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La SCJN despenaliza el cultivo y consumo de mariguana

Con la virtual despenalización se incrementará el uso de la droga. Solo en Colorado, Estados Unidos, donde el consumo y comercialización es legal desde 2014, el porcentaje de adultos que la usa diario subió de 6.4 en 2016 a 7.6 en 2017

Por Dr. Jorge Ballesteros

Me parece irresponsable e ideologizada la resolución de la SCJN, ya que la mariguana genera adicción y daños a la salud, y resulta muy curioso que precisamente la despenalice unos días antes de que tome posesión López Obrador y su gobierno de Morena, en cuya agenda estaba la legalización de la mariguana y de la amapola.

Porque no es lo mismo regular el uso de la mariguana con fines medicinales (y en este tema, aún hay muchas lagunas legales), que permitir el uso de la hierba con fines recreativos.

La semana pasada, la Suprema Corte completó los cinco amparos necesarios para generar jurisprudencia obligatoria a nivel nacional respecto de la inconstitucionalidad de las normas que prohíben el consumo de mariguana con fines recreativos.

A partir de las últimas dos sentencias aprobadas en esta materia, cualquier persona que solicite un amparo recibirá el permiso de cultivar esta droga para su uso personal, sólo debiendo limitarse de no consumirla frente a menores de edad ni en presencia de personas que le soliciten no hacerlo.

Debido a que la SCJN completó cinco amparos se generó jurisprudencia y cualquier persona que solicite un amparo podrá cultivar la droga.

La cantidad de la droga que una persona pueda poseer para ese fin será determinada pronto por la COFEPRIS, que también deberá encontrar una vía para que quienes cuenten con el amparo puedan adquirir legalmente semillas para su producción.

Un efecto más cierto de la virtual despenalización del consumo de mariguana será el incremento del uso de la droga. Ese ha sido un fenómeno que se ha visto en lugares donde ha ocurrido la despenalización.

Por ejemplo, en Colorado, Estados Unidos, donde el consumo y la comercialización de la droga se legalizaron en 2014, el porcentaje de adultos que la usa diario subió de 6.4 en 2016 a 7.6 en 2017, de acuerdo con datos del Departamento de Salud Pública del estado. Asimismo, el porcentaje de adultos de 18 a 25 años de edad que consume mariguana ocasionalmente subió de 25.2 a 29.2.

Aquí en México, la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016-2017 indica que el consumo de drogas aumentó 47% en los últimos 7 años. Entre los adolescentes de 12 y 17 años, aumentó 125% y en mujeres 222%. En nuestro país hay 8.4 millones de habitantes que dicen haber consumido por primera vez o única vez una droga. La mariguana es la más consumida por los mexicanos, después de la cocaína y el crack.

En 2016, 17 mil 808 personas fueron atendidas en centros de atención de adicciones por consumo de mariguana.

La marihuana tiene el deshonor de ser la sustancia ilegal más consumida del planeta. Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Crimen, en la actualidad fuman Mariguana (o hachís en su defecto) entre 119 y 224 millones de personas en todo el mundo. La cifra parece desoladora, pero lo es más si se tiene en cuenta que la edad media de inicio es de solo 15 años.

Existe una cantidad considerable de evidencia científica basada en investigaciones en animales y estudios en personas que indican que estar expuesto a la marihuana durante el desarrollo puede causar cambios dañinos a largo plazo o posiblemente permanentes en el cerebro.

Estos resultados indican que el impacto más grande y a largo plazo del uso de marihuana ocurre en los jóvenes ya que su cerebro aun continúa creando nuevas conexiones y madurando en otras formas.

Sujetos que han sido expuestos a THC (Tetrahidrocannabinol, es el principal constituyente psicoactivo del cannabis) antes de nacer, justo después de nacer o durante la adolescencia, muestran problemas notorios más tarde en la vida al realizar ciertas tareas específicas de memoria y aprendizaje.

El deterioro cognitivo en sujetos que han sido expuestos a THC durante la adolescencia está asociado con cambios estructurales y funcionales en el hipocampo. El hipocampo es una de las partes del cerebro más importantes. Está situado en lo que se conoce como sistema límbico, y está muy relacionado tanto con los procesos mentales relacionados con la memoria como con aquellos que tienen que ver con la producción y regulación de estados emocionales.

Estudios también han mostrado que el estar expuesto al THC durante la adolescencia está relacionado con cambios en el sistema de gratificación, incrementando la posibilidad de que el consumidor busque y use otras drogas por sí mismo (por ejemplo, la heroína).

Estudios de imágenes diagnósticas en personas adolescentes muestran que al compararlos con aquellos que no usan marihuana, los consumidores empedernidos de marihuana manifiestan una conectividad neural atrofiada en ciertas regiones específicas del cerebro involucradas en una amplia gama de funciones ejecutivas del cerebro como memorizar, aprender y el auto control. (Fuente: NIH National Institute  on Drug Abuse).

Estos últimos descubrimientos pueden ayudar a explicar los resultados de un estudio longitudinal a gran escala que se condujo en Nueva Zelandia, en el cual se encontró que el uso frecuente y empedernido de marihuana, empezando en la adolescencia, tenía una relación con una pérdida de un promedio de 8 puntos de coeficiente intelectual, medido durante la edad adulta.

En este estudio, la evidencia indica que aquellos que habían usado marihuana de una forma empedernida durante la adolescencia no recobraron el coeficiente intelectual perdido aunque hubieran dejado de usar marihuana durante la edad adulta.

Tanto en jóvenes como en adultos, la mayor parte de los perjuicios del cannabis están asociados al cerebro; sin embargo, no es la única región de nuestro organismo que padece sus efectos adversos:

En relación con el sistema nervioso central, el consumo de esta sustancia produce efectos como euforia, dificultades para aprender, disminución de la capacidad de concentración, fallos de la memoria o dificultad en el habla.

Hace daño al sistema respiratorio dado que la manera más extendida de consumir marihuana es fumándola. El cannabis causa irritación de las vías respiratorias y es un factor de riesgo para la aparición de patologías pulmonares y bronquiales.

El sistema cardiovascular también se resiente y es posible la aparición de taquicardias si se abusa del cannabis.

El consumo regular de marihuana relaja el sistema inmunológico hasta el punto de hacernos más vulnerables frente a la invasión de microorganismos.

La acción de la marihuana sobre el sistema endocrino puede causar impotencia en los hombres y reducir la producción de óvulos en la mujer.

El consumo abusivo puede inducir trastornos como ansiedad, depresión, psicosis, pánico, alteraciones de la conducta, falta de motivación o síndrome de abstinencia.

“Es necesario que los jóvenes sean conscientes de que el consumo de drogas acarrea daños no sólo médicos, sino también socioeconómicos. El abuso de sustancias en la adolescencia incrementa la probabilidad del desempleo, los problemas de salud física, las relaciones sociales disfuncionales, la tendencia al suicidio, las enfermedades mentales e incluso la reducción de la esperanza de vida”, lo dice la ONU.