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Máxima gala en el Palacio Real para la última cena con el Rey de anfitrión

Hacía más de tres años que en el Palacio Real no se celebraba una cena de gala como la que hoy ha tenido lugar para agasajar al presidente de México, Enrique Peña Nieto, la última en la que el Rey ejerce como anfitrión, ya que su abdicación en el Príncipe de Asturias se consumará la semana próxima.

Hasta 125 invitados han acudido al palacio para esta ceremonia, a la que los hombres han asistido vestidos de frac y las mujeres de largo, tal y como manda el protocolo.

Numerosos detalles han hecho más vistosa la cena, y no sólo el uniforme de gran etiqueta del Ejército de Tierra de don Juan Carlos, o los vestidos de la Reina y la Princesa de Asturias.

También la recepción celebrada esta vez en el Salón del Trono o la música de acompañamiento que ha interpretado la Unidad de Música de la Guardia Real en un salón contiguo al comedor de gala, con piezas españolas y mexicanas.

Se ha servido un menú compuesto por una sopa fría de tomates verdes con ventresca y salmón, una merluza a la plancha con vinagreta de hortalizas y, de postre, costrada de hojaldre relleno de chocolate y helado de vainilla.

Pero antes de los brindis y la cena, el Salón del Trono ha servido de escenario a un encuentro emblemático.

cena realLos Reyes, el presidente mexicano y su esposa, Angélica Rivero, y los Príncipes de Asturias, han saludado uno a uno a los invitados, comenzando por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, los presidentes del Congreso y el Senado, Jesús Posada y Pío García Escudero, y la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.

Siete ministros del Gobierno, los presidentes del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo y dirigentes políticos también han acudido a palacio, con Trinidad Jiménez en representación del PSOE, el diputado Josep Sánchez Llibre en nombre de CiU, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, la dirigente de UPyD, Rosa Díez y el portavoz parlamentario del PP, Alfonso Alonso.

El presidente Peña Nieto lucía el collar de la Orden de Isabel la Católica que esta misma mañana le impuso el Rey, quien a su vez llevaba el Toisón de Oro, al igual que el Príncipe.

Además, ambos exhibían sendas insignias de la Orden del Águila Azteca, la máxima condecoración que México concede a un extranjero.

Peña defiende sus reformas para atraer inversión

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, defendió este lunes su plan de reformas para impulsar el crecimiento y atraer inversión, al iniciar una visita de dos días a España, «en un momento histórico» tras el reciente anuncio de la abdicación del rey Juan Carlos.

CENAGALA«En esta hora de mi reinado, señor presidente, doy gracias por vuestra visita, que recibo como la de un antiguo amigo, como la de un pueblo hermano que trae con él la presencia viva de un continente fraterno», afirmó durante una cena de gala el rey, de 76 años.
«Esta visita se da en un momento histórico para España», reconoció Peña Nieto, primer jefe de Estado extranjero que se ve con el monarca desde su inesperado anuncio, en el inicio de un viaje de marcado carácter económico.
«México es un país que está en transformación» y que «ha resuelto hacer un cambio en todo aquello que le permita crecer económicamente», afirmó durante un encuentro empresarial.
Y pasó revista a las reformas emprendidas desde que llegó al poder hace año y medio: flexibilización del mercado laboral, mejora de la competitividad, lucha contra los monopolios, reforma en telecomunicaciones para ampliar coberturas, reforma financiera para promover el crédito, reforma fiscal y, por supuesto, reforma energética para abrir el sector a la inversión privada.
«Muchas de las reformas que se han logrado se habían pospuesto por décadas, se tocaron temas que parecían intocables», afirmó atribuyendo esta transformación, para la que dijo haberse inspirado en la transición española, a la «condición de madurez democrática que México ha alcanzado».
Presentó así mismo un plan de inversiones, de 440.000 millones de euros hasta 2018, en sectores como la energía, las comunicaciones o el turismo, que ofrece posibilidades de negocio a las firmas españolas.
«México quiere ser un destino fiable a las inversiones que desean ser productivas y generar empleo», afirmó, asegurando que «la inseguridad que en los últimos años estigmatizó a México hoy subsiste, pero no de igual forma»: «identificada y focalizada» en ciertas zonas, afirmó.
Durante la mañana, ministros mexicanos y españoles firmaron acuerdos que incluyen cooperación bilateral en sectores como las tecnologías de la información y la comunicación.
Tres encuentros mantuvieron este lunes el presidente y el monarca: por la mañana el rey Juan Carlos y la reina Sofía recibieron con honores a Peña Nieto y su esposa, Angélica Rivera, en el Palacio del Pardo, donde se alojan los mandatarios extranjeros en visita de Estado.
Luciendo en la solapa sendas insignias del Aguila Azteca –la mayor distinción que concede México– Juan Carlos y su hijo Felipe, quien el 19 de junio será proclamado nuevo rey, los acogieron después para un almuerzo en el Palacio de la Zarzuela con Sofía y la princesa Letizia.
Juan Carlos impuso a Peña Nieto el collar de la orden de Isabel la Católica –segunda mayor distinción que concede España– y organizó por la noche una cena de gala en su honor en el Palacio Real de Madrid.
Los reyes ofrecerán asimismo una recepción oficial con motivo de su visita el martes por la noche, después que el presidente mexicano se entreviste con el jefe del gobierno Mariano Rajoy.

EFE / AFP