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Nogales y Empalme ahorcan sus finanzas: ISAF

De acuerdo al último informe de la Cuenta Pública 2016, elaborado por el ISAF, el desorden financiero que acumulan año con año en estos dos municipios los mantiene en una interminable espiral de deuda, como en Empalme, donde por cada peso que tiene ya deben ese peso y 27 centavos más

Por Gerardo Moreno

Malos manejos financieros, obras inconclusas, desvíos de recursos y fondos federales utilizados en rubros donde no están destinado, fue la constante durante todo el 2016 en los municipios de Nogales y Empalme, donde no es sorpresa que hasta trabajadores se estén manifestando por fuera de estos Ayuntamientos reclamando no les llegó la quincena.

Ambos municipios están dentro de los cinco reprobados en el informe de la Cuenta Pública 2016, en base a la evaluación realizada por el Instituto Superior de auditoria y Fiscalización (ISAF). “Primera Plana” analizó el contenido de dichos reportes encontrando el desorden administrativo que presentan.

En Nogales no dan las cuentas

Primero Nogales, aquí la administración municipal que encabeza el panista Cuauhtémoc Galindo, tuvo un presupuesto modificado en el 2016 de 948 millones 436 mil 57 pesos, del cual solo utilizó 889 millones, pero el problema es que el 20% de este recurso se utilizó indebidamente.

El ISAF detectó un total de 49 observaciones relevantes durante el ejercicio fiscal 2016, de las cuales en 34 hay un posible daño patrimonial por casi 190 millones de pesos, ya que son recursos que se utilizaron en conceptos para los que no estaban destinados.

Las observaciones y daño en el municipio fronterizo.

Por ejemplo, se detectó que el Ayuntamiento de Nogales descontó a los trabajadores más de 31 millones de pesos  reserva por pensiones y jubilaciones “Red Benefit” y reserva para el fondo de ahorro “Red Benefit”, pero al 31 de diciembre no se depositó en la cuenta.

De igual forma no entregó un total de 11.2 millones de pesos de los descuentos sindicales realizados a los trabajadores vía nómina y no informó a la autoridad correspondiente que retuvo 3.5 millones a proveedores y contratistas de diferentes proyectos y obras.

Por otro lado se realizaron compras de materiales por 27.4 millones sin realizar ningún proceso de licitación o adjudicación directa como marca la ley.

Además se desviaron más de 10 millones del programa “contingencias económicas y programas regionales” para el pago de nómina y manejo de Tesorería, donde solo reintegraron cuatro millones, dejando “perdidos” seis.

De igual forma en siete obras realizadas con recursos federales e ingresos propios del ayuntamiento, principalmente de alcantarillado y pavimentación, no se presentaron los expedientes completos y en todas no se cumplió con los tiempos de entrega.

Sumado a estos señalamientos que realiza el ISAF, el Ayuntamiento de Nogales todavía tiene arrastrando 167 observaciones pendientes por solventar desde el año 2013.

El origen: arrastra deudas

Según los estados financieros, Nogales recibió un total de 793 millones 619 mil pesos; principalmente por Participaciones y Aportaciones (500 millones), Transferencias, Asignaciones, Subsidios y otras Ayudas (100 millones), e Impuestos (92 millones).

De los cuales se gastó poco más de 754 millones, principalmente en Servicios Personales con 353.7 millones y servicios generales con 176.6.

Así evaluó a Nogales el órgano fiscalizador.

El municipio fronterizo tiene problemas de liquidez, que es la capacidad para pagar los compromisos en el corto plazo, donde por cada peso que el ayuntamiento adeuda solo puede pagar 40 centavos.

Además no tiene solvencia, ya que sus adeudos y compromisos (es decir sus pasivos) representan el 95.9% del recurso total del Ayuntamiento, o sea que por cada peso que recibe ya debe 96 centavos.

En cuanto a los fondos federales, Nogales recibió en total 144 millones 643 mil 774 pesos, a través del Fondo de Aportaciones para Infraestructura Social Municipal (FISM) y del Fondo de Aportaciones para el fortalecimiento de Municipios (Fortamun).

En ambos el ISAF detectó que utilizaron estos recursos en conceptos para los que no estaban etiquetados. Por ejemplo en el FISM hay una diferencia de 3.3 millones entre lo que recibieron y lo que ejercieron, y en el Fortamun son 1.7 millones.

Con todo lo anterior, el ISAF le otorgó a Nogales una calificación de 5.96, que lo coloca en el rango de reprobado y lo que obliga a tener una mejor disciplina financiera y administrativa.

Empalme, un foco rojo   

El municipio que encabeza el alcalde priista Carlos Gómez Cota tiene las luces de alerta encendidas.

El año pasado tuvo un presupuesto modificado de 237.5 millones 505 mil pesos, sin embargo, gastó poco más de 283 millones, generando un déficit de 45.5 millones de pesos.

