Héctor Rodriguez Espinoza

Chispazos varios en cuarentena 2/2

Guarijíos de Álamos y El Quiriego.

Por Héctor Rodríguez Espinoza

 

  1. – Filantropía institucional. Me encantan las aportaciones, re dirección de los presupuestos anuales y aplicaciones de App que los políticos de los tres órdenes de gobierno realizan para atemperar -al menos- las crisis humanitarias de los más vulnerables (indígenas, indigentes, mini micro empresarios …), con recursos fiscales, nuestras contribuciones e impuestos. ¡Wow! ¿Será que quisiéramos ver que, también, lo hagan con su patrimonio? “La familia xyz está aportando x$ al Fondo para combatir las consecuencias del COVID-9”. Si ya lo hace anónimamente, como deber Kantiano, ofrezco disculpas.

 

  1. Empatía. Con sobrepeso, los pulmones y el corazón trabajan el doble. La verdad, sin que suene a doble moral o falso protagonismo, no deja uno de sentirse culpable –desde el confort pequeño burgués-, al no faltarnos las comidas preparadas o entregadas en casa, frente a millones de migrantes, indígenas, indigentes en los basureros, ancianos asilados, discapacitados físicos, invidentes, sordo mudos y demás minorías vulnerables, la mitad de la población mundial y de la nacional condenados a morir –como los leprosos en la Edad Media- lenta y anticipadamente…

En mi caminata madrugadora, acompañado “de mí mismo”, mi conciencia, reflexioné la necesidad de incluir, en los programas de estudios hasta “superiores”, un Curso de Empatía. Sí, la fácil y difícil, la simple y compleja aptitud y actitud de ponerse, desde nuestro confort individual y familiar, en el lugar “del otro”, del más vulnerable.

 

17.- Recolectores de basura. ¡Ah qué “chorrito”, pareces el carrito de la nieve! me dicen en casa, pero es que, de nueva -¿y eterna?- cuenta pasa por la calle Mimbres y San José de Pima, Residencial de Anza, el carro “El patrón” y lo mismo: el trabajador de nuestra banqueta poniente, con sus guantes y cubrebocas, pero el de la oriente, con guantes ¡pero sin cubrebocas! ¿Y su sindicato que les descuenta puntualmente sus cuotas? ¿y el ayuntamiento, obligado a velar por la salud de quienes, desde la madrugada, la exponen en contacto con nuestros desechos en pro de nuestra higiene hogareña? Ya falleció un conductor. Ojalá que nuestras despensas sean, al menos, más frecuentes y no cada día 2 de febrero.

 

18.- La pera del ferrocarril. ¡ah que pueblo trenero éste, …! Mi papá, pequeño comerciante de barrio, solía llevarnos a comprar mercancía a los mayoristas, lo acompañaba a adquirir fruta a los carros del ferrocarril, en la antigua pera, que cualquier hermosillense de mi generación guarda en su memoria. (Este apeadero ferroviario se ganó un espacio en el libro de Ripley y su columna Aunque usted no lo crea. Era el único en el que el conductor llegaba primero que el tren, cuando pasaba más o menos frente a las oficinas, saltaba del convoy y se iba a hacer su reporte, mientras que el “caballo de hierro” se iba solo por la curva hasta que, poco antes del regreso, se encaramaban de nuevo y, por el poco vuelo de la máquina – shhhhhhh -, la frenaban suavemente.)

Existe simpática anécdota de la llegada del ferrocarril a esta desaparecida pera. El arribo era un acontecimiento en el

Silvestre Rodríguez.

Hermosillo de ayer. En una ocasión que coincidió con un concurrido mitin político en el jardín Juárez, al escuchar el pitido de la locomotora, toda la concurrencia corrió en tropel a la estación, quedándose desierta la improvisada ágora y abandonados el candidato, el orador -supuestamente el afamado Querido Moheno- y el comité de campaña. La concurrencia se pasó después, como de costumbre a cenar, en Las mesitas, antojitos mexicanos al lado norte de la estación. Sólo le quedó el recurso, al encendido Demóstenes mexicano, de despedirlos expresando, con un dejo explicablemente despectivo: – ¡Ah qué pueblo trenero, éste, …!

