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Padrés fue exitoso en los comicios

Por Feliciano J. Espriella/

Al igual que su antecesor, Guillermo Padrés se envaneció de los éxitos electorales del pasado y consideró a su maquinaria electorera invencible

Difiero de quienes consideran un fracaso del gobernador los resultados de los pasados comicios en Sonora. Guillermo Padrés jugó a perder y perdió. Eso es ser exitoso.

Además dio al traste con los esfuerzos de esforzado militantes del PAN que durante tres décadas y paso a pasito fueron permeando en el electorado sonorenses hasta llegar a posicionarlo hace seis años en la primera fuerza política de la entidad.

El Partido Acción Nacional en Sonora, a diferencia de como sucedió en otros estados, no llegó al poder de la noche a la mañana. Fue penetrando paulatinamente en ciertos estratos de la población nada más, los de las clases medias. Estratos que a su vez se fueron incrementando en relación a la totalidad de los habitantes.

Las clases medias en Sonora según la última lectura que hice de datos estadísticos representa alrededor del 45 por ciento de la totalidad de la población. Hará unas cuatro décadas no pasaba del 30 por ciento.

Pateó el pesebre

Me parece que Guillermo Padrés quiso ser más papista que el Papa y creyó que el voto de los estratos económicos medios que lo habían llevado al poder le serían fieles a morir (craso error). El típico ejemplo que la sabiduría popular define como «patear el pesebre».

En nuestra edición 2246 del pasado 15 de enero, al inicio de las campañas políticas escribí en este mismo espacio:

«El gobernador Padrés desde los inicios de su administración se abocó a la implementación de programas populistas con la evidente intención de incrementar la penetración de su partido en los estratos bajos, al tiempo que no sólo olvidó la clase media que lo llevó al poder, sino que le asestó golpes como el ‘Comun’, que le hicieron perder miles de simpatizantes.»

Abundé con las siguientes palabras: «El amplio capital político con que inició su gobierno Guillermo Padrés lo dilapidó. En toda elección empezar con un abundante ‘voto duro’ es un hándicap muy difícil de remontar. Y en estos momentos el PAN no lo tiene». Me parece que los resultados de los comicios me dieron la razón.

En algunas otras publicaciones anteriores me había referido a ésta, que para mí era una estrategia equivocada del titular del ejecutivo en Sonora que lo colocarían en mala posición frente a los candidatos de oposición.

Por su ideología y orígenes, el mercado natural de Acción Nacional ha sido desde sus inicios el de las clases medias. Así como tradicionalmente los estratos económicos de bajos ingresos se inclinado sus preferencias hacia el PRI y sus integrantes suelen ser más reacios a acudir a las urnas.

Nadie escarmienta en cabeza ajena

Guillermo Padrés no fue la excepción y al parecer al igual que su antecesor se envaneció de los éxitos electorales del pasado y consideró a su maquinaria electorera invencible. Como Eduardo Bours, se adueñó totalmente del partido que lo encumbró y se convirtió en dueño y señor de vidas y haciendas.

El partido que nació enarbolando la bandera de la democracia se volvió hegemónico y monolítico. Exactamente igual al que durante 70 años criticaron por dichos atributos. Ya no hubo candidatos electos sino designados. Se presentaron naturalmente los consecuentes errores que suscitan estos métodos, como la designación de candidatos por preferencias personales y no por sus posicionamientos dentro de los mercados de electores.

JGM de nuevo con la marca equivocada

Javier Gándara Magaña hizo en mi opinión una muy buena campaña política. Trabajó incansablemente durante varios años en construir su candidatura y recorrió en varias ocasiones nuestra vasta geografía.

Más allá de las acusaciones de ilícitos que nunca han sido probados, creo que hubiera sido un excelente candidato para cualquier partido político. Desafortunadamente, como lo sucedió en el año 2000 que se enfrentó a Francisco Búrquez Valenzuela por la alcaldía de Hermosillo, jugó con la marca equivocada. Con una marca manchada con indelebles tintes de corrupción.

Hace 15 años el PRI atravesaba por sus peores momentos y Vicente Fox lo exhibía ante todo el país como el prototipo de la corrupción. En aquella época Gándara sí se deslindó abiertamente del partido que lo postuló y de hecho hizo se campaña un tanto al margen del PRI, lo cual le fue frecuentemente criticado.

En esta ocasión no lo hizo y también se le criticó. Creo que ante los resultados finales hubiera sido inútil el deslinde. Tal vez hubiera ganado algunos votos y perdido otros pero al final hubieran impactado muy poco en los resultados.

Sin intención de demeritar la espléndida campaña de Claudia Pavlovich, el PAN y la actual administración estatal los últimos años generaron mucho encono y bastante gente salió el 7 de junio a cobrar la factura. Y la cobró.

Por hoy fue todo, gracias por su tolerancia y hasta la próxima.