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Así lo veo | No hay autoridad ambiental en Sonora

Por Gerardo Moreno

Mientras en Sonora siguen pasando desastres ambientales que ponen en peligro la flora y fauna de nuestros ecosistemas, no existe autoridad que ponga orden a las empresas contaminantes, ya que las dependencias Federales siguen sin tener un encargado en el estado.

El martes nueve de julio Grupo México derramó tres mil litros de ácido sulfúrico al Mar de Cortés, al presentarse una fuga en una válvula de su terminal marítima de Guaymas. Esto lo confirmó la propia empresa a través de un comunicado.

Sin embargo pasaron más de 24 horas sin que ninguna autoridad medioambiental se pronuncie al respecto, a pesar que la misma empresa aseguró que dieron aviso en cuanto sucedió el desastre.

Las dependencias encargadas de otorgar los manifiestos de impacto ambiental, implementar políticas de cuidado ecológico, verificar que se cumplan las normas y sancionar a quien las violen son la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

Pero como el resto de las dependencias federales en Sonora, están operando solo administrativamente, ya que no cuentan con un titular y solo hay un encargado de despacho que es la persona que estaba como segunda durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.

Pero son las mismas personas que dieron los permisos para que la Mina Buenavista del Cobre construya y opere una nueva Presa de Jales aún más cerca de la comunidad de Bacanuchi y con una capacidad de 50 mil metros cúbicos mayores a la que se derramó en agosto del 2014.

Son quienes durante estos cinco años han permitido que no se castigue a esta empresa por el peor desastres ecológico del país y permitieron que se laven las manos para no reparar el daño.

Apenas estábamos procesando y hasta reconociendo los resultados de la reunión informativa realizada el viernes cinco de julio en Bacanuchi, donde autoridades de Semarnat comparecieron ante ciudadanos sobre esta nueva presa de jales.

En ella se comprometieron a vigilar que Grupo México cumpla las medidas de prevención y mitigación, revisar los permisos de empresas mineras y realizar planes de contingencia ante emergencias.

Sin embargo, apenas pasa un nuevo desastre ambiental y no hay autoridad que diga si se investigará y sancionará malas prácticas ecológicas, y lo peor es que no hay a quién reclamar, eso deja un sabor a contaminación e impunidad en Sonora.

Así lo veo yo, cómo lo ven ustedes.