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Vórtice | López Obrador está trabajando para su reelección

Es evidente que, por mandato constitucional, está prohibida la reelección presidencial. Sin embargo, para un potencial dictador, como AMLO, torcer la Constitución tampoco sería problema

Por Dr. Jorge Ballesteros

El culto a la personalidad, el creerse un mesías elegido por el pueblo para dirigir sus destinos, el querer trascender la historia, el querer emular a sus ídolos como el “Padrecito Stalin”, Fidel Castro, Hugo Chávez, Nicolás Maduro, “Tata Lázaro”, Benito Juárez, (ya quitó a Francisco I. Madero, por aquello de “Sufragio Electivo y no Reelección”) o la mera ambición de poder, hacen que el dictador quiera perpetuarse en el gobierno, por todos los medios.

Puede recurrir a la fuerza de las armas, violentando la ley y la constitución, o bien utilizar consultas populares espurias y fraudulentas para afirmar que el “buen pueblo” quiere que siga en el poder. También puede optar por utilizar su mayoría en el congreso para cambiar la constitución y perpetuarse en el poder de forma legal.

López Obrador, desde que empezó como agitador, y posteriormente candidato de tiempo completo a la presidencia de la República, ha sido su ambición, una vez tomado el poder, perpetuarse en él y todos sus actos públicos y de gobierno se han ordenado a ese fin.

No ha gobernado ni un solo día, sigue siendo un candidato, como lo ha sido por más de 18 años, se la ha pasado en giras y mítines por todo lo largo y ancho del país, no ha habido pueblo o ranchería que no haya visitado, les promete el oro y el moro a esa gente, les miente descaradamente, les regala dinero a manos llenas, que a los “ninis”, que a los adultos mayores, que a los huachicoleros, que a los indígenas, que a los migrantes, etc.

Y es precisamente ese su éxito la campaña permanente y comunicación política a través de una narrativa consistente y persistente (su sonsonete del combate a la corrupción), como lo señala Riva Palacios en su columna de Eje Central.   

Ha convertido en un pozo sin fondo el erario público, para fortalecer su estructura clientelar y electorera.

Este año fueron asignados 119 mil 500 millones de pesos a subsidios de 11 programas considerados por López Obrador prioritarios, pero que funcionarán sin Reglas de Operación, es decir, sin establecer metodología, manuales o criterios de selección de beneficiarios o sea se van a entregar de forma discrecional a quienes puedan aportarle votos para su futura reelección.

Entre éstos, se encuentran principalmente el de inclusión laboral Jóvenes Construyendo el Futuro, por el que se paga 3 mil 600 pesos mensuales a los beneficiarios; la Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad Permanente, que reparte 2 mil 550 pesos bimestrales, o las 100 Universidades que se pretende crear.

¿De dónde salen estos dineros para comprar votos? De la cancelación de otros programas que sí son prioritarios y que afectan a millones de mexicanos, como por ejemplo:

La cancelación del programa de estancias infantiles para ayudar a madres trabajadoras.

Cancelación del Seguro Popular, el cierre definitivo del programa de asistencia social Prospera afecta a aproximadamente 25 millones de mexicanos, quienes forman parte de las 6.7 millones de familias que beneficiaba hasta noviembre del año pasado.

La falta de vacunas en todo el país es resultado de una política gubernamental inhumana, como consecuencia de los recortes al presupuesto y de la centralización del gasto público en manos de una sola persona, agravado por el cierre de clínicas en las zonas más marginadas del país, complicando aún más la accesibilidad a las vacunas y servicios médicos.

El despido de 10 mil médicos y enfermeras del sector salud, según denunció el sindicato de burócratas, contradiciendo al presidente Andrés Manuel López Obrador quien aseguró en su conferencia matutina, mintiendo sin pudor alguno, que en este sector no ha habido recortes de personal. Además de los recortes millonarios que se han dado en los programas de atención a beneficiarios y derechohabientes del IMSS, ISSSTE y Centros de alta especialidad.

La crisis en los servicios de salud, ya afecta significativamente a la población inscrita en los programas de Atención a la Salud Materna y Reproductiva; Control de Sobrepeso, Obesidad y Diabetes; Prevención de Adicciones; Vacunación; y Atención a pacientes con VIH.

