Vórtice

Vórtice | La comunización de México

“La comunización de México avanza al triple que lo ocurrido en Venezuela, Bolivia y Ecuador, a la par de que la debilidad social y del empresariado está acortando el tiempo de consolidación de una dictadura”

 Por Dr. Jorge Ballesteros

El grupo radical de izquierda de Morena, junto con López Obrador, ha logrado en dos años llevar de forma acelerada un desmantelamiento de la democracia mexicana, gracias a leyes y reformas constitucionales.

Por la mayoría que tiene en cámaras, Morena le ha permitido aprobar todas estas leyes liberticidas, con la complicidad de la mayoría de los partidos políticos, que deberían ser de oposición y que le sirven como paleros.

La agenda general de Andrés Manuel López Obrador en México es: instaurar el comunismo. Ese es el objetivo. Lo ha dicho Luciano Concheiro, subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

El alto funcionario federal aseguró que para transformar a México es necesario ser comunista. Especialmente, en lo que se refiere a la “Cuarta Transformación” que dará cuenta de lo que llama “capitalismo rapaz”, esto lo declaró en un evento para conmemorar los 100 años del Partido Comunista en México (del cual Concheiro es militante desde sus épocas juveniles).

Si no entendemos la lección del país hermano de Venezuela, donde el régimen populista de Chávez y Maduro produjo un verdadero desastre: inflación de más de un millón porcentual anual, una economía en ruinas, escasez generalizada de bienes y servicios (historias de gente hambrienta que, en su desesperación, mata animales de zoológicos para comérselos) y represión política; entonces estaremos obligados a repetir los mismos errores.

Al igual que Chávez, AMLO creó la Guardia Nacional, que permitiría militarizar las calles que hoy son la mayor fuerza de represión contra los civiles; que enfrentan al régimen en Venezuela.

La empresa petrolera estatal como motor de la revolución. Para mantener a flote la revolución en Venezuela, el régimen se valió del petróleo de PDVSA, lo mismo que AMLO ha demostrado con Pemex que, a pesar de tener enormes pérdidas, recibe las concesiones de contratos multimillonarios que le quitarían un enorme gasto al Estado si se concesionan al sector privado.

Pero no, en lugar de expandir la economía, AMLO logró que México llegue al último puesto en el índice de inversión extranjera al cerrar las licitaciones de contratos petroleros, al igual que aeroportuarios, que buscaban abrir el acceso de México hacia el mundo.

El principal objetivo de las izquierdas comunistas en América Latina es el “control absoluto del poder”, dijo al respecto el escritor mexicano Francisco Martín Moreno en una columna para El País donde anuncia lo que “veremos” si surge una dictadura comunista en México.

López Obrador va adoptando día con día, de forma descarada, los principios del Foro de Sao Paulo, ante una sociedad mexicana que se empieza a dar cuenta que fue engañada y que ve con desconfianza y alarma el rumbo que lleva México hacia una dictadura Castro-chavista.

Alrededor de dos millones de personas del grupo ciudadano FRENAAA, han realizado ya tres caravanas de automóviles en varios estados de la república, para exigir la renuncia del presidente Andrés Manuel López Obrador. Los asistentes aseguran que esta administración quiere llevar el país a ser como Venezuela y Cuba, y que “la cuarta transformación es convertir a México al comunismo”.

Gilberto Lozano, vocero y fundador del Congreso Nacional Ciudadano, asumió que la comunización de México a través del nuevo Gobierno Federal avanza al triple que lo ocurrido en Venezuela, Bolivia y Ecuador, a la par de que la debilidad social y del empresariado está acortando el tiempo de consolidación hacia una dictadura, lo anterior con la compra de la estructura electoral a través de los apoyos en efectivo, entre otros.

En una reunión de FRENAAA, María, una venezolana refugiada en México, alertó de la forma en que se perdió su patria por el comunismo: “Ellos decían, Venezuela es muy rica, vende petróleo a Estados Unidos, es imposible que caiga en el comunismo, no somos como Cuba; los mexicanos dicen lo mismo, estamos muy cerca de Estados Unidos, eso nunca nos va a pasar…

“Estábamos adormilados, los venezolanos, nos fueron conduciendo al comunismo sin que nos diéramos cuenta. López Obrador va más rápido que Chávez, lo que él tardo siete años, México en solo dos años casi consolida una dictadura igual a la de Venezuela…

“A los empresarios los engañaron, los dejaron ganar dinero para amordazarlos y cuando la cosa se puso fea, fueron los primeros en montar el avión e irse de Venezuela. A la clase media la desapareció, en Venezuela todos somos pobres…

“¿Y saben dónde está la gente que va a votar y sostener a López Obrador? La gente es de las caravanas que no está dejando entrar Trump a los Estados Unidos, ahí radica el peor peligro que tienen los mexicanos, a nosotros nos pasó con los colombianos, Chávez se trajo a todos los colombianos a Venezuela, los cubanos fueron antes, en México ya han entrado también…

“En Venezuela lo primero que perdimos fue nuestra dignidad, eso es lo que ustedes tienen que empezar a rescatar”. Este es el testimonio de primera mano, de una persona que vivió la comunización de su patria.

