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El magnesio en la medicina moderna

Por lo menos la mitad de magnesio de nuestro cuerpo está combinado con calcio y fósforo en los huesos. El magnesio está relacionado con la contracción muscular y el funcionamiento nervioso

Por Marina Brauer Y Téllez-Girón

El magnesio es casi tan importante para la vida como el aire que respiramos. De acuerdo a diversas investigaciones durante los últimos 20 años se ha apilado evidencia que muestra cómo pacientes con trombosis coronaria aguda mejoran sus oportunidades de supervivencia por un rango del 82.5% cuando se les suministra magnesio intravenoso 32-66 mol (1200 miligramos de magnesio en las primeras 24 horas). Se ha demostrado que una rápida dosis de bolos intravenoso de magnesio, instantáneamente dilatan la circulación colateral coronaria demostrando así ser un tratamiento dramáticamente eficaz para el infarto agudo del miocardio, la angina y la falla congestiva del corazón.

Sabemos que la presión arterial es controlada por la pequeña cubierta de los músculos lisos que recubren el interior de los vasos sanguíneos y los nervios que los controlan. La habilidad de estos músculos para dilatarse o contraerse gobiernan la presión y el flujo de la sangre a cada uno de los órganos y tejidos, permitiendo así que el cuerpo se adapte a varios estados tales como el sueño, la digestión, el ejercicio, al igual que a circunstancias externas tales como el calor o el frío. Cuando los músculos se dilatan a través del sistema vascular, la presión baja, cuando los músculos se contraen, la presión sube. Si esta contracción sucede continuamente, la presión arterial se mantiene anormalmente alta. Esta es la hipertensión.

¿Qué es lo que influye en la relajación y la contracción de los pequeños músculos que recubren los vasos sanguíneos? Muchos factores, pero entre los más importantes se encuentra el magnesio mineral. De hecho, el equilibrio del magnesio y otro mineral, el calcio, dentro y alrededor de las células musculares que cubren las arterias es determinante primario de su estado de relajación y contracción.

El calcio tiende a hacer que los músculos se contraigan, mientras que el magnesio hace que se relajen. Así cuando un exceso de calcio  fluye hacia las células musculares que cubren las arterias, se produce la constricción y la presión sanguínea sube.

Por lo menos la mitad de magnesio de nuestro cuerpo está combinado con calcio y fósforo en los huesos. El resto está en los glóbulos rojos, músculos y otros tejidos blandos. El magnesio está relacionado con la contracción muscular y el funcionamiento nervioso.

El magnesio se absorbe principalmente en el yeyuno e íleon; probablemente intervenga un mecanismo de transporte activo. La cantidad que se ingiere influye en su absorción; al elevarse su consumo, aumenta el  porcentaje de magnesio absorbido.

Las substancias que mejoran la captación de agua en la mucosa incrementan asimismo la absorción del magnesio.

Se ha considerado que las variaciones de magnesio se presentan según la edad y afectan esencialmente el magnesio óseo que alcanza su máximo nivel en la pubertad.

En general el 70% del magnesio está en los tejidos óseos y el 29% en los demás tejidos principalmente el hígado, los riñones y testículos. El 1% restante es extracelular y está en el plasma y los jugos digestivos.

La cantidad de magnesio intraerocitario, es decir el que está en los glóbulos rojos, tiene un valor más significativo pues es el que contiene el 99% del magnesio que poseemos, esto a nivel intracelular. Su déficit refleja con más exactitud una carencia real.

Normalmente el organismo no presenta carencias de este mineral, pero es importante cubrir la necesidad diaria de este mineral con el consumo de las siguientes comidas.

Una taza de chocolate con leche y tres rebanadas de pan integral o de centeno

Una porción de carne acompañada de ensalada verde

Una taza de legumbres cocidas

Un plátano de tamaño grande, almendras y cacahuate.

Puede incluir semillas de girasol, granos enteros, levadura de cerveza, soya, aguacates, maíz, camarones, frutas secas (higos, duraznos, ciruelas y muchas otras frutas.

Este mineral conserva la juventud y disminuye el riesgo de envejecimiento precoz.

Principales funciones:

Participa en la lucha contra la depresión y el estrés.

Protege contra las afecciones cardiovasculares y colabora en el control de la hipertensión.

En las personas que consumen calcio, previene los riesgos de cálculos renales o biliares.

Alivio del síndrome premenstrual.

Puede evitar la pérdida de audición producida por la exposición de ruidos intensos.

Se han realizado estudios que la combinación de vitamina B6 y Magnesio pueden contribuir en el Autismo.

Ayudan a las personas con calambres musculares.

Enfermedades cardiacas y, particularmente con ataques cardiacos debido a espasmo de las coronarias.

Es vital reducir los niveles de estrés porque pueden aumentar la excreción de Magnesio resultando en una depleción transitoria que puede sensibilizar al corazón a anormalidades eléctricas y espasmos vasculares que pudieran conducir a isquemia cardiaca. Los riñones pueden excretar o conservar el Magnesio según las necesidades corporales.

Los intestinos pueden también eliminar el exceso de Magnesio a través de las evacuaciones.

En resumen, aunque no es tan prevalente como otros nutrientes, el Magnesio, actúa en muchas funciones metabólicas esenciales. Es importante en la producción y transferencia de energía, en la contracción y relajación muscular, en la conducción nerviosa, en la síntesis proteica y en muchas reacciones bioquímicas como cofactor enzimático.