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Gracias EPN, esta semana me ahorré 1.20 pesos

Ni los gringos se han aventado mafufadas de ese tipo. Pero lo que sí seguirá ocurriendo serán las variaciones, algunas veces a la baja (centavitos) y otras al alza (pesitos)

Por Feliciano J. Espriella

Qué cosa más chévere dirían en Cuba y en algunos países de Centroamérica, o que ATM como decimos aquí, el pasado martes fui a cargar gasolina a mi carro y tuve una inusual sorpresa. Más que inusual, inédita.

Por primera vez desde que empecé a pagar la gasolina que consume mi carro, lo cual sucedió varios años después de que empecé a manejar, en esta ocasión pagué menos por la misma cantidad de litros de gasolina que marcó la bomba. No digo que me cargaron porque eso es harina de otro costal, pues es bien sabido que la cantidad de litros que señalan las bombas y las que llegan al tanque de los carros suele ser muy diferente.

A excepción de cuando voy a salir a carretera, compro habitualmente 40 litros de gasolina y cuál no sería mi sorpresa cuando el pagó resultó ser menor en un peso con 20 centavos que la vez anterior. Claro, si nuestros generosos y abnegados políticos la semana pasada redujeron el precio en dos centavos y precisamente el martes seguramente se volvieron a sentir dadivosos y nos obsequiaron con otra reducción de un centavo.

Qué bárbaro, a ese paso seguramente que en uno o dos milenios nos va a salir gratis la gasolina a todos los mexicanos. Entonces vamos a entender aquello de que el petróleo es patrimonio nacional y los mexicanos sus dueños.

Ahora que si no queremos esperar tantos años, qué tal si vamos haciendo vacas (no se trata de competir con los toros, sino de hacer grupos de ahorro) y empezamos a juntar nuestros ahorros semanarios. Cualquiera puede tener seguramente a 10, 15 o más personas en su círculo de familiares y vecinos a quienes invitar para juntar los ahorros y obtener pingües intereses en nuestra banca extranjerizada.

Un sistemita nacido para tronar

Poniendo los pies en el suelo, el galimatías que inventaron (tras fumar Dios sabrá qué) al dejar libre (dicen ellos) el precio de las gasolinas, le auguro un reverendo fracaso. Será un verdadero caos porque supuestamente cambiarán el precio todos los días, excepto sábado, domingo y lunes de cada semana. Las variaciones de martes a viernes, que supuestamente serán diarias, dependerán del precio internacional y de la cotización del dólar. Ni los gringos se han aventado mafufadas de ese tipo.

Pero lo que sí seguirá ocurriendo serán las variaciones, algunas veces a la baja (centavitos) y otras al alza (pesitos). Y si consideramos que el precio del petróleo anda en niveles relativamente bajos en los cuales tal vez se conserve un tiempo pero probablemente se incremente fuerte en el mediano plazo, el precio de la gasolina también se disparará.

Además habrá que agregarle las próximas devaluaciones de nuestro alicaído peso, que dado los antecedentes de ineficiencia en el control de la paridad evidenciado por los actuales responsables de la política económica del país, seguramente seguiremos viendo en los próximos meses. Y cada vez que el peso pierda valor frente al dólar, la gasolina subirá.

Rumbo al precipicio

No se necesita ser economista ni mucho menos genio financiero para ver hacia el abismo que nos llevan los irresponsables que conducen el país. Allí están todas las evidencias sobre la mesa. Un pequeño ejemplo para ver si entendemos cómo se las gastan:

De la fecha en que se dio el gasolinazo al 21 de febrero (cuando se redujo el centavo), la gasolina en el estado de Texas ha bajado más del 10 %, y si recuerdan, el dólar en ese entonces andaba alrededor de los 23 por uno. Si realmente fueran a fluctuar los precios con los parámetros que dicen que lo harán, la baja al liberar los controles no debió ser de un centavo, sino mayor a un peso.

Odio tener razón cuando avizoro escenarios catastróficos, pero creo que es más deplorable ignorarlos y callar. Los párrafos siguientes los publicamos en este mismo espacio en la edición 2,327 del pasado16 de septiembre. Me hubiera gustado equivocarme y poder estar retractándome en esta ocasión.

Seguirán tomando medidas dolorosas e impopulares en una economía a la baja

El PIB crecerá mucho menos que las proyecciones hechas al principio del sexenio. Se estima que las exportaciones petroleras caerán un 20% en sólo un año y los petroprecios se mantendrán bajos. Entre expertos y analistas financieros está permeando el desánimo y la incredulidad sobre lo que ofrece el gobierno de Enrique Peña Nieto y que implementará Meade.

En este entorno, el gobierno federal se verá en la necesidad de allegarse recursos a como dé lugar y, en el poco pero probable caso de que se cumpla la instrucción presidencial de no aumentar los montos de la deuda, al titular de la SHCP no le quedará más remedio que exprimir más los bolsillos de la población.

En lo personal no me extrañaría que desde el 01 de enero próximo veamos incrementos —y probablemente no muy mesurados— en gasolinas y otros servicios que otorga el estado.

Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.