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Vórtice | Requiem por Argentina

Por Dr. Jorge Ballesteros

Argentina al igual que México, vota de forma mayoritaria por la izquierda populista, decepcionada la gente del actual gobierno de Macri, gris y mediocre, inflacionista, que solo trajo pobreza, endeudamiento y corrupción.

Se podría pensar que votaron por una nueva fórmula, por gentes nuevas, pero no, votaron por una izquierda caduca, tóxica, el clan de los Kirchner, que ya estuvo 12 años en el poder y que llevó a la Argentina a una de las peores crisis económicas y de corrupción de su historia.

Alberto Fernández, quien fuera jefe de gabinete en el gobierno de Kirchner, gana en las elecciones primarias por 15 puntos de ventaja, ganando más del 47 por ciento de los votos. Lleva como vicepresidente a Cristina Fernández de Kirchner, ex mandataria de Argentina.

Cristina Fernández de Kirchner, viuda de Néstor Kirchner, sucedió a su esposo en la presidencia de Argentina y gobernó desde el 10 de diciembre de 2007 hasta el 9 de diciembre de 2015. Es hija de Eduardo Fernández y de Ofelia Wilhelm, nació el 19 de febrero de 1953 en Ringuelet, Provincia de Buenos Aires, descendiente de judíos españoles por su padre, y de judíos alemanes por su madre. “Kirchner” el apellido de su esposo, es en realidad Kirzner otro apellido judío.

Durante su turbulento gobierno se vio envuelta en varios escándalos de corrupción. El juez federal Bonadio ha imputado a Cristina Fernández de Kirchner, en varias causas, y ha sido procesada judicialmente en otras dos: una que investiga operaciones del Banco Central realizadas bajo su gestión y otra por presunta asociación ilícita y administración fraudulenta en la concesión de obra pública.

El 17 de septiembre del 2018 dictan prisión preventiva a Cristina Fernández de Kirchner (pero no fue a la cárcel) un juez procesó a la expresidenta argentina, acusada de haber recibido millonarios sobornos de empresarios de obras públicas durante su gobierno, lo mismo habría sucedido durante el mandato de su difunto esposo, Néstor Kirchner; sin embargo, no fue detenida por ser senadora y tener fueros. Tienen actualmente 18 causas judiciales.

Tres días después de asumir el mando, un fiscal federal de los Estados Unidos, comprometió a la presidenta Fernández de Kirchner, en un sonado caso de contrabando de dinero, al sostener públicamente que el mismo estaba destinado a su campaña electoral y había sido enviado por el gobierno de Venezuela (La Gaceta, 22 de diciembre de 2007).

Cristina Kirchner se vio envuelta en tantos escándalos que hasta se le acusó de mentir sobre su título profesional de abogada. Se denunció que el título universitario de Cristina no existe pues “no se recibió y se quedó debiendo 22 materias”.

En los últimos 70 años, Argentina ha enfrentado hiperinflación, el colapso del Gobierno y el mayor incumplimiento de deuda soberana del mundo. Pasó un tercio de ese tiempo en recesión, un récord que casi merece su propio capítulo en los libros de texto sobre economía.

Y, sin embargo, incluso la asediada Bolsa de Buenos Aires nunca había experimentado nada como la caída del 48 por ciento (en términos de dólares) ocurrida el 12 de agosto, un día después de que la primaria pronosticara el regreso de la izquierda Kircheniania.

Néstor Kirchner, esposo de Cristina, fue presidente de la Nación Argentina desde el 25 de mayo de 2003 hasta el 10 de diciembre de 2007.

A nivel internacional, Kirchner formó parte de un grupo de mandatarios de izquierda, de varios países, junto con Lula (Brasil), Tabaré Vázquez (Uruguay), Evo Morales (Bolivia), Michelle Bachelet (Chile), Rafael Correa (Ecuador) y Hugo Chávez (Venezuela).

Kirchner comenzó un acercamiento al populista venezolano Hugo Chávez a partir de una necesidad económica. Pero la relación llegó al punto tal de cambiar la deuda argentina con el Fondo Monetario Internacional, por deuda nueva con el impresentable e insufrible Dictador. Ahora, la Argentina paga intereses excesivamente más caros a Venezuela que los que abonaba ante el FMI.

En ese escenario, el resultado que se dé en Argentina (el segundo país más importante de Sudamérica) resulta clave para la geopolítica regional. La victoria del Frente de Todos con Alberto Fernández, supondría un giro objetivo en el equilibrio latinoamericano.

En ese marco el futuro de América Latina se juega, en gran medida, en el proceso electoral que se inició el pasado domingo 11 de agosto y continuará en octubre donde también habrá votaciones presidenciales en Uruguay y Bolivia.

La democracia se halla sometida a presiones en la región: el retorno del populismo y de la polarización política, la red regional de corrupción política puesta de relieve por el escándalo del caso Odebrecht en Brasil, los intentos de determinados dirigentes de perpetuarse en el poder anticonstitucionalmente, así como un desencanto generalizado con la calidad de las instituciones democráticas, está abriendo las puertas para que la izquierda populista se encarame al poder como en argentina y recientemente en México.