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¿Santificar el sábado o el domingo?

El objeto del sábado era conmemorar el descanso de Dios en la Creación, dedicando el día a descansar de las labores cotidianas. El domingo, es santificar el día que nos recuerda la Redención del género humano

Por Pbro. Erick Ballesteros

Martha una joven inteligente, lectora asidua de las Sagradas Escrituras, al leer aquel pasaje del libro Éxodo: “Acuérdate de santificar el día sábado. Los seis días trabajarás, y harás todas tus labores. Mas el séptimo es sábado, día del Señor Dios tuyo”, tuvo un dilema de conciencia sobre si el día dedicado a Dios es el sábado o el día domingo. En la primera ocasión que fui a comer a casa de sus padres, aprovechó para formular la pregunta: ¿Por qué los cristianos observamos el día domingo, si Dios en la Biblia, pidió que guardáramos el sábado?

En la Sagradas Escrituras, vemos que Dios mandó diversas cosas a los judíos, como ceremonias especiales, y mandatos positivos, por ejemplo: ciertas purificaciones y prohibiciones de ciertos alimentos, todo esto en la parte que se conoce como Antiguo Testamento. La mayoría de lo cual, quedó en desuso una vez que Nuestro Señor Jesucristo, reformó la ley Antigua, e instituyó un Nuevo Testamento. El día sábado entra en ese tipo de leyes positivas que podían cambiar. Lo que no cambia es la ley natural que nos obliga a dedicar a Dios cierto tiempo exclusivo para honrarle, pero el que sea sábado, domingo o cualquier otro, Dios le deja a la Iglesia la autoridad para determinar qué día se le dedicará.

Ahora ¿por qué la Iglesia determinó que el día domingo fuera ese día?

  1. Por la conveniencia del cambio:

Porque los judíos observaban el día sábado en conmemoración de la Creación y de la salida de Egipto.

En cambio los cristianos guardamos el domingo por haberse dado en ese día los misterios más grandes del Cristianismo: La Resurrección de Nuestro Señor y haberse dado con esto la Redención de la esclavitud del pecado y de Satanás. Siendo muy razonable el cambio de día, y sería inconveniente guardar un día en memoria de una obra menor, después de habernos sido revelada una mayor.

  1. Las Sagradas Escrituras lo autoriza:

Puesto que en este día Nuestro Señor resucitó de entre los muertos. Además en día domingo el Espíritu Santo descendió sobre la Iglesia.

Nuestro Señor en día domingo se apareció a sus Apóstoles dos veces.

En día domingo los primeros discípulos aprovechaban para romper el pan (así llamaban a la celebración de la Santa Misa)

En el Apocalipsis, al día domingo, se le conoce como el día del Señor. (Apoc. 1-10)

  1. Es más perfecta la ley del día domingo que la antigua del día sábado.

El objeto del día sábado era conmemorar el descanso de Dios en la Creación, dedicando el día a descansar de las labores cotidianas. El objeto del día domingo es santificar el día que nos recuerda la Redención del género humano mediante la asistencia al culto divino y las buenas obras.

Por tanto podemos responder a Martha que la observancia del día sábado era un mandato positivo que una vez que la antigua ley fue reformada, la observación del día dedicado a Dios, también sufrió esa reforma. Y no hay obligación de observar el día sábado, sino el domingo.

 

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