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Túnel de las Ideas | Coherencia “Porque así somos”

La comodidad, la ignorancia, estar en el error, las limitaciones, la cobardía, las corrientes ideológicas del momento, pueden asfixiar la claridad de la ideas de bien y hacernos caer en conductas que pueden afectar nuestro bienestar corporal y espiritual

 

Por Guadalupe Rojo

Para explicar la coherencia, no se me ocurre ningún ejemplo mejor que el de un imán, que atrae con fuerza hacia sí los materiales metálicos, sin embargo no atrae materiales que no son de su misma naturaleza; el plástico no puede ser atraído por un imán.

La coherencia personal es la cualidad de vivir de acuerdo a nuestra propia naturaleza, es más coherente quien menos rompe su propia naturaleza.

Hay que mencionar que en la Creación solo el hombre tiene libre albedrío, por lo que somos los únicos seres creados que podemos ser incoherentes.

Ahora bien, cabe hacerse la pregunta de cómo saber si estoy siendo coherente con mi naturaleza así que analicemos un poco.

1.- Somos cuerpo, somos espíritu, tenemos inteligencia, tenemos voluntad, y somos seres hechos para vivir en sociedad.

2.- Si cuidamos y desarrollamos adecuadamente de estos componentes de nuestro ser, orientándolos hacia el bien podemos decir que estamos ante una persona coherente.

3.- El mejor diseño es el que la propia naturaleza dicta, hacer el bien y evitar el mal.

Sin embargo la debilidad humana que también es una realidad, nos lleva a apartarnos de la norma natural de conducta (hacer el bien).

San Pablo dejó escrito «Puedo querer hacer el bien, pero hacerlo… De hecho no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero».
Experiencia que sin duda todos hemos experimentado, lo que nos lleva a concluir que es necesario hacer esfuerzo para obrar como debemos.

Aún conociendo lo que es bueno, hay una fuerza que nos jala a hacer el mal que no queremos.

 

La coherencia nos hace de una sola pieza

Los muebles finos tienen la particular característica de tener los mismos terminados en la parte trasera que en los frentes; la misma madera la misma forma de ensamblarlos, la misma calidad de pintura. Igual sucede con la ropa de alta costura, hay el mismo empeño y terminados en el interior que en la presentación exterior.

Hemos de ser como muebles y ropa finos, sin diferencia ante el público y en la intimidad de nuestra vida cotidiana.

Hemos de ser de una sola pieza, sin agregados, sin dobleces, sin acabados de diferentes materiales, que hacen que no se distinga el modelo original.

La comodidad, la ignorancia, estar en el error, las limitaciones, la cobardía, las corrientes ideológicas del momento, pueden asfixiar la claridad de la ideas de bien y hacernos caer en conductas que pueden afectar nuestro bienestar corporal y espiritual. Todo mal es auto-destructivo.

Pero todo bien tiene su paga.

 

La paga de la coherencia de vida es la armonía

Esta nos permite mantener un balance emocional que da la importancia debida a cada situación de la vida, nos permite madurar y llegar a la plenitud como personas.

En 1979, la Madre Teresa de Calcuta, donó el monto del premio y pidió también que se donara el costo del banquete para la celebración del Nobel de la Paz, para sus obras de caridad.

Creo que nadie hubiera criticado después de donar el monto del premio, que Madre Teresa asistiera a ese banquete, sin embargo en su mente estaba presente la causa de sus pobres, y su coherencia no le permitió dejar de hacer todo el bien que le era posible.

El esfuerzo por ser coherentes produce señorío de sí.

De la misma forma en que los atletas adquieren fuerza, técnica y dominio de sus cuerpos, el hacer lo que debemos y no lo que queremos, nos da señorío sobre nosotros mismos, la batalla más difícil de ganar es siempre la batalla sobre la propia voluntad.

 

Antídoto contra la falta de coherencia

La coherencia no se consigue de un día para otro, hay que tener ideales y entrenar la voluntad para ir modelando la vida de acuerdo a ese ideal.

Poco a poco lograrás no una eficacia empresarial, sino un modo de vida inclinado a hacer el bien, porque queremos, “porque así somos”.

Busca incansablemente la verdad.