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Ataques a la familia y al matrimonio natural

Es la dictadura de la ideología de género, y no es una dictadura como la castrista en Cuba o la de Corea del Norte, es una dictadura que se da en nuestra cultura occidental, en nuestros países democráticos, legalmente elegidos

Por Dr. Jorge Ballesteros

¿A quién pertenecen nuestros hijos? ¿A nosotros o al estado?

Todos responderíamos sin dudar, de que nos pertenecen a los padres, y no al Estado, sin embargo con la aprobación del mal llamado matrimonio lésbico-gay, esto va a cambiar, ya que significa que la suprema corte y el Estado ya no reconocerán el matrimonio como una institución pre-política, sino como una institución que depende de lo que el Estado defina.

En consecuencia, los rasgos y caracteres que se derivan del matrimonio ya no son los propios, naturales y no condicionados por la voluntad del Estado, sino tan solo los que el Estado decida en cada momento: al convertir el matrimonio en algo moldeable según los deseos del Estado, todo aquello que se deriva del matrimonio es también automáticamente moldeable y el Estado ya no tiene ningún límite para imponer sus antojos.

“La concepción del matrimonio como una mera criatura del Estado que éste puede redefinir a su gusto va de la mano de la idea de que los niños “pertenecen” primariamente al Estado, que luego delega (limitadamente) la autoridad de criarlos a quienquiera que el Estado defina como los padres del niño”.

Proveniente de las tendencias izquierdistas y liberaloides, el homosexualismo militante siempre ha sentido desprecio por las instituciones tradicionales y patriarcales como el matrimonio. El verdadero propósito del “matrimonio” homosexual no es la “igualdad” ni “casarse” sino deteriorar y ridiculizar la figura del matrimonio y de la familia para crecer socialmente en poder e influencia.

Con los cambios en las legislaciones, el concepto de matrimonio cambia también de significado, desnaturalizándose. No tendrá su significado real de unión de un hombre y de una mujer, sino también la de dos hombres o dos mujeres. Lo cual implica pervertir la naturaleza de las cosas. No se trata de un asunto meramente semántico como se llega a argumentar, sino una cuestión de concepto esencial.

Los padres en algunos países de Europa, Canadá y en algunos estados de EE.UU., donde se ha empoderado la ideología de género se han convertido en meros delegados del Estado, a los que se tiene en consideración mientras cumplen estrictamente con lo que el Estado define como ideología oficial.

En caso de discrepancia, no tienen ningún derecho a enfrentarse con lo que el Estado ordena y su potestad sobre sus hijos se les debe retirar. Este comportamiento intrusivo es defendido ya en público y sin tapujos.

La presidenta de la Universidad de Pennsylvania, Amy Gutmann o el profesor de Princeton, Stephen Macedo, que defienden que el Estado puede y debe exigir que los niños sean adoctrinados en valores y estilos de vida contrarios a los de sus padres y que debe imponer lo que ellos llaman “educación en la diversidad” en todas las escuelas, también en el caso de que los padres tengan objeciones religiosas o morales contra estos contenidos.

No se trata de una mera especulación: en Alberta, Canadá, se ha aprobado recientemente una ley que prohíbe que los padres saquen a sus hijos de las clases en las que se explica la homosexualidad y que obliga a absolutamente todos los colegios a permitir clubs de alumnos en favor del homosexualismo.

Así lo contempla la ley recién aprobada en Madrid (es solo uno de los varios ejemplos posibles de legislación en toda España sobre esto) que pretende imponer el adoctrinamiento sexual y de género: multas, sanciones, asfixia económica, etc.

Esto es lo que le van a enseñar a los niños. ¡Quieras tú o no! Es más, como te opongas, te denunciarán, te multarán y quién sabe qué más…

“Mi Princesito tiene cuatro años. Le gustan las cosas bonitas. Su color favorito es el rosa. Le gusta jugar a ponerse vestidos de niña. Baila como una preciosa bailarina (…) Papá le dice a mi Princesito que está muy guapo cuando se pone un vestido. ¡Papá le coge de la mano y dice que haga piruetas!” (Del libro ‘Mi Princesito’).

Los colegios, obligatoriamente, les explicarán a los niños que pueden elegir su sexo y que es estupendo cambiarlo. Y utilizarán para ello libros como el titulado El niño perfecto, en el que enseñan así a los chicos cómo deben vestirse.

Artículo 29. 2.- La Comunidad de Madrid elaborará una Estrategia integral de educación y diversidad sexual e identidad o expresión de género. Las medidas previstas en este plan se aplicarán en todos los niveles y etapas formativas y serán de obligado cumplimiento para todos los centros educativos.»

Artículo 32- «La Consejería competente en materia de educación incorporará la realidad lésbica, gay, bisexual, transexual, transgénero e intersexual en los contenidos transversales de formación de todo el alumnado de Madrid.”

El artículo 72 de la ley dice que multará con 45,000 euros a la persona que intente enseñar que la heterosexualidad es la forma natural de comportamiento, o a quien trate de oponerse al adoctrinamiento gay de los niños.

Otro ejemplo se dio recientemente en Escocia, según ha denunciado el Doctor Adrián Hilton en su blog, un profesor expulsó de clase a un alumno por afirmar que hay dos sexos, hombre y mujer. La opresión puede comenzar con un estudiante excluido de la clase; pronto avanzará hacia una ortodoxia oficial del Estado y un cumplimiento obligatorio bajo pena de despido del trabajo, o arresto y juicio sumario por transgredir las leyes de «odio».

Esto es lo que se conoce como dictadura de la ideología de género, y no es una dictadura como la castrista en Cuba o la de Corea del Norte, es una dictadura que se da en nuestra cultura occidental, en nuestros países democráticos, legalmente elegidos por el voto mayoritario de la ciudadanía.

Desde el mismo gobierno se impone esta ideología, ya sea en un gobierno populista de izquierda como en México y España, o liberal como en Canadá, de derecha como en Alemania, etc.

Los organismos del estado, empoderados de la ideología de género como la Cámara de Diputados y Senadores, Suprema Corte de Justicia, Comisiones de Derechos Humanos, etc. expiden estas leyes en contra de la discriminación, en contra del crimen de odio, a favor de la equidad e inclusión, etc. que legalizan todas estas perversiones, y castigan con multa y cárcel a quienes se opone a ello.

Su objetivo es lograr una reingeniería social mediante la deconstrucción marxista de la cultura y la destrucción de la familia

Se sirve del poder coercitivo de los gobiernos para imponer una ética subversiva contraria al interés de los ciudadanos.

En contra de esta perniciosa ideología, afirmamos que el bienestar de la persona y de la sociedad humana, está estrechamente ligada a la prosperidad de la comunidad conyugal y familiar. Estas instituciones ayudan a los esposos y padres en el cumplimiento de su excelsa misión de cuidar y educar a sus hijos para hacer de ellos buenos ciudadanos que venga a servir y dignificar a la sociedad y a su patria.