Héctor Rodriguez Espinoza

Para combatir la corrupción

Poeta chileno Pablo Neruda

¿Es posible el aprendizaje de ciencia política y de filosofía del derecho?

Por Héctor Rodríguez Espinoza

I.- ¿Cómo puedes enseñar —y tus alumnos aprender— tus clases en nivel universitario?, me preguntan el Lic. Juan Antonio Ruibal Corella, abogados y mis hijos profesionistas del modelo presencial.

—Miren —contesto—, me lo pregunté al inicio del abrupto cierre de los campus en marzo 2020 y la indicación de continuarlas a distancia o en línea, hasta nuevo aviso. Las instituciones de educación superior donde enseño “se pusieron las pilas” y superaron el inesperado “frenón” y escollo. En el Instituto Sonorense de Administración Pública ISAP, en la Universidad Kino y en la Universidad de Sonora hicieron malabares tecnológicos exitosos.

—¿Pero cómo? Danos evidencias.

—En el ISAP realizamos un examen doctoral de Xóchitl Preciado, con excelente tesis que dirigí y que mereció Mención Honorífica, “Fortalezas y debilidades del ISSSTESON”. En la Universidad Kino se contrató el Aula Telmex por zoom y en la Universidad de Sonora una variedad de plataformas, como la Sivea.

—Muy bien, ¿pero las evidencias?, insisten.

—Bueno, bueno —contesto—, ¿qué les parece si nos la ofrecen los propios jóvenes destinatarios, futuros jueces y abogados, a ver si los convenzo? Son de ciclos 2020 y 2021. Las he intercambiado con colegas docentes de mis materias de otras universidades.  

—Adelante, —responden en coro.

II.- Maestro, me he dado a la tarea de leer su libro y sintetizar todas y cada una de las preguntas referente a los Conceptos Jurídicos Fundamentales. Toda la información es de suma importancia. Nos mencionó que “este es un libro que a usted le hubiera gustado tener en su primer año de la carrera”, me quedo con eso, lo conservaré; estoy seguro que lo seguiré usando en lo que falta de mi carrera, como herramienta auxiliar, una guía adicional. De verdad lamento que no pudimos terminar el curso presencial en el aula, todos juntos, con opiniones de mis compañeros y sus consejos de sabiduría; con trabajo en equipo todo sería más fácil, qué tristeza maestro, continuaré siguiéndolo en sus redes sociales, que yo lo admiro mucho. Hago gran esfuerzo, trabajo y estudio y esta cuarentena nos afectó a todos de alguna u otra forma, ya no pudimos volver a clase, ni terminar el curso como todos hubiéramos querido. Por todo muchas gracias por sus consejos. Un cordial saludos, cuídese y cuide mucho a su familia. ¡Feliz día del maestro, atrasado! He estado leyendo algunas de sus columnas y publicaciones, tanto en Facebook como de WhatsApp. Me llamó la atención que en una de las que publicó en Kiosko Mayor, relatando su rutina, comentó acerca de las obras de Camille Saint-Saens, me imagino que está familiarizado con el compositor. No soy muy conocedora de la música clásica, pero de mis composiciones favoritas es la Danza Macabra, me tomé el tiempo de escuchar el Carnaval de los animales y recordé lo que vimos en clase, de cómo se logran narrar historias con diversos instrumentos. Me entristece el no haber podido terminar el curso de manera presencial, pues es una experiencia totalmente diferente el estar en las clases haciendo los debates tan controversiales, y los intercambios de opinión que nos permiten tener una mayor apertura. Le estoy agradecida por haber sido de mis maestros de Derecho, hasta este punto me he dado cuenta que definitivamente mis materias favoritas son las propias de la carrera, además del carácter y entusiasmo de los profesores al enseñar es evidente. Nuevamente, ¡muchas gracias, y saludos a usted y a su familia! Valeria Palomares.