En el informe de la Cuenta Pública 2016, se detectaron 42 observaciones relevantes de las cuales 30 se les puede cuantificar un posible daño patrimonial que asciende a 123 millones 978 mil 157 pesos, en perjuicio directo de los empalmenses.

Estos recursos representan el 43.5% de los gastos totales del Ayuntamiento, es decir, que por cada peso que se pagó en el gobierno del Empalme 40 centavos fueron mal utilizados.

Por ejemplo, el ISAF detectó que se desviaron tres millones de pesos de las cuentas utilizadas por el Consejo Municipal para la Concertación de la Obra Pública a las cuentas utilizadas para el gasto corriente del municipio.

Se desviaron 12 millones de pesos de las cuentas utilizadas para administrar los fondos federales a otras cuentas sin que fueran restituidos como marca la Ley. De igual forma, se giraron cheques por 13 millones de cuentas de Banamex y Banorte sin una estimación correspondiente.

Por otro lado al cierre del 31 de diciembre del 2016 el Municipio no pagó al Servicio de Administración Tributaria (SAT) retenciones que se realizaron a los trabajadores por el Impuesto Sobre la Rente, monto que asciende a más de 6.6 millones de pesos.

De la misma forma el Ayuntamiento no pagó poco más de dos millones de pesos que les descontó a los trabajadores para que cubran los préstamos que solicitaron al Instituto del Fondo Nacional para el Consumo de los Trabajadores (Infonacot).

Además se pagaron 1.6 millones de pesos en cinco obras realizadas con recursos estatales del Consejo Estatal para la Concertación de la Obra Pública (Cecop) que presentaron expedientes incompletos y que además no se terminaron.

Y se detectaron otras cinco obras realizadas con recursos federales y aportaciones del propio ayuntamiento que presentaron expedientes incompletos, donde no se detalla el monto final.

El daño patrimonial que calculan en el municipio rielero.

Sin obras y con deudas

El colmo, es que el ISAF detectó que el Ayuntamiento debe 17.8 millones de pesos a la empresa “Bansi SA” porque se comprometió a solicitar un crédito de 70 millones para realizar obra pública y no lo hizo a pesar que fue autorizado por el Congreso del Estado el nueve de junio del 2016.

También se pagó 1.1 millones de pesos en pólizas de pagó a proveedores diferentes al beneficiario del cheque expedido por el Ayuntamiento, donde ni siquiera se puso la cuenta donde se depositó el dinero.

Además se gastaron casi 24 millones de pesos en conceptos “presuntamente injustificados” ya que no se detalla el uso, destino y beneficiario del recurso. Y se pagó 1.4 millones en comprobantes que no reúnen los requisitos fiscales establecidos en la Ley.

Asimismo, se detectó que se gastaron 7.6 millones de pesos en la póliza número 296 donde no se encontró evidencia documental de su existencia, y se erogaron otros 7.8 millones en partidas que nunca estuvieron dentro del presupuesto aprobado ni modificado.

Se observó que el Ayuntamiento giró cheques por 9.1 millones de pesos del Fondo FISM sin que se contará con estimación o nómina correspondiente por lo que fueron retenidos. Y se desviaron del mismo fondo otros 12.3 millones que nunca se restituyeron.

Por cada peso, debe 1.27 pesos

Según los informes financieros, Empalme tuvo ingresos totales por 241 millones 759 mil 559 pesos, principalmente por participaciones y aportaciones (128 millones) e ingresos derivados de financiamiento (80 millones).

Sin embargo, gastó más de 283 millones, principalmente en servicios personales (96.6), servicios generarles (82.5) y gastos de deuda pública (53.4), lo que generó que el municipio esté en déficit.

Calificación que otorga el ISAF a Empalme.

Esto también ocasionó que tengan una grave falta grave de liquidez, ya que no tiene ninguna posibilidad de pagar la deuda pública que contrae a corto plazo, pues de cada peso que entre a las arcas del municipio ya deben 60 centavos.

Eso también se traduce el falta de solvencia, pues los pasivos del municipio superan en un 127% a sus activos, es decir que por cada peso que tiene el Ayuntamiento ya debe 1.27 pesos.

Y el problema es que el municipio no genera ingresos propios, pues del total del recurso que gastó el Ayuntamiento solamente el 14% fueron recaudados por ellos, el resto sobrevive de aportaciones y financiamientos, que además están mal ejercidos.

Por otro lado, Empalme recibió un total de 41.7 millones de pesos de Fondos Federales, donde tan solo del Fortamun fueron 30.3 millones y del FISM 11.3 millones, pero de este último el Ayuntamiento se gastó el 84% en rubros no autorizados.

Por lo anterior ocasionó que el ISAF le otorgó a Empalme una calificación de 5.43 en su Cuenta Pública 2016, reprobando en el manejo de los recursos públicos.

De esta forma estos dos ayuntamientos terminaron dañando el patrimonio de los ciudadanos de sus municipios y malgastan los impuestos de los mexicanos y sonorenses. Y todavía solicitarán incrementos a sus presupuestos para el 2018.