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Alza en el transporte ¿Necesario? ¿Justo?… Polémico

De quedar en nueve pesos la tarifa del transporte urbano en Hermosillo, ésta oscilará más o menos en el rango en el que andan las de algunas capitales del norte del país

Por Feliciano J. Espriella

El tema no es si se aumenta, no se aumenta o cuánto se aumenta el costo del transporte urbano. Se va a aumentar, nadie lo duda, lo importante es cómo se aumenta, cuándo se aumenta y bajo qué condiciones.

El pasado martes, fecha en que se escribió la presente columna, circuló profusamente un video en el que la gobernadora Claudia Pavlovich fijó su postura sobre el polémico tema del aumento a la tarifa de transporte público.

La primera mandataria del Estado sugirió un precio de nueve pesos por viaje, cantidad que al parecer considera razonable para que los concesionarios se recuperen de las alzas en los insumos desde el anterior aumento y que además quede al alcance de las posibilidades económicas de los usuarios. Un alza de dos pesos que en números absolutos representa el 28.6 por ciento.

Claudia Pavlovich fue enfática. “Es inadmisible que los ciudadanos paguen casi el doble de lo que ya pagan por la tarifa del transporte —dijo—. Sin discusión alguna, se queda el apoyo para los estudiantes, se queda el apoyo para adultos mayores, se queda el apoyo para personas con discapacidad. Es lo correcto. Es lo justo”.

El prometer no empobrece

En su mensaje la gobernadora se refirió también a algunos aspectos relativos al tema de transporte, tales como el que las unidades estén en buenas condiciones, que tengan aire acondicionado y algunos otros puntos que garanticen la calidad del servicio. Indudablemente que al igual que en infinidad de ocasiones en el pasado, los concesionarios cuando termine el estira y afloja que tengámoslo por seguro se dará, aceptarán todos y cada uno de los puntos. Al fin y al cabo, han de pensar, como bien lo señala la sabiduría popular, “El prometer no empobrece, dar es lo que aniquila”.

Lo mismo sucedió cuando se ajustaron las tarifas al amparo del programa SUBA de Eduardo Bours o el Bus Sonora de Guillermo Padrés. Promesas de mejora en el servicio y en las unidades que se cumplen a medias en las semanas posteriores a los acuerdos y que poco a poco se van quedando en el olvido.

La diferencia en esta ocasión podría ser el hecho de que la gobernadora ofreció que “se vigilará permanentemente que se preste un servicio digno, eficiente, seguro y con aire acondicionado”. Aunque ofrecimiento similares hicieron en su oportunidad los gobernadores anteriores, Claudia Pavlovich en los casi dos años de su mandato se ha distinguido por darle seguimiento a lo que promete, y además, en esta ocasión la responsabilidad de llevar a cabo este cometido estará en manos de Luis Fernando Iribe Murrieta, un funcionario que se ha desempeñado con eficiencia en los cargos públicos en los que ha participado y la ha hecho bien en la Dirección del Transporte.

La tarifa en Hermosillo será similar a la de las capitales del norte

De quedar en nueve pesos la tarifa del transporte urbano en Hermosillo, ésta oscilará más o menos en el rango en el que andan las de algunas capitales del norte del país. En este sentido, en la ciudad de Chihuahua que es algo mayor que la capital sonorense el pasaje cuesta siete pesos, en tanto en Culiacán, ciudad un poco menor que Hermosillo cuesta ocho pesos con cincuenta centavos, en cambio en Saltillo, Coahuila, ciudad con bastante menos población que las dos anteriores, la tarifa es de once pesos. En Mexicali y Monterrey, ambas ciudades algo más grandes que Hermosillo, cuesta once y doce pesos respectivamente.

El tamaño y la población de las ciudades son importante en virtud de que mientras más grandes sean, las distancias y los consumos de combustible son mayores.

Es importante destacar que el costo de la gasolina en Mexicali es considerablemente menor al resto de las capitales de estados fronterizos y que Hermosillo, en el contexto global de precios, es una ciudad más cara que las otras capitales.

Fuertes reacciones opositoras

Como sucede siempre que se aumenta un bien o servicio que afecta directamente a las estratos económicos más débiles, las reacciones en contra de la sola posibilidad del incremento son múltiples y muy variadas. Virulentas algunas.

En Sonora de inmediato se alzaron muchas voces protestando por posibilidad de que se aumente el costo de los pasajes. Varias organizaciones de la sociedad civil y, naturalmente, los partidos de oposición al régimen que gobierna el estado. Es natural, forma parte de su rol, así como también es natural que el partido del cual emanaron los gobernantes en el poder, apoye y justifique todos los incrementos.

Sin embargo, se quiera reconocer a no, de hace seis años cuando se fijaron las tarifas vigentes a la fecha, unidades, refacciones, servicios de talleres y sobre todo los energéticos, han tenido fuertes incrementos. Todos ellos mucho mayores al porcentaje en el que al parecer se incrementará la tarifa de transporte público en Sonora.

Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.