 

  1. – Guarijíos. Es probable que la reportera Reyna Hayde Ramírez haya exagerado al denunciar, ante AMLO, que “un anciano guarijío había caminado 8 horas desde Mesa Colorada a San Bernardo para recibir una despensa que contenía medio kilo de manteca, un litro de aceite, medio kilo de frijol y un paquete de cereal aplastado; que el subdelegado de Sedesol le dijo que no le había llegado el apoyo mensual, pero que el mes siguiente sí y que se regresó con su “despensa”, otras 9 horas, a su comunidad para –en su hambruna de siglos- alimentar a su familia”. A quienes conocemos este surrealista drama indígena (mis dos años en el Instituto Nacional Indigenista) de la alta sierra de Álamos y El Quiriego, colindando con Chihuahua, no nos parece exageración.

 

  1. – Silvestre Rodríguez. En mi década de miembro de la Banda de Música de la Unison (1957-1968) que dirigió el Mayor Isauro Sánchez Pérez, se le organizó, EN VIDA, un homenaje a Don Silvestre Rodríguez, ya de 3° edad y se le colocó una medalla de oro en la solapa por el culto rector Dr. Moisés Canale Rodríguez. En el momento estelar de la ceremonia, previos ensayos, el legendario compositor nos dirigió su Marcha Jesús García. Fue la única vez que el Mayor extrajo, de elegante estuche negro y velvet interior, una hermosa batuta de plata para nuestra ejecución. ¡¿Cómo olvidarlo?! La medalla y las fotos están en el Museo de Historia, planta baja norte del Museo y Biblioteca, por cierto poco visitado y aprovechado, de noviembre a febrero. Fue atendido por el inolvidable profesor Leo Sandoval. ¿Quién, en primavera o en verano, a 50° bajo sombra, puede soportar su sofoco? Por sus altos techos, sería caro refrigerarlo, pero debe haber presupuesto para ello, si se gasta en otras cosas, es el único museo céntrico de la máxima casa de estudios en el Estado.

 

  1. – 1967. Un 17 de mayo de 1967 se realizó el asalto militar del batallón olimpia a los recintos de la Universidad de Sonora. Inicialmente, el conflicto en Hermosillo fue causa de una disputa política entre dos candidatos del PRI: Fausto Acosta Romo y Faustino Félix Serna. Al no ser elegido candidato al gobierno estatal, el primero inició una protesta contra las prácticas antidemocráticas del partido. Se sumó gente que incluyó otras exigencias. Acosta Romo dejó de ser el líder, el protagonismo pasó a los estudiantes organizados, no sólo pensaban en cambiar al partido hegemónico, también muchos problemas de la sociedad, acorde al espíritu de la década, transformar al mundo.

Por sus inquebrantables convicciones, el gobierno no pudo llegar a ningún acuerdo con los líderes, pasó a la táctica de romperlo a base de golpes. El 17 de mayo llegaron a Hermosillo elementos del ejército mexicano, tomaron la Universidad, diseminaron a los protestantes, arrestaron a los líderes y apagaron la protesta.

 

22.- Racismo criminal. ¿Qué piensa, profe, como especialista en Derechos Humanos, del asesinato del pobre afroamericano George Floyd en Minneapolis, Minn.? -. ¿En pocas palabras? Que hay un segmento de policías que son, en realidad, bestias con academia, uniforme, que les pagan muy bien los contribuyentes para su seguridad pero que, en su enfermo cerebro, anida un desprecio por «el otro, el diferente, el invasor, el nieto de los esclavos de mis abuelos, esto es mejor que el muro, otra solución final (nazi style)». -. Sí, doctor, pésimo ejemplo, ¿hasta cuándo? -. Hasta que la desobediencia civil no ceje y  llegue a noviembre próximo, …

 

23.- Música callejera. Pasan por la calle con su viejo trombón de pistones, gastado clarinete y medio destartalada tarola, tocando trocitos de canciones típicas mexicanas, tres indígenas con su sudado cubre bocas, pidiendo -sin exigir- unas cuantas monedas, pesos o alimentos. Nada nos cuesta dárselos. No serán egresados de bellas artes pero, al menos (como les decía el filósofo griego Diógenes a quienes se burlaban de un viejo citarista en una cantina de Atenas) lo hacen “honestamente sin dañar a otro”.

 

24.- Ética de abogacía. ¿Las declaraciones de AMLO sobre abogados fiscalistas y penalistas? Duras, durísimas. El terreno de la ética personal y el profesional de nuestro ejercicio es jabonoso, quien no cae, resbala.

No soy quién para pontificar. Pero desde la academia debemos todos de meditarlas muy bien para comentarlas. Y los que se sientan –indebida o debidamente- aludidos, ejercer valiosa y valerosamente su derecho y deber de libertad de expresión.