— Este libro fue una de las mejores cosas que le puede pasar a un alumno de  1ª semestre, me enseñó muchísimas cosas para mi vida laboral, muy interesante; al principio tenía mis dudas, pero leyendo esto, ahora sé que esta carrera es la que quiero ejercer para toda mi vida. Alumno Unison.

— Las biografías de los famosos juristas me inspiran a ser como ellos, a esforzarme al máximo y lograr mis metas, este libro tiene que leerlo todo estudiante de derecho para que se introduzca en la carrera. Alumno Unison.

— A grandes rasgos es muy interesante e importante analizar todos los temas que nos enseñó en este libro, como futuros abogados debemos de saber lo que es correcto e incorrecto, la forma en que se aplican las cosas, el cómo debemos de ser para poder alcanzar nuestros objetivos, pero sobre todo que no es un camino fácil ni rápido, día tras día debemos de aprender algo nuevo, de buscar más información, de ser más sabios y mejores personas. Solamente queda darle las gracias por su esfuerzo y dedicación, aun a distancia demuestra su calidad de maestro y la pasión que tiene por esta carrera, sin duda es un gran maestro y su libro es grandioso!! Damari Joselyn Del Sol.

— Quiero agradecerle por las grandes enseñanzas adquiridas, sinceramente no comprendía la importancia de la filosofía, primeramente en nuestra cotidianidad y aún más importante como operadores del derecho. Resultó en mi persona las enseñanzas de los grandes sabios de la antigua Grecia, Sócrates, Diógenes, Epicuro, Zenón de Citio y Platón, inclusive las y los contemporáneos como Simone de Beauvoir, Hannah Arendt, George Hegel, Hans Kelsen, latinoamericanos como Eduardo Juan Couture y concluyendo con nacionales como Guillermo Héctor Rodríguez, Eduardo García Máynez, Carlos Arellano García, Óscar Morineau Rodríguez y finalizando con Mario de la Cueva, de los que me podría imaginar en una tertulia (así como uno de las lecturas dentro del curso) que terminaría en una interesante y bonita tragedia. Sin embargo, algo sorprendente de todo es que encontré mi ideal filosófico y justamente fue casi finalizando el curso que fue gracias a la lectura de Diógenes de Sinope y “la lámpara perenne” como usted la califica, con la que me identifiqué demasiado con dicha parábola; sin dejar de lado lo grandioso que Sócrates fue en un inicio. Fue un excelente curso, aunque muy atípico me dejó con un vasto aprendizaje fundamental y esencial para mi futuro desarrollo a partir de ahora. Le envío un fuerte abrazo y espero que siga haciendo tan interesantes y dinámicos tanto sus cursos futuros, como los trabajos que elabora. Un fraternal abrazo, León Horacio Avilés Ureña.

— A lo largo del curso me quedaba sorprendida por todas las películas, videos, escritos, monólogos que nos mandó, muy bien mezclado el derecho, filosofía, argumentación y lógica. Muy buenas bibliografías de diferentes ramas del derecho. Nos recordó y aclaró que el derecho no es lo mismo que la justicia, el amor y la pasión de nuestra profesión. Nos volvió a prender esta luz que nos hacía falta, por medio de sus consejos, lecturas, videos, películas, entre otros medios. Espero que no cambie su método de enseñanza porque lo hizo divertido a pesar de la época que estamos viviendo. Estephanía Guadalupe Sol Fraijo.

— Le doy gracias por tratar de enseñarnos más cosas, no importa como sea la situación, pero el interés de usted hacia nosotros para poder adquirir más conocimiento a través de películas, casos entre otras cosas. Itzel Nayeli Gutiérrez López.

