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Dieta ideal para prevenir el cáncer

Algunas verduras pueden llegar incluso a inhibir la formación de sustancias potencialmente cancerígenas. El brócoli y la coliflor están entre las más investigadas

No debemos olvidar que los alimentos que entran en nuestra dieta diaria pueden volverse un arma en contra o a favor del desarrollo de distintos tipos de cáncer.

La alimentación puede interferir en el proceso del cáncer en varias etapas: desde el inicio y el aumento del tumor hasta su desaparición.

De acuerdo a estudios realizados se ha demostrado que todos los tipos de cánceres están causados por una alimentación inadecuada, por eso la mayoría de los estudios realizados demuestran claramente que el consumo de frutas y verduras en general, es el mayor antídoto contra esta temible enfermedad.

La costumbre de tomar comida fresca y sana disminuye por la mitad de desarrollar un cáncer.

Dietas bajas en carbohidratos

Esta dieta se empezó a utilizar con éxito a principios del año 1920 para tratar a pacientes con epilepsia, pero a raíz del rápido desarrollo de nuevos fármacos anticonvulsivos, cayó en desuso.

Después en el año 1996 gracias a la sociedad Americana de Epilepsia y las investigaciones y diversos ensayos clínicos se volvió a utilizar en varios hospitales, llegando a ser más eficaz en el control de la epilepsia que muchos de los nuevos fármacos.

En la actualidad se está abriendo a nuevas posibilidades terapéuticas, como en algunos tipos de cáncer, en especial el tumor cerebral.

Está dieta llamada cetogénica es rica en grasas saludables procedentes del aguacate, aceite de oliva, frutos secos, pescado azul (atún, sierra, sardinas), semillas de coco y aceite en forma muy moderada en proteína (no hiperproteica): tiene prioridad el pescado, huevos, algunos lácteos, carnes magras como proteínas de origen animal tofu, y cáñamo como fuente de proteína vegetal. La dieta es baja en carbohidratos, tienen prioridad las verduras y hortalizas pero limita el consumo de cereales integrales y frutas.

Los alimentos con un bajo índice glucémico y los vegetales en general son la mejor opción preventiva.

Evitar el azúcar y reducir el consumo de alimentos con un índice glucémico elevado. Esto incluye los jugos de frutas, bebidas deportivas azucaradas, miel, sirope de agave y otros endulzantes. El único recomendado es la estevia.

Se recomienda una dieta basada principalmente en vegetales y frutas. Un meta-análisis concluyó que el riesgo de cáncer de mama disminuyó significativamente en mujeres con un alto consumo de flavona (cebollas, repollo, poros, brócoli) y flavona (perejil, tomillo, apio, y orégano). Otros vegetales a considerar son los ricos en betacaroteno como la calabaza, zanahoria, y camote, no podemos olvidar las crucíferas (repollo, coliflor, brócoli, col rizada, coles de Bruselas, rábano y berros) que pueden modificar el metabolismo de los estrógenos de manera favorable y también se ha visto que reducen la proliferación celular e inhiben la expresión de una prostaglandina inflamatoria la ciclooxigenasa-2 (COX-12) en células cancerígenas.

Adoptar una dieta saludable con frutas, verduras y hortalizas es importante cual es el mínimo recomendable acuerdo a los estudios oficiales.

VERDURAS.- Cada porción debe contener medio tazón de verduras cocidas o crudas, cortadas, picadas o ralladas. Si se pueden comer crudas es mejor

FRUTAS.- Un plátano, una naranja o medio tazón de fruta picada se considera una porción. Es mejor consumir la fruta entera porque de esta forma se ingiere la fibra, pero se puede considerar como una porción mínima un vaso grande de jugo de frutas de preferencia de la misma familia o de una sola.

HORTALIZAS.- Un tazón de hortalizas equivale a una porción. Si en la comida se toma de entrada una ensalada, se sigue con un plato de verduras hervidas, se toma un jugo natural y una fruta (en vez de un dulce) ya se consigue ingerir cuatro a cinco de las porciones aconsejadas al día en una sola comida.

De acuerdo a las investigaciones más recientes han llegado a la realización de una lista absolutamente indicada para la prevención del cáncer: el ajo contiene grandes cantidades de vitamina C, la avena, el azafrán, las crucíferas, el estragón, las espinacas, cítricos, cáscara de trigo, jengibre, melón, moras, menta, orégano las solanáceas (tomates, berenjenas, pimientos) y tomillo.

Las hojas verdes tienen un extraordinario poder contra el cáncer. Son antioxidantes, sobretodo betacaroteno, luteína, y ácido fólico.

Algunas verduras pueden llegar incluso a inhibir la formación de sustancias potencialmente cancerígenas. El brócoli y la coliflor están entre las más investigadas y todo indica que podrían tener realmente un efecto que rechace contra diversos tipos de cáncer principalmente de pulmón y del aparato gastrointestinal. Algunos estudios demuestran que también protegen contra el cáncer de mama y útero.

Además de contener muchos nutrientes estas verduras tienen propiedades antioxidantes lo cual les permite proteger el organismo contra el daño causado  por los radicales libres. Como se sabe la acumulación de estas moléculas en el organismo está claramente relacionadas con la aparición de algunas enfermedades incluido el cáncer.

No debemos olvidar el grupo de los cítricos, (naranja, limón, toronja, mandarina) que ya se ha demostrado tiene una serie de Fitoquímicos poderosos contra el cáncer: carotenoides, flavonoides, terpenos, limonoides, capaces de neutralizar poderosas sustancias carcinogénicas.