El presidente comete el error de generalizar: sí hay una abogacía profesional e independiente, que con sacrificios se ha mantenido a lo largo de los años patrocinando causas justas de indígenas, indigentes, campesinos y obreros; y que ha denunciado y evidenciado violaciones a los derechos fundamentales y humanos y a sus garantías individuales, mediante el Juicio de Amparo, de los tres órdenes de gobiernos de siempre.

 

25.- Estadio Miguel Castro Servín. Inauguración de su ala poniente. Como miembro de la banda de música participé, con los himnos nacional y universitario y marchas militares. Después nos trasladamos al auditorio hoy Zubeldía donde el presidente y su comitiva realizaron un acto solemne. Como el profesor Rosalío E. Moreno nos dijo que el estado mayor presidencial les informó que a don Adolfo le gustaba “Adiós mariquita mía”, el mayor Isauro Sánchez Pérez, orgulloso, raudo y veloz nos hizo un bonito arreglo con un dúo de trompetas. Al ejecutarla, miré de reojo al carismático presidente subiendo las escaleras al alto recinto y sí, nos hizo un breve saludo de agradecimiento con su mano derecha. (¡Ah, el culto pero avezado político y rector Luis Encinas Johnson!, qué tan bien preparaba su candidatura –y después su elección con la bendición del “gran dedo”- al gobierno del Estado. Cinco años de miel 1961-1966; el sexto, el 1967 de “Faustino no”, con otro presidente ¡Díaz Ordaz!, de amarguísima hiel. Leer sus memorias).

 

26.- Hambruna en Bahía Kino. Mientras los habitantes de Bahía Kino vestidos humildemente a un lado de la carretera -atendidos por funcionarios del ayuntamiento-, desesperados por no trabajar de hace ¡tres meses!, bien informados, reclamando respetuosamente airados el retén de la policía municipal que devuelve a quien no demuestre su residencia y en cambio sí autorizó la venta de cerveza en los oxxos, la traviesa cámara filmó el paso tan campante, hacia el centro, de un enorme transporte sonando su claxon, con ¡el logotipo de la cervecería Tecate, …!

 

27.- Rescate vital a Comca´ac-Seris. ¡Más que aplauso! para Santiago Aguirre (Solarex) y Fundación y una Universidad norteamericanas por el apoyo financiero y tecnológico, a tres mujeres valientes y valiosas de la nación Seri capacitadas por seis meses en India, para la instalación, en Desemboque y Punta Chueca, de una primera etapa de paneles solares para contar –después de un siglo, ¡sí, de un siglo!- de energía eléctrica para luz Y LA VITAL AGUA POTABLE todo el tiempo. Tache para y por la desidia y negligencia institucional de los tres órdenes de gobierno.

 

28.- Prosa poética. Usted profe, ¿no escribe poesía-, me pregunta mi alumna Valeria.

– No –le contesto-, le tengo mucho respeto y admiración a ese género literario, no se me da, …

– Sabemos que lee, escribe y nos enseña Derecho Constitucional, Filosofía del Derecho Social, Derecho Social y de la Seguridad Social, por eso le pregunto …

– Déjame y te platico que hace unos años, en mi oficina particular, en la soledad e inspiración escribí estas líneas de lo que llamaría, ni siquiera poesía, sino prosa poética, ¿te interesa escucharla?

– Venga de ahí, profesor…

– ELLOS

Ellos trabajan la tierra, cuyos frutos en los supermercados nunca consumen.

Ellos levantan las viviendas, que nunca habitan.

Ellos edifican las Escuelas y Universidades, en las que nunca estudian.

Ellos construyen las carreteras, cuyos carriles nunca recorren.

Ellos arman y reparan los automóviles, que nunca adquieren.

Ellos erigen las Catedrales, en cuyas lujosas naves nunca rezan.

Ellos imprimen libros, cuyas enseñanzas nunca leen.

Ellos edifican los Palacios de Gobierno, en los que nunca se les escucha o deciden.

Ellos…

Quizás las únicas cosas que ellos fabrican y usan, o en las que se refugian, sean sus desvencijadas casas, las cantinas, las cárceles, los bajo puentes, sus pocilgas, las fosas en los panteones y los ataúdes.

– ¡Wow! sí “llegan” doctor, ¡lo van a acusar de comunista!

– No será la primera vez.

– La verdad la verdad me produce un shock en la cabeza y un furtivo pálpito en mi joven corazón, me acostaré dándole vueltas…