La eliminación del Fondo de Protección Contra Gastos Catastróficos, que se genera con el 8% del recurso anual por persona y que el Estado pone a nombre del afiliado para pagar las enfermedades con alto costo y complejidad como el cáncer. Desabasto de medicamentos que se dan en la quimioterapia contra el cáncer (con la ligereza y desfachatez que lo caracterizan declaro: “si no hay medicamentos en el hospital, que los compren los médicos y las enfermeras”).

El abandono de Conacyt a sus becarios en el extranjero al negarse a extender las becas a los estudiantes que hacen un doctorado o investigación en otro país, a los cuales deja en la incertidumbre económica y migratoria.

La cancelación de becas a deportistas de alto impacto para competir en justas internacionales, como en los recientes juegos Panamericanos, en que los deportistas mexicanos tuvieron que ir por sus propios medios, logrando grandes triunfos, y el reprobable acto de Ana Guevara al colgarle una medalla a López Obrador como si la mereciera, o la hubiera ganado él. Debido a las fuertes críticas que provocó este acto tuvo que rechazarla en una de las conferencias mañaneras.

Y un largo etcétera de la cancelación de programas prioritario o la drástica reducción de su presupuesto, alegando la austeridad republicana, para utilizar ese dinero en la más descarada compra de votos de nuestra historia. Sin embargo López Obrador afirma que le inventan solo para desprestigiarlo, que hay congelamiento de recursos.

López Obrador firmó ante notario que no se va a reelegir en el 2024 al parecer por la gran resistencia ciudadana que provocó el que el 14 de marzo fuera aprobada en el Congreso de la Unión, una reforma constitucional para establecer la revocación de mandato (lo mismo hizo Hugo Chávez, que se reeligió hasta que la muerte lo  alcanzó).

Argumentaron que se trataba de una medida para profundizar la democracia y la participación ciudadana. López Obrador somete a consulta si el pueblo quiere que siga o no los 3 años que le quedan. Es decir, pone en riesgo su presidencia para primar la voz de la ciudadanía.

Sin embargo, en el fondo se trata de una operación trampa para preparar la elección. ¿Por qué?

Porque someterse a la revocación es en el fondo una reelección, sentando un antecedente para la reelección a final de su mandato, como hizo Chávez y Evo Morales. ¿La excusa? El pueblo lo pide y no se puede limitar la participación política porque el proceso en sí mismo genera una dinámicas para que el legislativo se alinee con el presidente; algo que AMLO necesitará de cara a la reelección.

Fue el primer paso que dieron todas las dictaduras de Latinoamérica para perpetuarse en el poder. Así lo hicieron Cuba, Venezuela y Bolivia.

Además el revocatorio es innecesario porque México ya tiene mecanismos suficientes como el juicio político o el desafuero para expulsar a un presidente en caso de actuación indebida. Por si fuera poco, esto coloca al presidente en campaña permanente, alejado de las obligaciones de gobierno para las que fue elegido.

Es evidente que, por mandato constitucional, está prohibida la reelección presidencial y que, por su valor histórico, ese postulado es uno de los que parecen intocables. Sin embargo, para un potencial dictador, como AMLO, torcer la Constitución tampoco sería problema.

Con la mayoría en el Congreso Federal, y en 19 de las 32 entidades nacionales, Morena tiene todo el poder para achicar el federalismo; cambiar la Constitución y favorecer el centralismo, con tanta facilidad, como cambiar el orden de los colores en la banda presidencial…

Basta con que el Congreso Federal le amplié su mandato y continuar en el poder sin violar su compromiso. Es lo que acaban de hacer en Baja California.

Acaba de pasar el informe de López Obrador, lleno de mentiras y ocurrencias, desatinos, que nos cubre de vergüenza a todos los mexicanos. De tono triunfalista, como si fuera un logro tener un 0% de crecimiento de nuestra economía, o que México, este entre los países con más violencia y homicidios del mundo, sin duda nos encaminamos a pasos acelerados a un estado fallido, ya lo comentaremos en otra columna.