— Quedo totalmente satisfecha de que, a pesar de haberlo tomado en modalidad virtual, usted hizo posible que comprendiéramos totalmente los temas. Me parecieron muy interesantes los casos que desconocía y sorprendente saber que algunos sucedieron en Hermosillo, de igual manera me encantó conocer los esbozos biográficos de los grandes estudiosos del derecho que nos compartió; sobre todo me fascinó conocer la vida de grandes filósofos como Sócrates y Platón. Algo que sin duda no puedo omitir comentar es que nunca había visto a Jesús de Nazaret desde la perspectiva de la filosofía y gracias a este curso me informé mucho, donde incluso pude ver estudios antropológicos que lo presenten influenciado tanto por su propia tradición judía como por el helenismo ambiental, tanto por la tradición sapiencial hebrea como por la tradición sapiencial greco-romana. Fascinante. Muchos de los trabajos me parecieron interesantes, lecturas y experiencias personales me entretenían y hacían de la actividad algo diferente. Para finalizar quiero agradecerle por su dedicación con nosotros, por responder las dudas y compartir material adicional vía WhatsApp, que futuramente será muy necesario en nuestra vida académica y profesional. María Zarel Contreras Enríquez.

— A pesar que esta modalidad en línea es muy complicada ya que en ocasiones no se puede resolver ciertas dudas, mi aprendizaje fue bueno, pues el leer y conocer autores, además de los temas, aportaron información que no sabía. Quedo muy satisfecha, usted estuvo constante en sus trabajos y tareas, sus trabajos dinámicos y no sólo de lectura, ver películas y videos, fue una dinámica diferente a lo que había tenido y me pareció muy padre, además de estar aprendiendo, me entretenía y no lo hacía tedioso. Se ve y nota que el maestro sabe sobre los temas y nos trata de brindar la mejor información. Mirna L. Cons Bracamontes.

— Le quiero agradecer por todo lo que nos enseñó, por las lecturas me puse a reflexionar y conocer muchos temas de interés que no sabía, me gustó mucho saber sobre la vida de filósofos que no sabía que existían ni lo que habían aportado, siempre recordaré que gracias a usted conocí a la gran Hypatia. De nuevo le doy las gracias porque estas tareas me devolvieron el hábito de la lectura que había perdido con esta pandemia. Y como siempre, espero que esté teniendo un buen día y se encuentre muy bien de salud, me despido de usted. Lizbeth Aileen Cabrera Cano.

— He enriquecido mi caudal cultural de manera muy significativa, en todas y cada una de las asignaturas, pero hago especial mención a filosofía del Derecho, ya que al tiempo en que me inscribía para cursar mi 8ª semestre, veía con pereza el tomarla; no por menospreciarla ni mucho menos, más bien la tenía catalogada como aburrida y un tanto banal para mi desarrollo académico y mi futuro profesional y ¡vaya, no podía estar más equivocado! Me ha dejado un espléndido sabor de boca, homólogo a aquel que te deja el saborear un buen corte de carne clasificada sonorense, una analogía un tanto burda, pero la conclusión de este fructífero y gratificante semestre amerita un poco de humor. Es una de las materias más amenas y placenteras que he tenido a lo largo de mi estadía como universitario, me permitió ver al Derecho más allá de simples textos normativos y doctrinarios sumamente parcos y fríos; develè, gracias a èsta, el sentido jurídico humanista por excelencia que considero le hacía falta a mi formación profesional. Le doy gracias por todos y cada uno de los magníficos textos, esbozos biográficos y filmes que nos hizo llegar, sin duda alguna los disfruté y leí gustoso, los atesoro como oro molido en las carpetas de todos mis dispositivos móviles, para luego releer; una lástima no haber podido tomar esta asignatura de manera presencial, se extrañó su deleitable forma de impartir clases. Adjunto un corto poema del gran Pablo Neruda en su honor, que espero sea de su agrado, ya que su clase me permitió ver, desde un ángulo muy distinto, el ejercicio del abogado en todos sus ámbitos: “Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce. Muere lentamente quien hace de la televisión su guía. Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las “íes” a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos. Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos. Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo. Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar. Muere lentamente, quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante. Muere lentamente, quien abandonando un proyecto antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe. Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar. Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos una espléndida felicidad.” Pablo Neruda.

Le envía un caluroso y agradecido saludo, su alumno Edgardo Castro Moreno.

(Continúa).