Así lo veo

Últimas sesiones

Por Gerardo Moreno Valenzuela

En febrero comienza el último periodo ordinario de sesiones de los diputados del Congreso del Estado, una legislatura caracterizada pelitos de egos y de control, traiciones, improductividad y hasta parálisis legislativa, exhortitis, la falta de acuerdos donde se enfrascan en discusiones de horas, mientras que por otro lado son uno de los Poderes Legislativos más caros del país.

Esto cobra relevancia precisamente porque durante estos últimos meses, muchos de los actuales diputados dejarán su curul y volverán a pedir el voto ciudadano, ya sea para reelegirse o para ser alcaldes, sin embargo, los ciudadanos deben evaluar si funcionaron en sus puestos.

Según los datos del Censo Nacional de Poderes Legislativos Estatales que publicó el INEGI en diciembre del 2020 pero mide todo el año 2019. Sonora tiene el quinto Congreso más caro con un presupuesto anual de 708 millones de pesos, por encima están Veracruz (749 millones), Jalisco (758), Michoacán (924) y el Estado de México (1,212).

Este 2020 el presupuesto del Congreso es de 764.5 millones de pesos, donde la gran mayoría se va al rubro de servicios personales y gastos de operación. Sin embargo, fueron de los más improductivos pues en 2019 se presentaron 12 mil 351 iniciativas en todos los congresos locales de todo tipo, de las cuales en Sonora solo fueron 308, es decir apenas el 2.5% del total.

Por otro lado, según los datos públicos del Centro de Investigaciones Parlamentarias del Estado de Sonora (con cierre del 11 de enero del 2021), en el Congreso local se han presentado solo 101 iniciativas de ley, 374 iniciativas de decreto, que básicamente son reformas a las leyes ya vigentes, y también han presentado 365 iniciativas con punto de acuerdo, donde se incluyen todos los exhortos que se han presentado.

La mayoría fueron presentadas por diputados que integran el grupo Parlamentario de Morena con el 27% del total, le sigue el PES con el 14.5%, el PT con el 13.4%, el PRI con el 10% y otro 10% para iniciativas presentadas entre diputados de diferentes bancadas.

Pero también son una Legislatura mediocre, con una efectividad de alrededor del 50%. Por ejemplo, en el primer año legislativo se presentaron 444 iniciativas, donde se desecharon siete, 211 se quedaron en comisiones y 226 se aprobaron, dando una efectividad del 50.9%.

Mientras que el segundo año legislativo se presentaron 880 iniciativas, de todo tipo, donde se desecharon 14, otras 404 quedaron en comisiones y se aprobaron 476, dando una efectividad del 55.7%.

Ahora faltaría ver las iniciativas presentadas por cada diputado y ver la calidad de las propuestas, para saber si realmente aprovecharon su cargo para beneficiar a los ciudadanos. Sin duda, cada persona deberá analizar si están conformes con sus diputados y pensar si vale la pena volver a confiar en ellos, personalmente yo no lo creo. Así lo veo yo, cómo lo ven ustedes.