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La fiesta de San Juanito

Es una de las celebraciones con más arraigo y devoción en la etnia Mayo: mezcla de misticismo y alegría

Por Rodrigo Gutiérrez

Este 24 de junio termina el peregrinar de “San Juanito” por todas las comunidades del municipio de Navojoa, Sonora, se trata de una de las festividades más importantes en la comunidad indígena de la región del mayo, que culmina con el tradicional baño en el Río Mayo, asemejando a las aguas del Río Jordán, allí se procede a bañar a San Juanito.

Este año la campaña (así le llaman al recorrido), empezó el 29 de abril. En total se visitan más de 40 comunidades a donde acuden promeseros, vecinos, y los propios “caseros” que ofrecen su vivienda para recibir a la gente.

Los anfitriones en cada casa a donde llega la venerada imagen, se ofrece el exquisito cocido de res (wuaka bakki) y como bebida, pinol de trigo (jiipoco). Todos los acompañantes disfrutan del banquete.

Ubaldo Buitimea (altarero o kyri yosti), en esta campaña dijo sentirse contento al realizar este arduo trabajo que viene a fortalecer su fe, pero sobre todo se mostró agradecido con Dios por permitirle cumplir su función de levantar los altares a cada casa donde llegaban. Y es en que cada casa monta un altar con distinto diseño, lo cual hace más complejo y original su labor.

Por su parte Lupita Molina Valenzuela (tenanchi), responsable de mantener limpio y ordenado los componentes del altar en cada lugar, comentó sentirse muy agradecida con Dios por participar y concluir este acompañamiento a San Juanito.

Durante todo este recorrido es importante señalar la participación de San Juaneras y  San Juaneros que cumplían su promesa este año, rezando rosarios, velando, danzando, sesteando. Todas estas acciones fortalecen la identidad social y religiosa de nuestra etnia.

La disciplina y organización en este grupo es elemental, existe un Sargento Mayor y Sargento Segundo a quienes hay que obedecer, también se cuenta con “Burreros” de importante labor, pues son los que elaboran los arcos y cargan con las cobijas de todos los promeseros y promeseras.

A cada lugar que llegaban preparaba con carrizos las estaciones del rosario con su respectiva Cruz y allí los sanjuaneros ejecutan la danza de San Juan, aflorando el misticismo, la religiosidad, el amor, la fe en Dios y por supuesto a San Juan Bautista a quien se le pide favores, como más agua y mejora en la agricultura.