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Olor a Dinero | La fallida marcha de los pejejeiters

La pobreza de la respuesta a la convocatoria para marchar y exigir la renuncia del presidente a sólo cinco meses de haber asumido el cargo, no es solamente absurda, fue evidentemente un estrepitoso fracaso

 

Por Feliciano J. Espriella

El pasado domingo se realizó una marcha en la Ciudad de México y al parecer una treintena más de ciudades importantes del país, en contra del presidente López Obrador. Fue convocada por diversas organizaciones según los amlovers, de orientación fifí, con lo que la encasillaron como clasista.

De hecho, en varios videos que circularon en relación a este evento, aparece una encopetada dama que dice frente al micrófono de alguien que la quiso entrevistar: “afortunadamente aquí en México todavía hay clases sociales”

Los asistentes calculan que fueron entre 12 y 15 mil personas los manifestantes, aunque para Alejandra Munguía Cambrán, fueron como 60 mil. Esta joven es la coordinadora de medios de #NosotrosSomosChalecosMX, organización que nació inspirada en los populares Chalecos Amarillos de Francia, aunque son diametralmente opuestos, pues mientras que en la república Gala es un movimiento social que lucha por objetivos típicos de izquierda, nuestros totochalecos se orientan hacia la derecha.

Pero suponiendo que oscilaran entre 15 y 20 mil manifestantes, es realmente una piscachita dela CDMX y zona conurbada, que aloja alrededor de 30 millones de almas. Lo mismo sucedió en Hermosillo y en todas las demás ciudades en las que los participantes pedían ‘nada menos’ que la renuncia del Presidente de la República.

Para Munguía Cambrán, obviamente la marcha fue exitosa, a pesar de la precariedad de asistentes.

La gran mayoría de los manifestantes provenían, evidentemente de clases medias, medias altas y altas, que no enarbolaban ninguna causa social, de las muchas que pueden encontrar en estos momentos en nuestro país, como la inseguridad o estancias infantiles, por mencionar algunas. Nada, solo la renuncia del presidente.

Algunos youtubers y comunicadores simpatizantes de López Obrador consideraron que los asistentes provenían de un grupo de derecha radical al que han calificado como “pejejeiters”. O sea, gente que tiene aberración por la persona de López Obrador. No por su movimiento, por sus ideas, por sus propuestas o por sus acciones ahora como primer mandatario. No, sólo por su persona.

Son los mismos que le pedían renunciar desde antes de ganar la presidencia en las urnas.

 

Significado de jeiter (hater)

La palabra heater, como tal, es un sustantivo del inglés, y se puede traducir como ‘odiador’, o persona ‘que odia’ o ‘que aborrece’. También se puede verter al español como ‘envidioso’, ‘odioso’ o ‘aborrecedor’. Su plural es heaters.

El término heaters se ha popularizado con el auge del internet para designar a aquellos individuos que, para expresarse sobre cualquier tema, se valen de la burla, la ironía y el humor negro.

Los heaters son personas que muestran sistemáticamente actitudes negativas u hostiles ante cualquier asunto.

Los pejejieters, consecuentemente, son personas que rechazan visceral y sistemáticamente a López Obrador, independientemente de lo que haga o deje de hacer. Utilizan para ello todo tipo de artimañas, intrigas e infundios para demeritar la figura del Presidente.

 

Los infundios del más recalcitrante pejejeiter

Pululan en nuestro país una buena cantidad de pejejeiters, algunos de ellos muy conocidos, como son Vicente Fox, el escritor y según algunos también periodista, Enrique Krauze, el refugiado chileno y columnista de El Financiero, Pablo Hiriart, el igualmente periodista Carlos Loret de Mola, así como un buen puñado de connotados integrantes de la chayotecracia nacional.

Sin embargo, a pesar de la relevancia y connotación de todos los anteriores, quién se ha ganado a pulso el trono pejejeiter, es el decadente político Javier Lozano Alarcón, quien frecuentemente y sin el menor rubor, ataca con infundios a López Obrador.

El día de la marcha, lanzó un tuit que ilustró con una marcha en la que literalmente los manifestantes llenaban kilómetros del Paseo de la Reforma. Sólo que la foto era de una manifestación que se organizó en 2008, en contra de quién en aquel entonces era su patrón, Felipe Calderón.

Varias veces ha recurrido a bajezas de esa naturaleza.

Si una golondrina no hace verano, un puñado de manifestantes no logra absolutamente nada.

La pobreza de la respuesta a la convocatoria para marchar y exigir la renuncia del presidente a sólo cinco meses de haber asumido el cargo, no es solamente absurda, fue evidentemente un estrepitoso fracaso.

Desde una precariedad numérica tan visible no se puede pedir la renuncia del presidente más popular que hayamos tenido y el más votado en toda la historia política del país.

Y si lo que querían era sólo mellar su figura y poner en evidencia lo que califican como un mal gobierno, me parece que les salió el tiro por la culata y sólo consiguieron engrandecer su figura y fortalecer su posicionamiento.

Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.