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Precariedad salarial, es la pesadilla de los recién egresados

Por Gerardo Moreno

Pasan más de cuatro años estudiando una carrera, desvelándose por entregar trabajos, preparándose para exámenes, aprendiendo teorías y práctica de lo que esperan será su profesión y se topan con la actual realidad mexicana: los recién egresados de licenciatura, e incluso maestría, no llegan a tener un salario digno que les alcance para vivir.

A nivel nacional cuatro de cada 10 jóvenes que terminaron su carrera universitaria solamente ganan alrededor de 5 mil 300 pesos mensuales, el cual no les alcanza para vivir dignamente y se puede considerar que están en pobreza económica y precariedad salarial.

Según la Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica (ENADID), en México existen 30.7 millones de jóvenes de entre 15 y 29 años de edad, de estos un tercio cuentan con una Licenciatura, Maestría o Doctorado.

Pero el 33% de los jóvenes con título universitario y un 8% de postgrado solamente ganan entre dos o tres salarios mínimos al día, que son menos de 5 mil 500 pesos al mes. Es decir que hay seis millones 150 mil jóvenes mexicanos, un 41% de los profesionistas menores de 29 años, que no ganan lo suficiente para vivir. Algo que sin duda desmotiva a cualquiera.

“Todos piden experiencia y cómo va a haber experiencia si vamos saliendo de estudiar, tenemos que dar más oportunidades también, mucha gente viene preparada, estudiamos cuatro años, algunos más, como para salir y recibir ese salario de empleado que no estudió probablemente”, comentó Santiago Monreal, estudiante de Comunicación.

El problema es que no hay oportunidades y no valoran los conocimientos y creatividad que puede aportar un joven egresado de su carrera, dijo Brandon Ramírez.

“Realmente no valoran, igual hay personas que incluso se podría decir que no estudiaron o no tienen el conocimiento o creatividad necesaria y ganan más que las personas que van egresando que tienen creatividad, nuevas ideas y todo ese tipo de cosas”.

Lo mismo opinó la joven Liz, estudiante del quinto semestre en la Unison: “qué vamos a hacer cuando salgamos, ahorita estamos estudiando pero qué vamos a hacer cuando salgamos, qué va a ser de nosotros, vamos a ejercer o vamos a terminar trabajando, igual que la mayoría termina en algo que no tiene nada que ver con su carrera ganado cinco mil pesos al mes que no es nada”.

En Sonora no se valora a los egresados

En Sonora el promedio de ingresos general es de 12 mil pesos mensuales, pero el problema para los jóvenes es que a pesar de los estudios y años de preparación comienzan en los puestos más bajos y con los peores salarios, y muchos ahí se quedan.

Ana Bertha Salazar Siqueiros, Directora de Vinculación de la Secretaría de Educación y Cultura (SEC) aclaró que los jóvenes tienen que empezar desde un punto y desde ahí mostrar sus ganas y talento para ir creciendo en puestos y salarios.

“Los jóvenes tienen que entender que en algún punto tenemos que empezar, de algún punto partimos, no siempre es de una gerencia. Es difícil porque para el gerente el conocer y saber cómo está la foto completa siempre es un punto básico en la toma de decisiones”.

Sin embargo, para la maestra en Ciencias Sociales por el Colegio de Sonora, Orietta Fupen Villegas, solamente el 14% de los jóvenes que terminan su carrera universitaria en Sonora logran conseguir un empleo que se considera realmente de calidad en los primeros tres años después de haber egresado.

Esta conclusión es parte de su tesis “Precariedad Laboral entre Jóvenes Profesionistas”, donde se analizó las condiciones laborales de los egresados de la Universidad de Sonora, detectando que un 86% laboran con algún grado de precariedad.

“86 jóvenes de cada 100 que se encontraron en este estudio están en algún grado de precariedad: 53% se encontraban en nivel de baja precariedad, 28% en un nivel de media precariedad y un 5% en un nivel de alta precariedad”.

Para el estudio (disponible en la biblioteca del COLSON), se fijaron ocho criterios de precariedad: contrato fijo, jornada laboral estable, que el joven labore en el área que estudio, que cuente con servicio médico, aguinaldo, vacaciones y utilidades conforme lo marca la Ley.

Además que su ingreso no sea menor de 12 mil pesos mensuales; esto basado en la Encuesta “Expectativas Salariales en México”, realizada por Consulta Mitofsky, donde señala que los mexicanos esperan que un joven que estudió una carrera universitaria gane por lo menos 11 mil 720 pesos mensuales.

“El aspecto por el cual el mayor número de jóvenes se registró en mayor grado de precariedad fue la dimensión salarial. El tema del salario es un tema que aqueja a los jóvenes, que aqueja particularmente a las mujeres… El ingreso definitivamente no está a la expectativas de un profesionista y definitivamente no alcanza para cubrir todas sus necesidades básicas familiares”.

A pesar de este panorama desalentador, señaló que la educación sigue siendo la mejor herramienta para salir adelante, solo falta que los empresarios y autoridades tomen más en serio a los recién egresados y les den verdaderas oportunidades de desarrollo en vez de explotarlos laboralmente porque van empezando.

Vinculación empresa-academia, e impulso a emprendedores

Ante esta situación, las autoridades educativas, universidades y el sector empresarial decidieron firmar desde hace un par de años la “Coalición por la Educación”.

“Lo que nosotros buscamos es que la Secretaría de Educación siempre esté relacionada y vinculada con el sector productivo. El capital humano lo formamos nosotros y siempre buscamos que los planes y programas de estudio estén acorde a lo que el sector productivo está demandando”, comentó Ana Bertha Salazar Siqueiros.

La intención es encontrar los aspectos y profesiones que las grandes industrias y el mercado laboral está necesitando en estos momentos y modificar planes de estudio, abrir carreras o incluir más capacitación para que los jóvenes que egresen cubran esas necesidades y así tengan salarios dignos.

Además, se comenzó programas de educación dual en preparatorias y algunas universidades donde los jóvenes desde que están estudiando acudan a las empresas a aplicar los conocimientos adquiridos y a la par este ganando experiencia.

Y junto a la Secretaría de Economía también comenzaron a impulsar a los estudiantes a convertirse en emprendedores, al momento se comenzó con un programa piloto en nueve universidades pero la idea es ir a todas las escuelas y mostrarle a los jóvenes que hay más opciones que solo ser asalariados.