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La semana de Claudia Pavlovich

El día de ayer, la gobernadora entregó al Congreso del Estado, como lo establece la Constitución Política del Estado de Sonora, su primer informe de gobierno

Por Feliciano J. Espriella

La gobernadora Claudia Pavlovich ha tenido desde el 13 de septiembre de 2015 una buena cantidad de semanas exitosas, ésta, sin duda alguna, será una de las mejores.

El lunes recibió la visita del secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, uno de los más fuertes, sino es que el único, como estiman algunos analistas políticos, aspirantes a contender por la presidencia de la República por el Revolucionario Institucional.

El aplausómetro lo dijo todo

El martes, en la presentación del tenor internacional Plácido Domingo, recibió una de las ovaciones más fuertes que me haya tocado presenciar en el estadio Sonora, muestra evidente del respeto, aprecio y sobre todo reconocimiento de sus gobernados, ganado a pulso en un año intenso de trabajo, con honestidad y transparencia por parte de la gobernadora.

Qué diferencia de su antecesor que jamás pisó en un evento importante el estadio que él mismo construyó y a quién en las presentaciones públicas en los tres últimos años tenían que bloquear las posibilidades de acceso a la población y blindaban con cercos humanos integrados con personal del gobierno del estado todo su alrededor.

El aplausómetro es indudablemente el mejor termómetro para evaluar el aprecio y la aceptación de la gente hacia el gobernante es durante su presentación en eventos masivos donde se puede ganar los aplausos o la rechifla de repudio.

Recuerdo cuando el entonces gobernador Guillermo Padrés recibió una gran rechifla y recriminaciones de ciudadanos durante una inauguración de las Fiestas del Pitic, a la cual respondió con sorna coreando y agitando las manos como si trajera una batuta y dirigiera una orquesta.

Un acto de soberbia característico del gobernante que perdió piso desde el primer día que puso un pie en el palacio de gobierno. Fue la última presentación del ex gobernador en actos masivos.

El miércoles Claudia Pavlovich inauguró el nuevo estadio de béisbol de los Yaquis de Ciudad Obregón, muy funcional, con un diseño similar al estadio Sonora en Hermosillo y con capacidad para 16 mil aficionados. La gobernadora lanzó la primera bola

El día de ayer, la gobernadora entregó al Congreso del Estado, como lo establece la Constitución Política del Estado de Sonora, su primer informe de gobierno.

Sale Duarte ¿Seguirá los pasos de Padrés?

Existe un paralelismo impresionante entre los ex gobernadores de Sonora y Veracruz. El pasado miércoles Javier Duarte solicitó licencia para separarse de su cargo 48 días antes del término constitucional de su mandato, para, según declaró a los medios de comunicación, encargarse de su defensa y, dijo que lo hacía para facilitar las investigaciones que hay en su contra. Investigaciones que no son pocas ni son menores.

La actuación del hoy ex gobernador de Veracruz fue muy similar a la de Guillermo Padrés en Sonora. Ambos, a las primeras de cambio defraudaron la confianza de los electores que los llevaron al poder, y luego, según dicen sus sucesores y es percepción generalizada, saquearon las arcas de las entidades que gobernaron. También, ambas administraciones estatales se ganaron a pulso el título del gobierno más corrupto que haya dirigido el Estado.

En los dos primeros años de los gobiernos de Padrés y Duarte, los mandatarios fueron hundiendo sus respectivas entidades a la vista de todos y nadie hizo nada por mantenerlas a flote, a pesar de las advertencias de los medios de comunicación, partidos políticos de oposición y, sobre todo, de la población.

En los dos estados, anteriormente ningún gobernador había sido tan criticado, ninguna sociedad había estado tan abandonada por los gobiernos estatales y nunca los estados habían quedado tan a la deriva como los dos gobernadores dejaron a los suyos.

Ambos ex gobernadores hundieron a sus propios partidos en sus entidades y perdieron estrepitosamente las elecciones para sucederlos.

Las únicas diferencias tal vez sean que Padrés cumplió todo su mandato, en tanto Duarte lo deja siete semanas antes de concluir y el hecho de que mientras al ex gobernador veracruzano su propio partido, el Revolucionario Institucional lo ha repudiado públicamente, al parecer Guillermo Padrés todavía tiene defensores de peso en el mismo PRI.

Ante tantas coincidencias uno, que a veces se pasa de suspicaz, no le queda otra que preguntarse ¿Continuará siguiendo Javier Duarte los pasos de Guillermo Padrés?

Podría andar sin pena ni gloria por las calles de la capital Xalapa, cualquier otra ciudad de Veracruz o del país pues a pesar de la licencia el fuero no lo ha perdido.

Pero también esa libertad de movilidad la podría aprovechar para subirse a alguna avioneta para desparecer del territorio nacional, y evadir, como al parecer pretende el hoy prófugo de la justicia Guillermo Padrés, la posibilidad de disfrutar de su fortuna mal habida en algún reclusorio.

Pronto lo sabremos.

Por hoy fue todo, gracias por su tolerancia y hasta la próxima.