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Recomiendan tomar en serio los periodos de descanso, aunque sea un día a la semana

El descanso es muy importante en el desarrollo psicológico: desde lo social, lo familiar y también de lo personal, incluso en la salud, expresó Francisco Javier Romero Córdova, psicólogo y consultor del Programa de Orientación Educativa y Psicológica (POEP), de la Dirección de Servicios Estudiantiles de la Universidad de Sonora.

Señaló que estos recesos son necesarios para el ser humano, y que dentro de la rutina normal, el descanso puede ser uno o dos días a la semana, y en el caso del verano abarca un período más largo por vacaciones.

“Este receso de verano ayuda al bienestar integral y lleva a fortalecer también otras áreas del ser humano que no están al 100% atendidas por lo cotidiano de la rutina de trabajo, como es la salud y hasta los lazos familiares”, señaló.

Javier Romero dijo que es en el periodo vacacional donde la familia se integra en actividades comunes de esparcimiento y recreación.

Mencionó que hay personas a quienes les cuesta trabajo el descanso, darse la oportunidad del esparcimiento, de pasear, y que si bien es cierto que hacen un receso laboral, no acostumbran salir y se quedan básicamente en su casa, esperando que pase ese receso, pero no yendo más allá para crecer, conocer, recrearse, lo que puede ayudar a bajar los niveles de estrés.

El psicólogo destacó que el viajar es una práctica común en estas fechas y que es algo que enriquece a una persona, pero aclaró que no es necesario ir a un lugar lejano, que en las mismas playas o poblados cercanos se puede encontrar la recreación.

“Viajar contribuye mucho a la creatividad, a bajar los niveles de estrés, elevar la autoestima y sentirte mejor, a partir de que logras desconectarte de una rutina y empiezas a hacer cosas extraordinarias; es decir, fuera de tu ordinario, y que pueden ser actividades sencillas, como irte a un río o hacer cualquier actividad en la que estés en contacto con la naturaleza, en donde se estima un mayor beneficio para la persona”, destacó.

Este tiempo de vacaciones, agregó, es también como “resetear”, como un reiniciar, pero para eso hay que cortar con la rutina y darse la oportunidad de hacer algo diferente y volver a los espacios laborales o escolares con una

anécdota, una inspiración o una ilusión porque se realizó alguna actividad que motivó o se aprovechó el tiempo para realizar alguna tarea pospuesta.

Romero Córdova explicó que esto está conectado con un tema denominado ‘slow life’ o vida desacelerada y que habla del bienestar psicológico a partir de construir un estilo de vida de disfrute, basado en deleitarse con actividades sencillas como el sentarse en el jardín, en la banqueta de la casa con la fruta predilecta o a charlar con alguien.

“Es un desconectarse de las redes sociales, de la tecnología, dejar de ver la televisión, el celular, el internet, apreciar una puesta de sol, entretenerse en un hobby, preferentemente el contacto con la naturaleza. O también realizar algo con manos, incluso darse el tiempo de cocinar relajadamente. Es entrar en contacto con aquello que puede ser rutinario, sacarlo de lo ordinario y volverlo extraordinario”, comentó.

Este estilo de vida, que puede comenzar a implementarse en estas vacaciones, tiene muchos beneficios, dijo el psicólogo, porque se pueden tener en ocasiones muchos satisfactores materiales y estar profundamente en depresión o inercia hacia el estrés y la ansiedad, al no ser capaz de apreciar las cosas simples.

“Hay que darse la oportunidad de hacer algo diferente, y disfrutar de las vacaciones, sobre todo, salirse de lo que normalmente nos lleva a estar tensos y estresados”, finalizó.