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Suecia, el primer país islámico de Europa

En un informe, el Servicio de Seguridad Nacional de Suecia, refiere que los radicales islámicos están socavando la democracia sueca 

Por Dr. Jorge Ballesteros

El país que hasta hace solo 20 años era considerado uno de los más seguros y ricos del mundo está ahora en riesgo de convertirse en un estado fallido, esto, gracias a las políticas de migración implementadas por la coalición gobernante, integrada por socialdemócratas y ecologistas.

El titular de la Policía Nacional sueca, Dan Eliasson, reveló que el país nórdico, uno de los más ricos del mundo medido en ingreso por habitante, reconocido internacionalmente como paladín del multiculturalismo y la tolerancia étnica, sufre una creciente ola de desestabilización protagonizada por una multitud de refugiados musulmanes que han convertido a Estocolmo en un virtual campo de batalla, donde existen 62 áreas geográficas calificadas oficialmente de «alta peligrosidad» en las que se aplica abiertamente la «Sharia»(ley islámica) sin que el Estado pueda impedirlo. En diciembre de 2016 esas áreas fuera de control eran 55.

Johan Patrick Engellau, un experto internacional en inmigración y refugiados, envió una carta a la Comisión de Seguridad Migratoria de la Unión Europa sobre la gravedad de la situación: «Me temo que es el final de la Suecia organizada, decente e igualitaria que hemos conocido hasta ahora. Personalmente, no me sorprendería si se produjera un conflicto en forma de guerra civil. En algunos lugares del país, la guerra civil probablemente ya ha comenzado, aunque la coalición de gobierno no se ha enterado».

Magnus Ranstorp, investigador del Colegio Sueco de Defensa, señaló que «en las zonas más peligrosas de la capital, grupos radicalizados de la comunidad islámica han tomado el poder en las calles y están implantando su propia ley. En esas áreas, el sentido de la justicia y la paz se ve amenazado por el hecho de que la policía se está desmoronando y todo empeoró desde principios de este año. Estocolmo y Suecia se encuentran en una situación desesperante».

Cambió el panorama de los barrios de Estocolmo

El canal de televisión 10 News informó recientemente cómo Suecia ha perdido grandes áreas a manos de grupos armados y religiosos descritos como milicias islámicas. El jefe de la policía de Estocolmo, Lars Alversjo, declaró que «hay niveles de violencia como nunca se vieron en el país y en varias zonas de Estocolmo que están quedando fuera de la esfera del Estado». También observó que «el sistema jurídico, pilar en toda sociedad democrática, está colapsando en Suecia».

El Servicio de Seguridad Sueco (Säkerhetspolisen) advirtió que el país está siendo «infiltrado por cientos de islámicos que comparten la ideología del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés)», y en muchos lugares los funcionarios públicos solicitan escolta policial o protección para desplazarse a sus oficinas. El servicio de seguridad advirtió que «unas 15,042 mujeres suecas han sufrido ataques sexuales durante el último año en zonas de la capital en que las autoridades admiten grandes áreas bajo la aplicación de la sharia (ley) islámica».

La palabra que las autoridades suecas y los medios de comunicación utilizan para las «zonas prohibidas para los no musulmanes», y en las que se aconseja a los ciudadanos no transitar es Utenforskap, su significado define a las «áreas excluidas». En esas áreas, la ley sueca ha sido reemplazada por una mezcla de ley de pandillas de inmigrantes y por un código islámico conocido como sharia. Las bandas musulmanas armadas y los radicales islámicos están socavando la democracia sueca, sostuvo el Servicio de Seguridad Nacional en un informe reciente.

Para Peter Springare, investigador criminal en la localidad de Örebro la situación es terrible, en especial para la Policía, por lo que decidieron hacer un comentario en su página de Facebook: “Estoy tan jodidamente harto. Lo que voy a escribir aquí no es políticamente correcto. Pero no me importa”. Indicó este veterano policía con más de 47 años de servicio que está a punto de jubilarse.

“Nuestros pensionistas, las escuelas son un desastre, la atención de la sanidad es un infierno, etc. etc. Todos sabemos por qué, pero nadie se atreve a decirlo debido al hecho de que en Suecia siempre se vivió el mito de la ‘ultimate society’, con recursos suficientes para estar en la vanguardia cuando se trata de ser la única opción políticamente correcta en un mundo disfuncional”, critica Springare, que después pasa al verdadero ataque.

“Esto es lo que he tenido en el trabajo esta semana: violación, robo, violación y violación; nombres de los autores: Mohamed, Mahmood, mohamed…”

“Aquí vamos; esto es lo que he tenido en el trabajo de lunes a viernes esta semana: violación, violación, robo, asalto agravado, violación y violación, extorsión, chantaje, chantaje, violencia contra la policía, amenazas a la policía, drogas, drogas, drogas, drogas, drogas, drogas, drogas, drogas, crimen, delito, intento de asesinato, violación de nuevo, extorsión de nuevo y malos tratos.

Presuntos autores, Ali, Mohammed, Mahmood, Mohammed, Mohammed Ali, otra vez, de nuevo, Christopher… Sí, un nombre sueco se coló en la lista por un crimen de drogas. Mohammed, Mahmood, Ali otra vez y otra vez.

Países de origen de los presuntos autores de todos los delitos: Iraq, Iraq, Turquía, Siria, Afganistán, Somalia, Somalia, Siria, Somalia, país desconocido, país desconocido, Suecia. La mitad de los sospechosos no tienen documentos válidos por lo que no podemos estar seguros de su nación. Lo que normalmente significa que están mintiendo sobre su nacionalidad y su identidad.

Según el Instituto Gatestone tras 40 años de adoptar el multiculturalismo, en Suecia  el crimen violento se ha disparado en un 300%. Pero lo que es más grave es el dato de las violaciones. En 1975 se denunciaron 421 casos mientras que en 2014 hubo 6,620, un 1,472% más.

Las cifras alarmantes de violaciones y el hecho de que en muchas ocasiones los tribunales hayan absuelto a los sospechosos han provocado un extraño fenómeno. Las jóvenes suecas y también de otros países del norte de Europa, tradicionalmente rubias, han empezado a teñirse el pelo para evitar ser objetivo de los violadores que acechan a las féminas con esas características.

Tampoco los hombres se libran de las agresiones sexuales. El pasado 15 de octubre de 2016 se creó la primera unidad en el hospital Södersjukhuset de Estocolmo dedicada exclusivamente a hombres violados. Según los datos de criminalidad se registraron un total de 370 durante 2014, aunque el número real podría ser muy superior.

La ola de refugiados que Europa acoge sin apenas rechistar tienen un punto en común: el multiculturalismo; la apuesta de un continente por someterse a las costumbres de los inmigrantes en lugar de que éstos asimilen la cultura local que les da cobijo.

El esquema neomarxista del multiculturalismo

El catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Sevilla, Francisco José Contreras, destaca para Actuall el “fracaso en la asimilación de la inmigración extraeuropea “El multiculturalismo establece que Occidente no tiene derecho a imponer sus valores a los inmigrantes pues sus culturas deben merecer el máximo respeto”.

Además, Contreras incide en la complicidad de la izquierda europea en estas políticas. A su juicio, ha utilizado “un esquema neomarxista en el cual Occidente juega el papel de la burguesía explotadora y las otras etnias el del proletariado explotado”. Además, cree que en con el multiculturalismo aflora el “relativismo” pues la izquierda considera “opresiva la tradición cultural cristiana-occidental”.