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N’ombre, un genio ese AMLO

En el último mes, me atrevería a afirmar que no hubo un solo minuto del día o de la noche en que en algún medio electrónico o cibernético no se estuviera haciendo alusión a AMLO o la consulta

Por Feliciano J. Espriella

Un verdadero genio de la comunicación está demostrando ser el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, desde hace un mes ha traído a todo el país literalmente de arriba para abajo con el debate sobre la consulta en relación al nuevo aeropuerto.

Cada declaración que ha hecho en las últimas semanas, cada gesto, cada frase que ha emitido, cada tono de palabra en relación a la consulta, originó un tsunami en coberturas mediáticas. Toneladas de papel en los medios escritos, miles y miles de alusiones en los medios electrónicos y cibernéticos, cientos de horas hombre de los más connotados especímenes políticos y empresarios del país que hablaron del tema.

Si la cobertura mediática que han recibido López Obrador y la tan mentada consulta en el último mes se cuantificara en pesos y centavos, probablemente agotaría todo el presupuesto anual de comunicación del gobierno federal.

En el último mes, me atrevería a afirmar que no hubo un solo minuto del día o de la noche en que en algún medio electrónico o cibernético no se estuviera haciendo alusión a AMLO o la consulta.

Aun perdiendo hubiera ganado

Me parece que López Obrador hubiera ganado con la consulta cualquiera que hubiera sido el resultado. Ganó la opción que evidentemente prefería, pero si no hubiera sido así, con el alud de protestas espontáneas o inducidas por el impacto ecológico en la zona de Texcoco, podría haber encontrado multitud de coyunturas para de cualquier manera echar abajo la magna obra emblemática del peñismo.

No se hubiera además conflictuado con las élites empresariales, lo cual en última instancia no parece que le quite el sueño. Lo que me parece que no logró y sí era su intención, fue soslayarse de la responsabilidad de la decisión.

El país no se derrumbó

La multitud de amenazas catastrofistas previas a la consulta al parecer no fueron más que buenos deseos de los adversarios de AMLO. Aunque el lunes siguiente al anuncio de los resultados de la consulta el peso tuvo en un principio un fuerte desliz mayor a 50 centavos, durante la jornada se fue recuperando para quedar ligeramente arriba de los 20 pesos.

Al día siguiente, el martes, estuvo fluctuando ligeramente todo el día. Bajó ocasionalmente de los 20 pesos y en otras ocasiones los rebasó. Al final de la jornada quedó en 20.1294 a la venta.

En cuanto al Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores,  principal indicador de rendimiento del mercado accionario mexicano, el lunes sí experimentó una fuerte caída del 4.20%, provocada por la caída de las empresas relacionadas con la aeronáutica, lo cual es entendible y seguramente temporal, pues en cuanto se disipen los efectos inmediatos del acontecimiento, lo más probable es que se empiecen a recuperar.

El turismo no se colapsará

Uno de los enemigos a ultranza de la posibilidad de cancelar el aeropuerto de Texcoco, fue el secretario de Turismo, Miguel de la Madrid Cordero. Sin temor a equivocarme, puedo asegurar que se “hizo” entrevistar por todos los noticieros de poco, mediano y gran rating de la radio nacional.

En todas, pero absolutamente todas las entrevistas (que por cierto le han de haber costado varios millones de pesos a la secretaría a su cargo) pronosticó que la actividad turística se colapsaría si se caía el proyecto de Texcoco.

Para dramatizar con mayor énfasis el peligroso panorama para el turismo, partía de una falacia en la que naturalmente le echaba abundante crema a sus tacos. Según lo que platicaba en las mentadas entrevistas, México, durante este sexenio (o sea gracias a él y Peña Nieto), se había convertido en una POTENCIA TURÍSTICA y había llegado al muy honroso sexto lugar en atracción de visitantes extranjeros.

Pregonó hasta el hartazgo cuántos visitantes recibimos del extranjero, pero nunca mencionó los ingresos que genera la actividad, que en última instancia es lo que interesa. No importa cuántos vengan, si no cuánto nos dejan y en ese rubro estamos muy, pero muy lejos de ser una potencia.

Con 21 mil 333 millones de dólares (mdd) en 2017, México ocupa el lugar 22 en el ranking mundial de turismo. Muy lejos de los 34,100 mdd de Japón que ocupa el décimo lugar, e infinitesimalmente lejos de Estados Unidos, que con 210,700 mdd está en el primer lugar.

Y en cuanto a los efectos en el turismo en la coyuntura del tráfico aéreo, seguramente será mínimo, porque en los números alegres que presenta el aún secretario del ramo (lo bueno es que ya se va), no informa que la gran mayoría de los visitantes extranjeros son norteamericanos, y que más de la mitad nos llegan por cruces fronterizos.

La verdad es que no tenemos nada de que presumir en turismo frente a los verdaderos gigantes de la actividad. En 2017 recibimos 39.3 millones de turistas que nos dejaron 21 mil 333 mdd, en tanto Reino Unido que recibió 37.7 millones, 1.6 millones menos que nosotros, tuvo ingresos por 51,200 mdd.

Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.