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Karla Márquez: pinta sonrisas y transforma vidas

“Nunca pierdan su esencia, nunca pierdan su razón de existir; valemos más por lo que vamos creando no por lo que ya está hecho, y nunca olvidar que la sonrisa transforma vidas”: Karla Márquez

Por Mayra Torres

Quien la conoce sabe que es única, impredecible y divertida, con un sentido del humor que arranca sonrisas al por mayor y que siempre tiene una palabra de aliento, un gesto de agradecimiento y un abrazo fraternal. Es Karla Fernanda Márquez Esquivel, creadora de Pintando Sonrisas AC y una gran Mujer de 100.

Desde el 14 de septiembre de 2011 Karla formalizó su compromiso de compartir, entre los más vulnerables, un motivo para sonreír ante la vida y las adversidades a través de un acompañamiento desde el lugar donde se encuentren: hospital, hogar, asilo, reclusorio, o ante cualquier dificultad que el ser humano tenga.

“Todo empezó cuando visité a una princesa de nombre Itzel en el hospital CIMA, ella tenía leucemia y al acompañarla me di cuenta que podía dejar en ella huellas de alegría y no de dolor y que con mis carreras podría aplicar la magia de la mejor medicina… la sonrisa”.

Así, con la ayuda del conocimiento y la voluntad del corazón, Karla inició un camino difícil de recorrer pero con grandes muestras de solidaridad en el camino, claro ejemplo de ello es su equipo de voluntariado que, sin importar la edad, mantienen la esperanza en lugares como hospitales, albergues, asilos, indigentes, jóvenes con capacidad especial, enfermos en casa, etc.

“He tenido la oportunidad de conocer seres humanos extraordinarios, aquí sí aplica eso de que todo se regresa y la mejor recompensa es conocer gente que te enseña a ser humano y vivir la vida, y no vivirla por costumbre sino por vivirla con la magia que la vida te da”.

Karla ha sido parte importante en la recuperación de la salud de cientos de jóvenes que día a día luchan entre medicamentos, hospitales y diagnósticos, pero su trabajo va más allá de un acompañamiento, pues en ocasiones se ha dado a la tarea de cumplir sueños o de construir un mejor entorno para familias de escasos recursos.

¿Qué obstáculos has enfrentado?

Han sido positivos, creo que uno genera y se entrega realmente en la misión del servir los obstáculos, en lo personal se vuelven retos, sueños que hay que cumplir. Considero que los obstáculos se dan cuando la gente no actúa, cuando se limita a dar y compartir, a servir a los demás, ahí aplicaría el obstáculo, pero para pintar una sonrisa solo se necesita nuestra esencia.

¿Por qué dibujar una sonrisa?

Porque es la expresión natural del ser humano, es la forma de comunicarnos, una sonrisa es… estoy presente, estar vivos; es la esencia de cada ser humano, es saber que estas presente para uno y para los demás. Es compartir con el otro lo que eres, es transformar un momento desagradable en agradable. El sonreír no cuesta pero transforma.

¿Quién es más difícil de conquistar, niños o adultos?

Los adultos porque muchas veces sus historias son realmente con muchos altibajos los que han vivido a lo largo de sus vidas.

¿Qué satisfacción te deja “Pintando Sonrisas”?

Me ha dado vida, un aprendizaje continuo de todos los días, me ha enseñado a valorar todo lo que el ser humano puede tener, desde lo humano, lo material, la esencia, lo que podemos ser capaces con la magia de nuestro interior que es poder transformar vidas. Lo importante es darle importancia a lo que tenemos no por lo que vale sino por lo que significa.

¿Hasta dónde quieres llegar?

Hasta lo que Dios me permita y me llene de salud, para compartir con una sonrisa, pues es algo de todos los días, en tu casa, trabajo, tu vida diaria, ya es un estilo de vida; quizás crecer en otros estados, escribir un libro sobre mi testimonio.

Tu mayor aprendizaje de “Mujeres de 100” en Washington

La oportunidad de compartir mi experiencia respecto a mi labor social, escuchar y poner en práctica cada uno de los seminarios, tener la oportunidad de charlar y estar en contacto con los conferencistas.