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Sucesión y sucesores: los métodos

¿Por qué la izquierda nunca ha logrado unirse en una elección presidencial? Desde Hernán Laborde a Lombardo, Danzós y Campa, ahora la candidatura de las izquierdas se ha concentrado en dos personajes en los últimos 30 años: Cárdenas y López Obrador

Por Bulmaro Pacheco

Candidatos a la presidencia de la República en México ha habido desde antes de la formación del moderno sistema de partidos políticos.

Francisco I. Madero inaugura una nueva etapa —como candidato a la presidencia de la República— en la historia moderna de México, porque se animó a desafiar a Porfirio Díaz en su enésima reelección en 1910. Madero fue objeto de ataques, burlas y descalificaciones, que llegaron al extremo hasta de reprimirlo en lugares públicos y negarle habitaciones en los hoteles de los pueblos que visitaba como candidato; incluso desde antes, cuando se propuso difundir en el país las ideas contenidas en su texto clásico: La sucesión presidencial.

11 Madero PresidenteComo era de esperarse, Díaz con todo el aparato de gobernadores de los Estados se impuso en la elección para un nuevo período presidencial, y Madero entonces optó por convocar a la rebelión el 20 de noviembre de 1910. El gobierno de Díaz hizo crisis y se derrumbó.

Ya derrocado el presidente Díaz en abril de 1911, Madero participaría en una nueva elección postulado principalmente por el Partido Constitucional Progresista, y ganó con el 99.2 % de los votos (19,997) para instalarse en el gobierno a finales de 1911; en un gobierno que solo duraría hasta febrero de 1913.

Victoriano Huerta no llegó por elección sino por golpe de Estado. Su gobierno profundizó una crisis política que por casi una década

En 1920, Álvaro Obregón compitió internamente contra Ignacio Bonillas, el candidato de Venustiano Carranza, pero terminó por imponerse —ya muerto Carranza— en la elección de 1920 contra Alfredo Robles Domínguez, y el eterno opositor a Porfirio Díaz: Nicolás Zúñiga y Miranda.

En 1924, Plutarco Elías Calles tuvo como rival interno a Adolfo De la Huerta, que promovió incluso la rebelión de una parte importante del Ejército, porque también aspiró a la candidatura presidencial. Al final, solo quedó como adversario el general Ángel Flores, a quien Calles derrotó fácilmente con 1,593 257 votos contra 252,599.

En 1928, en medio del conflicto cristero, en su reelección postulado por los partidos Socialista Mexicano, Nacional Agrarista y Laborista Mexicano, Obregón tuvo como contrincantes internos a Francisco Serrano (PNR) y Arnulfo R. Gómez (PNA), que terminaron muertos en 1927. Obregón fue electo el 1 de julio de 1928 y asesinado el 17 de ese mes.

Volvería a realizarse otra elección en 1929 —la primera del naciente PNR— cuando Pascual Ortiz Rubio tuvo como rival al ex secretario de Educación del presidente Obregón, José Vasconcelos, postulado por el Partido Nacional Antirreeleccionista. La elección terminó en violencia. Fue ganada por Ortiz Rubio con casi dos millones de votos, contra 100 mil de Vasconcelos y 20 mil de Pedro Rodríguez Triana del Partido Comunista; pero Ortiz Rubio duró menos de dos años en el poder.

En 1934, ya como candidato del Partido Nacional Revolucionario, Lázaro Cárdenas no enfrentó presiones internas (Manuel Pérez Treviño), sino que se atuvo a la decisión del ex presidente Plutarco Elías Calles, que decidió en su favor la candidatura presidencial para el período 1934-1940. Enfrentó al candidato del Partido Comunista Mexicano Hernán Laborde y al de La Confederación Revolucionaria de Partidos Independientes Antonio I. Villarreal. Cárdenas ganó con 2,225,000 votos contra no más de 50 mil de sus adversarios.

La sucesión de 1940 no fue cómoda ni fácil. El sistema político se cimbró con la postura rebelde de Juan Andreu Almazán, a la sazón un militar de peso en las fuerzas armadas, que puso en jaque la decisión del presidente Lázaro Cárdenas a favor de su secretario De la Defensa, Manuel Ávila Camacho (postulado por el Partido Revolucionario de Unificación Nacional PRUN). Ávila Camacho se impuso con 2.4 millones de votos contra 151,101 de Almazán y 9,840 de Rafael Sánchez Tapia.

En 1946, el candidato del PRI Miguel Alemán se enfrenta a Ezequiel Padilla, del PDM. El PAN, formado en 1939, no pudo convencer al ideólogo carrancista Luis Cabrera para que aceptara ser su primer candidato presidencial y una parte del panismo apoyó a Padilla. Al final (ya con el primer padrón electoral elaborado), Alemán obtuvo 1.7 millones de votos contra 443,357 de Padilla.

En 1952, Adolfo Ruiz Cortines (PRI) se enfrenta a tres candidatos: Vicente Lombardo Toledano del Partido Popular. El PAN por primera vez postula candidato presidencial en la persona de Efraín González Luna, que obtiene el 7.82% de los votos; la Federación de Partidos del Pueblo postula al militar Miguel Henríquez Guzmán, que logra el 15.87 % de la votación; y Lombardo Toledano, del PP, apenas un 2%.

En 1958, Adolfo López Mateos (PRI) logra el 90.56% de la votación contra Luis H. Álvarez (PAN), que logra el 9.43%.

Gustavo Díaz Ordaz, postulado por PRI, PARM y PPS, venció a un rival de peso en el PAN con el 87.7% de la votación: el presidente del CEN, José González Torres, que logró obtener el 10.97% de los votos. Ramón Danzós Palomino, candidato del Frente Electoral del Pueblo, pintó poco.