Para poder instaurar una dictadura comunista, primero se tiene que debilitar al país, deteriorando su economía, se persigue a los empresarios, se les expropian sus negocios, se pierden millones de empleos, se encarecen los alimentos y los servicios públicos, la población empobrece y desaparece la clase media, se expropia la propiedad privada, todo es del estado.

El pueblo tiene que vivir de lo que le da el régimen, bonos para cambiarlos por comida, por zapatos, por ropa, todo está racionado y hay escasez de alimentos, medicamentos, pañales, leche para los niños, el pueblo famélico no sabe qué hacer y los que se rebelan son reprimidos sangrientamente por la Guardia Nacional, que para eso fue creada.

Desaparecen todas las libertades que gozamos en un régimen democrático, como libertad de expresión, de prensa, de asociación, de religión, de educación, de trabajo, de propiedad, de tránsito, necesitas permiso para trasladarte de una ciudad a otra ciudad y no puedes salir del país.

Se crean los Comités de Defensa de la Revolución (CDF) en cada cuadra de las ciudades (se acaban de crear en México), para que sirvan de ojos y de oídos al régimen. Se constituye la policía secreta para vigilar a todo el pueblo y arrestar y torturar a los enemigos del régimen.

Empiezan a funcionar los paredones de fusilamiento y los Gulags o campos del horror, para meter a la oposición en estos campos de concentración donde son torturados, maltratados, eliminados, y condenado a trabajos forzados por toda su vida. Durante la dictadura soviética, Stalin mandó a 20 millones de personas a trabajar y morir en los Gulags.

El comunismo les roba la esperanza a las personas, viven como esclavos en un estado policiaco, que se ha convertido en una gran prisión.

El «Libro negro del comunismo» cifra en cien millones los muertos por represión en los distintos regímenes comunistas. De ellos, dos tercios (65 millones de personas) perdieron su vida en China, especialmente durante las dos oleadas de represión masiva, La Revolución Cultural y el Gran Paso Adelante.

Le sigue la Unión Soviética, con un genocidio de 20 millones de personas, a lo que hay que sumar otros dos millones de muertos a manos del Gobierno en Camboya, otros tantos en Corea del Norte, 1.7 millones en África, 1.5 en Afganistán, un millón de personas en la Europa del Este y varias decenas de miles en Iberoamérica.

Desgraciadamente todo esta trágica matanza masiva contra la población, este baño de sangre, esta época de horror y de barbarie, se está repitiendo en Cuba, en Venezuela, y se quiere repetir en otros países como España, Argentina y  México, por los nuevos sátrapas de la izquierda populista como López Obrador,  personas pequeñas, llenas de odio y de ignorancia, enfermas de poder, y de ambición que no les importa llenar de tumbas su país en aras lograr sus intereses bastardos y enfermos.

Toda esta sangre derramada, todas estas muertes, todo este sufrimiento, este genocidio tan grande, nos preguntamos ¿para qué?, y la respuesta es para que un grupo de personas sin conciencia, esclavicen a toda la población de un país para su provecho personal, no hay otra respuesta, no hay idealismo, ni bondad, ni se busca el beneficio del pueblo, solo es el egoísmo humano.

Nos debe de quedar muy claro, que el comunismo es un negocio muy jugoso para la nomenclatura que ocupa el poder, formada por el dictador y su familia, su gabinete, el partido único, el ejército, la policía secreta y todos los cómplices o colaboracionistas que ayudan a mantener esclavizado al pueblo, que es el único que pierde en este negocio.

Mientras el pueblo muere de hambre, los dictadores comunistas se dan la gran vida de millonarios, ¿quieren algunos ejemplos?  Aquí les paso los siguientes:

Más rico que muchos reyes y con una fortuna similar a la de algunos sultanes. Así describió “Forbes” al fallecido líder de la revolución cubana Fidel Castro, cuando en 2016 le definió como el séptimo mandatario más acaudalado del mundo. De acuerdo con la publicación, “El Comandante” habría llegado a acumular más de 110 millones de dólares en sus cuentas bancarias, que incluirían inversiones en el extranjero.

La hija del dictador de Venezuela, Hugo Chávez, movió millones de dólares a través de banco en Chipre para hacer compras millonarias de embarcaciones.

En 2018, María Gabriela Chávez, fue acusada por la ex fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, de haberse beneficiado de una red de corrupción dirigida por Alejandro Andrade, ex tesorero nacional del país.

Nicolás Maduro, de rockero y busero a millonario. Nicolás Maduro Moros, presidente de Venezuela desde marzo de 2013, mantiene un opulento estilo de vida en contraste con la miseria en la que paulatinamente se ha hundido su país desde la llegada del chavismo al poder en 1998 y que se ha profundizado en su mandato.

Con López Obrador no es diferente, sus hijos ya empezaron a enriquecerse, sin trabajar nunca en su vida, de la noche a la mañana se vuelven empresarios, dueños de una fábrica de chocolate y de una fábrica de cerveza. Los escándalos de los funcionarios del gabinete y miembros del Partido Morena, por robo, corrupción y enriquecimiento ilícito son de todos los días.

¿Vamos a permitir que esta canalla comunista nos robe nuestro país?