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Nacozari, Jesús García y su máquina No. 2

Jesús García fue a visitar a su madre y la gente dijo que él la había encontrado muy preocupada, como si ella supiera que no lo volvería a ver

Por Karla Karina Flores

La locomotora más famosa del estado es la ‘maquina 501’ que en realidad era la maquina número dos. Sin embargo, después que se compusiera el corrido de una desgracia se hizo muy famoso y terminó cambiando su nombre.

Situación que en ocasiones sucede, por ejemplo, en el caso del “Zaino” de Agua Prieta, que se llamaba “El Relámpago” y todos los conocemos como “El Zaino”, pero ese es otro corrido.

Volviendo con la que corrió por Sonora que a los sonorenses no se nos pierda la costumbre de recordar a quienes merecen ser bien recordados porque honor a quien honor merece. En esta ocasión hagámoslo por Jesús García Corona.

En 1907, siendo más exacta, un siete de noviembre a escasos seis días de que cumpliera 26 años de edad, Jesús García se convirtió en el Héroe de Nacozari gracias a la acción que realizó de salvar a todo un pueblo.

La Número Dos, era una locomotora que funcionaba debido al vapor que se producía con una caldera llena de agua y por supuesto fuego. Un procedimiento que se realizaba desde el primer vagón.

Lo que la gente contó en su momento, es que antes del accidente (que como buenos sonorenses debemos de ya conocerlo) Jesús García fue a visitar a su madre y la gente dijo que él la había encontrado muy preocupada, como si ella supiera que no lo volvería a ver.

Jesús transportaría desde El Seis hacia Pilares y Nacozari, cuatro toneladas de dinamita que habían llegado de Oakland.

Una serie de errores logísticos del cargamento de la locomotora, sin duda el principal fue colocar los vagones con dinamita después del primer vagón, hicieron que Jesús García Corona muriera y viviera por siempre.

Al ir en contra del viento las chispas llegaron al segundo vagón que iba cargado de dinamita que se utilizaba para abrir caminos y túneles en las minas de Nacozari.

Por supuesto al alcanzar la dinamita se empezaron a incendiar los vagones. Dicen que García Corona les pidió a los demás tripulantes que se aventaran de la máquina, mientras él le dio vuelta para evitar seguir acercándose a Nacozari.

Al obedecer y arrojarse José Romero fue uno de los sobrevivientes de la máquina, mientras que el kilómetro seis se cubrió de muertes entre ellas la de Jesús y 12 personas más.

Sin embargo, la explosión hubiera acabado en una tragedia mayor de haber llegado al pueblo. Por ello el nombre cambio de Nuestra Señora del Rosario de Nacozari a Nacozari de García. También el siete de noviembre en su honor se celebra el Día del ferrocarrilero.

Que por cierto hay que recordar que gracias a las minas este pueblo fue potencia económica de nuestro estado. Se establecieron ahí campamentos desde 1660 cuando lo fundó el jesuita bélgico Gilles de Fiodermon.

Aprovecho estas letras para saludar a los trabajadores del restaurant “Viva Sonora” ubicado en San Pedro El Saucito, ya que me fui a comer un guacabaqui y me llevé la sorpresa de que les gusta leer esta página y todas las de “Primera Plana”.

Y hablando de comida, me platicaron que solamente en Nacozari se da en tiempos de lluvia una fruta llamada guchaves, extremadamente dulce y rica según Jorge Martínez. Así que, si algún día viajan a Nacozari, no se olviden de comerla.

 

*Karla Karina Flores E.

Estudiante de LCSC de la UNISON

Colaboradora de Primera Plana

Productora y locutora de Viajando por Sonora