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Sonora, sonora palabra

El escritor Rodolfo Rascón Valencia ha registrado el habla de los pueblos de Sonora y como un investigador de la vida pueblerina, desde la aparición del cassete, ha grabado a grupos musicales de enorme arraigo popular

Por Franco Becerra B. y G.  

Al alba tomaba un café de talega con un pan de vieja y salía a recorrer los caminos y veredas de Sonora.

Dormía al lado del camino, bajo el cielo estrellado y una fogata que lo abrigaba.

Vio la primera luz en la sierra alta, franja geográfica donde se localizan los pueblos más antiguos de la entidad sonorense.  

Pueblos bellos, pueblos de gente buena, de gente noble y trabajadora, herederos de tradiciones tan antiguas como su propia historia, y que aparecen en el estilo único de hablar, con sus peculiares giros y sus recias acentuaciones.

Un lenguaje que se refleja en los regionalismos, esto es los modismos que nacen en algún punto geográfico y cuyo uso continuo trenza en la gente un fuerte sentido de pertenencia con su comunidad.   

Con el paso de los años el escritor Rodolfo Rascón Valencia ha registrado el habla de los pueblos de Sonora y como un investigador de la vida pueblerina, y la autenticidad de sus expresiones artísticas, ha grabado desde la aparición del cassete de audio en la década de los setenta a grupos musicales de enorme arraigo popular, como Los Vargas de Nácori, Los Bravos de Moctezuma, Los Güeritos de Tepache, Los orquesta de Hermanos Othón de Mátape y tantos y tantos grupos que han alegrado la vida a miles de sonorenses, con una variada suerte de corrientes musicales, como valses, corridos, Fox Trot, mazurcas, corridos y los muy vivaces ritmos del One y Two step.

Valiosos rescates musicales donde lo mismo se encuentra un homenaje a Leonardo Yañez “El Nano” con “El Moro de Cumpas”, que los valses inmortales de Don Silvestre Rodríguez que bailaron los abuelos y las quinceañeras con sus orgullosos padres.

Conocí a Rodolfo Rascón Valencia por sus valiosos artículos que registran diarios y revistas regionales.

Conozco a Rodolfo Rascón Valencia porque he leído con verdadero placer sus 9 libros, y al hacerlo he comprendido más cabalmente la tierra en la que vivo; con sus crónicas he reído de las “charras” de los vaqueros, narradas con un estilo muy suyo. 

Sí, conozco a Rodolfo Rascón Valencia, pero también lo reconozco, puesto que sus aportaciones a la cultura popular sonorense, son dignas de mi más profunda admiración, por su autenticidad, por la frescura de sus textos, porque Rodolfo, sin proponérselo, imparte una cátedra de cultura, sin necesidad de ampararse en grados académicos.    

Pero quizá usted se pregunte ¿Quién es realmente Rodolfo Rascón Valencia?

Según el reconocido intelectual regiomontano don Gabriel Zaid, el sonorense “Es un sabio al estilo de Spinoza”, como lo apuntara en su columna de la revista Letras Libres en febrero del 2018, “Adiós a los ópatas”.   

https://www.letraslibres.com/mexico/revista/adios-los-opatas

La comparación que hace Zaid del cronista sonorense con el filósofo neerlandés, lo fundamenta en que ambos creadores son reconocidos por haberse dedicado a investigar en sus campos con una admirable independencia.

Los usos y costumbres esculpen a cincel la identidad de un pueblo y dos de sus expresiones que lo confirman son el habla y la música.

En ello, Rodolfo es una reconocida autoridad.

Apoyemos al escritor Rodolfo Rascón Valencia: lo invito a poseer dos de sus más recientes libros: “Bellas historias pueblerinas” y “El habla sonorense en el siglo XX”.  Las joyas se atesoran: estos dos libros… lo son.

Mi celular es 66 21 87 73 95 y el mail [email protected]