Así lo veo

Lo malo y lo bueno

Por Gerardo Moreno

La pasada Navidad 2020 resultó ser por mucho la más extraña de lo que cualquiera se pudo haber imaginado. Por cuestiones del Covid nos tocó pasar esta fecha aislados, solo pudiendo ver a la familia que vivimos bajo el mismo techo; algo un poco extraño no poder ver todos tus hermanos, sobrinos y pasar el tiempo con los amigos. Sin embargo, a la distancia todos se encuentran sanos y vivos, algo que es realmente es una verdadera bendición.

Por eso es importante poder reflexionar en estos momentos que, aunque el año pasado estuvo muy difícil y sumamente complicado; donde el temor, el riesgo, la crisis y la tragedia estuvieron presentes, también vale la pena ver que no todo está tan mal, porque aquí seguimos.

El año pasado perdimos a amigos, padres, hermanos, tíos y abuelos, a los cuales lloramos con amargura y los tendremos presentes siempre, cuya huella quedará grabada siempre.

Pero también se formaron nuevas familias, hubo nuevos nacimientos y se conocieron más personas y amigos. Y también este tiempo sirvió para darnos cuenta de las personas que en verdad queremos y aunque a algunos a veces pase mucho tiempo sin hablarles, siempre están presentes en los pensamientos y en las oraciones.

Por otro lado, vimos como cientos e incluso miles de personas perdieron sus empleos o que por la desesperación económica tuvieron que cerrar sus empresas y quedarse sin sustento, pero también vimos cientos de jóvenes que se decidieron a emprender un negocio y que buscan salir adelante.

De igual forma fuimos testigos de una solidaridad impresionante de la sociedad que con cualquier causa noble o persona necesitada que pedía ayuda, se manifestó y las mareas de apoyo no se hacían esperar.

Vimos con impotencia a gobierno no empáticos, que minimizaron y jugaron con la pandemia y con la crisis social, económica y de salud generada, algunos casos donde sin escrúpulos se aprovechó para hacer negocio personal con licitaciones y adjudicaciones a modo, o para buscar posicionar un tema personal sobre el interés social.

Pero también a diario vimos funcionarios públicos que arriesgaron literalmente la vida para dar los servicios que los ciudadanos necesitan. Y sobre todo el personal del sector salud, médicos, enfermeras, enfermeros, camilleros, químicos y personal de limpieza, que a diario salen a atender al enfermo que requieren atención.

Todo esto nos demuestra que, aunque la crisis sea fuerte y los problemas parezcan insuperables, siempre hay luz al final del túnel. Solo queda recordar y atesorar los recuerdos de quienes se nos fueron y por ellos seguir luchando para superar esta situación… Así lo veo yo, cómo lo ven ustedes.