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La verdad en las crisis de las organizaciones

Por Carlos Jesús Cruz Valenzuela

 

En los últimos años y hasta el día hoy los ciudadanos hemos escuchado hablar mucho de crisis ya sean de tipo financieras, catastróficas, de fallas al interior de una organización de tipo político, social, empresarial, gubernamental, familiar y de honorabilidad entre otras por mencionar algunas.

En ésta ocasión nos vamos a enfocar en las crisis de las organizaciones gubernamentales, es decir, el sector público, el gobierno en sus tres órdenes: federal, estatal y municipal.

Las crisis en los gobiernos podemos definirlas como las situaciones imprevistas que irrumpen en el escenario del quehacer gubernamental y que afectan la credibilidad de su público interno y externo, éste último el principal: el ciudadano.

Lo anterior abarca cualquier evento o acontecimiento que amenaza la imagen y reputación del gobierno o alguno de sus servidores públicos y que tiene el potencial de generar propaganda negativa y que puede requerir mucho tiempo para enfrentarla.

Las crisis son sorpresivas y provocan una situación de urgencia y de desestabilización si no se atienden de manera correcta; y lo primero que se tiene que hacer cuando se presente una es no mentir y obvio hablar con la verdad y ésta la vamos a definir como la sujeción del hombre, con sus sentidos e intelecto, a la realidad.

Es de suma importancia que nuestros líderes gobernantes ante cualquier crisis que surja debe tener el valor de hablar con la verdad ante los generadores de opinión como son las redes sociales o medios de comunicación que a su vez estos provocan que haya opinión pública es decir el sentir y pensar del ciudadano.

Los ciudadanos cada vez exigen más transparencia a sus gobernantes, y la transparencia no puede ser pura si no hay verdad. El ciudadano exige la verdad ante cualquier acontecimiento que le afecte.

El ciudadano ha sido víctima de acciones equivocadas de algunos gobernantes tales como suprimir, adicionar o en su caso deformar la verdad, lo cual trae consecuencias graves para la imagen y reputación del gobernante líder como para su gobierno en general y sobre todo para el ciudadano que se siente burlado.

Es por ello que los líderes gobernantes, si quieren mantener credibilidad ante sus ciudadanos, deben dirigirse a la sociedad con la verdad, cumplir los compromisos que haga ante ellos ante cualquier crisis que se presente y afecte al ciudadano.

 

 

*El autor es Licenciado en Derecho.

Maestría en Liderazgo Desarrollador. ICES Universidades Corporativas.