en cuenta.

¿Crees que sería posible que algún día el estudiantado sea lo suficientemente maduro para participar, no solo con la voz, sino también con el voto, en la elección del rector?

Somos jóvenes, estamos en un periodo de aprendizaje y muchas veces actuamos con la víscera. Creo que aún no estamos preparados, aunque me encantaría que pudiera participar toda la universidad en el proceso, que fuera muy democrático, pero de forma responsable; que votaran maestros, alumnos, personal de intendencia. Pero antes habría que generar una cultura de la participación; porque ahora, los alumnos están expuestos a la manipulación de los maestros con la calificación, etcétera; primero habría que fomentar una cultura democrática de responsabilidad y participación. Fomentar a futuro un voto bien fundamentado, pero ahora, en este momento, no existe esa cultura.

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