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Túnel de las Ideas | Para servir, servir

Pereza y apatía son dos enemigos que actúan en tu contra y terminarán por convertirte en un ser gelatina, sin consistencia, sin firmeza, incapaz de hacer esfuerzos

Por Guadalupe Rojo

Sir Winston Churchill dijo en su tiempo: “El problema de nuestra época consiste en que los hombres no quieren ser útiles, sino importantes”.

Y parece que sus palabras nos persiguen cada vez con más fuerza.

Hay que darnos cuenta que el servir y ser útiles, engendra la grandeza, pero no como un fin, sino como una consecuencia.

El engaño de la cultura de la comodidad nos está dejando imposibilitados para formar personas recias, capaces de hacer esfuerzos, de sudar lágrimas y sangre para sacar la vida adelante, para ser solidarios, para servir a los demás sin obtener nada a cambio, aunque el servicio nunca queda sin paga, pues la misma satisfacción de ayudar al que lo necesita es ya un pago muy satisfactorio.

Pereza y apatía son dos enemigos que actúan en tu contra y terminarán por convertirte en un ser gelatina, sin consistencia, sin firmeza, incapaz de hacer esfuerzos, de soportar la fatiga natural que el vivir impone, mucho menos la fatiga de emprender, y poner la última piedra en cada tarea que se inicia.

Pereza y apatía encaminan a la autodestrucción, pero no solo a la autodestrucción física, sino a la autodestrucción moral y a la pobreza.

Cuando el fundador de Dubái, el Sheikh Rachid, fue consultado sobre el futuro de Dubái él dijo: “mi abuelo andaba en camello, mi padre andaba en camello, yo ando en mercedes, mi hijo anda en Land Rover y mi nieto va a andar en Land Rover, pero mi bisnieto va a andar en camello”. Tiempos difíciles generan hombres fuertes, hombres fuertes generan tiempos fáciles, tiempos fáciles generan hombres débiles y hombres débiles generan tiempos difíciles.

Pero pasemos al lado positivo de servir y hacer esfuerzo cada día.

1.- Las relaciones con los demás se fortalecen. Cuando servimos interactuamos, y hacemos un ejercicio de empatía con los demás, el aislamiento conduce a la tristeza. Creo que este es el beneficio más importante de servir.

2.- Uno se aleja de los propios pensamientos para ocuparse de otras tareas que benefician a los demás y a la sociedad.

3.- Uno aumenta su capacidad para resolver problemas. En la búsqueda de servir uno aprende de los demás y el aprendizaje permite tomar mejores decisiones en las situaciones difíciles.

4.- La Sociedad se mejora. Imagine una sociedad con individuos adoctrinados en el espíritu de servicio, que son capaces de comprometerse con la familia, con el trabajo, con el medio ambiente, con la Patria, con la educación, con los más necesitados….¡realmente el mundo resultaría idílico!

5.- Se adquiere autodominio. El que sirve, por fuerza tiene que vencer la pereza, el cansancio, el desagrado, y practicar el olvido de uno mismo para atender las necesidades de otro.

6.- El espíritu se hace fuerte y hace a la persona capaz de la magnanimidad, es decir el corazón se ensancha y se hace capaz de obras grandes.

7.- Se adquiere espíritu de cuerpo. Todos somos una pequeña pieza dentro de la sociedad, como en un ejército, cada quien tiene una función a desempeñar, si todos damos lo mejor y ponemos pasión en nuestro trabajo, las cosas funcionan mejor. No somos piezas sueltas, somos un cuerpo.

8.- El ego se reduce. San Agustín tenía una fórmula para medir la felicidad: A mayor cantidad de ego, menor felicidad. A más olvido de uno mismo (menos ego) mayor felicidad.

9.- Servir produce felicidad, todos hemos experimentado el agrado que da intervenir para bien en la vida de los demás, solucionar con acierto problemas, llevar a término obras que benefician a la sociedad, practicar la paciencia con los miembros de la familia, y llenar la vida de proyectos.

¿Quieres ser feliz? SIRVEBusca incansablemente la verdad.