Y en 1970, Luis Echeverría Álvarez, postulado por el PRI, PPS y PARM, obtuvo el 85.3% de los votos contra Efraín González Morfín (PAN), que logró obtener un 13.87% de la votación.

En 1976, el PAN entró en conflicto y se dividió, lo que lo llevó a no postular candidato presidencial contra José López Portillo (PRI). El partido Comunista Mexicano postularía por su lado al viejo luchador de ferrocarriles Valentín Campa.

El PAN se enredó en su Consejo Nacional a finales de 1975 en una pugna entre los tres aspirantes a la candidatura presidencial: Pablo Emilio Madero, Salvador Rosas Magallón y David Alarcón Zaragoza. Madero, ex dirigente del PAN en Nuevo León en 1951; Rosas Magallón, ex candidato al gobierno de Baja California en 1959; y Alarcón, ex candidato al gobierno de Jalisco en 1957. En las elecciones legislativas de ese año, el PAN logró el 8.49 % de los votos, con 20 diputados de partido. Sin contrincante en la presidencial, López Portillo logró 15.4 millones de votos.

La abstención del PAN obligó al gobierno a promover una reforma política de fondo, para reconocer la participación de un número más amplio de partidos políticos e introducir la representación proporcional.

En 1982, ya en tiempos de la reforma política, fueron candidatos a la presidencia Miguel De La Madrid, Pablo Emilio Madero, Arnoldo Martínez Verdugo y Rosario Ibarra de Piedra (PRT).

En 1988, es candidato por primera vez Cuauhtémoc Cárdenas por el llamado Frente Democrático Nacional, que agrupó a diferentes formaciones partidistas. El PAN postuló al empresario ex dirigente de la Coparmex Manuel J. Clouthier; Heberto Castillo por el PMT; Rosario Ibarra de Piedra de nuevo por el PRT y Gumersindo Magaña por el PDM.

Cárdenas repite en 1994 como candidato de las izquierdas, ahora por el recién formado Partido de la Revolución Democrática. Ha sido el año que registra al mayor número de candidatos a la presidencia de México: Rafael Aguilar Talamantes por el FCRN; Diego Fernández de Cevallos por el PAN; José González Torres por el Verde; Marcela Lombardo por el PPS; Pablo Emilio Madero, ahora por el PDM; Álvaro Pérez Treviño por el PARM; Cecilia Soto por el PT; y Luis Donaldo Colosio y Ernesto Zedillo por el PRI.

En el 2000, y después de haber ganado la jefatura de gobierno de la Ciudad de México en 1997, Cárdenas es por tercera vez candidato presidencial del PRD, aliado con una parte de las formaciones de izquierda. Vicente Fox compite por el PAN, imponiéndose como candidato desde la gubernatura de Guanajuato, y Francisco Labastida se convierte en el primer candidato del PRI perdedor de una elección presidencial. Manuel Camacho por el PCD, Porfirio Muñoz Ledo por el PARM y Gilberto Rincón Gallardo por el Partido Democracia Social.

En 2006, Andrés Manuel López Obrador, que había ganado la elección de jefe de gobierno de la Ciudad de México en el 2000, se convierte en candidato presidencial del PRD aliado con las izquierdas. Roberto Madrazo se convierte en el primer candidato del PRI en la historia en quedar en tercer lugar de la votación. Repite el PAN en la presidencia con Felipe Calderón que no era el favorito de Vicente Fox, y participan Patricia Mercado por el Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina, y aparece el Partido Nueva Alianza por primera vez con el candidato Roberto Campa Cifrián.

En el 2012, los gobernadores del PRI impulsan a Enrique Peña Nieto y logra la candidatura presidencial y provoca el regreso del PRI al poder para el sexenio 2012-2018. El PAN con Josefina Vásquez Mota se va al tercer lugar y el PRD postula por segunda ocasión a Andrés Manuel López Obrador, que queda en segundo lugar. El Partido Nueva Alianza postula un segundo candidato: Gabriel Quadri de la Torre.

¿Por qué la izquierda nunca ha logrado unirse en una elección presidencial? Desde Hernán Laborde a Lombardo, Danzós y Campa, ahora la candidatura de las izquierdas se ha concentrado en dos personajes en los últimos 30 años: Cárdenas y López Obrador.

Para el 2018 López Obrador será por tercera ocasión candidato presidencial. Las izquierdas llegarán así a 30 años (1988-2018) con seis candidaturas presidenciales en manos de solo dos personas: Tres veces Cuauhtémoc Cárdenas y tres López Obrador, ahora con su propio partido: Morena, donde se concentra una parte importante de las izquierdas.

La realidad para las tres principales fuerzas políticas de México es muy clara y dará mucho en que pensar:

El PRI pasó del 80% de la votación en 1982 al 31.1% en el 2000, 22.2% en 2006 y 38.2% en 2012.

El PAN por su lado, del raquítico 7.82% logrado en 1952 pasó al 42.5% del 2000 con el que ganó la presidencia y después cayó al 35.8% del 2006 y 25.4% del 2012.

Las izquierdas pasaron de los 6 millones de votos logrados por Cárdenas en 1988, al 16.6% en el 2000, 35.3% en 2006 y 31.5% en 2012.

Esas serán seguramente las principales preocupaciones para las tres principales fuerzas políticas de México de cara a lo que sigue.

¿Nada para nadie? Hasta ahora sí. Los métodos en la sucesión y los sucesores en juego son los que estarán en el debate en los próximos meses. ¿Saldrán unidos? Nadie puede saberlo y menos garantizarlo. Ahí estará la clave de lo que cada vez está más cerca… el 2018.

 

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