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Coctel Margarita… con ingredientes

Ha sido pésima la operación política de Ricardo Anaya como dirigente nacional y su desmedida ambición por ser el candidato presidencial, lo que lo ha llevado a cometer error tras error

Por Bulmaro Pacheco

¿Realmente saldrá dañado el PAN de su crisis por la renuncia de Margarita Zavala?

Dañado sí; pero en qué medida y en qué dimensiones, no lo sabemos con precisión todavía. Solo el tiempo lo dirá y las próximas encuestas de opinión también. En ese tema, todavía no ha caído el último out.

Falta por ver las reacciones de los gobernadores y los presidentes municipales, el impacto de la renuncia en los legisladores federales, en las estructuras partidistas locales y en el voto duro del partido, porque todas las encuestas daban a Margarita Zavala como la segura candidata del PAN a la Presidencia.

El CEN del PAN opera en forma atropellada una especie de “control de daños” mediante versiones que tratan de demostrar que el daño por la renuncia ha sido mínimo y que no ha afectado mayormente al partido. Incluso su secretario general Damián Zepeda ha sentenciado con ciertas dosis de efectismo que “el PAN está más fuerte que nunca”; algo que ni ellos mismos se lo creen. Ni está fuerte ni está unido; todo lo contrario.

Por el momento, pocas han sido las renuncias hechas públicas de destacados panistas. Quizá haya más turbulencias en el futuro y será hasta que haya candidatos oficialmente registrados, cuando realmente se podrán hacer cálculos realistas sobre los efectos de la crisis panista.

¿Y el tema de las encuestas?

También habrá que esperar más tiempo todavía y las más creíbles se habrán de presentar cuando ya estén definidos los candidatos de todos los partidos e independientes —como la señora Zavala—, que pudieran cumplir los requisitos de ley para que el Instituto Nacional Electoral los declare formalmente candidatos.

¿Por las candidaturas Independientes?

Sí, porque cumplir con el apoyo de los ciudadanos inscritos en la lista nacional de electores (al cierre del mes de agosto: 88.8 millones de votantes) implica casi 900 mil firmas (para la Presidencia), y que muy contados aspirantes las van a cumplir por los costos y las movilizaciones que eso implica.

¿Por qué 74 aspirantes a la candidatura presidencial?

No existe límite legal ni impedimento alguno para que quien lo desee, se declare aspirante independiente. Quizá —guardadas las proporciones—, de esos 74 (67 hombres y 7 mujeres) que ayer al cierre del plazo para el registro anunció el INE, algunos solo aspiren a menciones en los medios y —pudiera ser— gozar de una fama efímera.

La mayoría de ellos están lejos de poder contar con los apoyos exigidos. Es decir, pocos podrán realmente cumplir con los requisitos señalados en al artículo 371 de la Ley General de Instituciones y procedimientos electorales: “Para la candidatura de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, la cédula de respaldo deberá contener cuando menos la firma de una cantidad de ciudadanos equivalente al 1% de la lista nominal de electores con corte al 31 de agosto del año previo al de la elección y estar integrada por electores de por lo menos diecisiete entidades federativas, que sumen cuando menos el 1% de ciudadanos que figuren en la lista nominal de electores en cada una de ellas”. Son probables: Margarita Zavala, “El Bronco” Rodríguez, Armando Ríos Píter y quizá la candidata indígena anunciada por el EZLN: María de Jesús Patricio Martínez “Marichuy”. No se ve quien más pudiera reunir los requisitos.

¿Le quitarán votos los independientes a sus partidos de origen?

Es muy probable que sí, porque de alguna parte van a salir los votos que obtengan y a algún partido se le habrán de restar. Los más afectados serán sin duda los más grandes; PAN, PRI, PRD y Morena.

Ricardo Anaya sigue echándole la culpa al PRI de la renuncia de Margarita Zavala, ¿por qué?

Porque el verdadero culpable es él y quiere endosarle el problema al partido que más ha atacado en sus spots televisivos y en sus declaraciones a la prensa. Sus acusaciones empezaron cuando algunos indisciplinados senadores de su partido votaron por Ernesto Cordero para presidente de la Cámara de Senadores.

En el fondo, ha sido la pésima operación política de Anaya como dirigente nacional y su desmedida ambición por ser el candidato presidencial, lo que lo ha llevado a cometer error tras error.

Así lo denunciaron en su momento los senadores inconformes con la línea que estableció para el liderazgo del Senado, y posteriormente también la señora Zavala al exponer sus motivos que la llevaron a la renuncia: “Que nadie se equivoque. Mi renuncia no es la causa de la división del PAN sino su consecuencia. Es el resultado de un partido dividido por una jefatura que impide participar a quien no se suma al “proyecto” personal. Es el resultado de la división que provoca la actitud de quien debiendo ser jefe, se comporta como candidato; de quien en lugar de dirimir controversias, prefiere profundizarlas” (El Universal).

¿De dónde saca entonces Anaya que el PRI provocó la renuncia de Margarita Zavala?

De su falta de autocrítica y de una estrategia para tratar de aminorar los daños por la renuncia. En principio no reconoce sus propios errores, y piensa que la está haciendo muy bien en la dirigencia del partido. Ha asumido como un logro personal la formación del llamado Frente Ciudadano con el PRD y Movimiento Ciudadano, del que espera ser candidato presidencial, por eso sus adversarios a vencer son Morena y el PRI, y desde muy temprano inició la guerra política con la utilización —en su propio beneficio personal—, de los tiempos en medios de comunicación, asignados por el INE a cada partido.

¿Varias crisis del PAN en 78 años?

Más bien es la cuarta crisis política en su historia. La primera fue a principios de los sesenta del siglo pasado, cuando los dividió la orientación de un grupo hacia la democracia cristiana, la oposición al libro de texto gratuito y la creación de los diputados de partido. Ahí hubo renuncias.

La segunda fue en 1975, cuando se dividieron y no pudieron postular candidato a la Presidencia de la República para la elección de 1976.

La tercera fue a principios de los noventa, hace 25 años, cuando destacados militantes como Bernardo Bátiz, Pablo Emilio Madero y Jesús González Schmall crearon el Foro Democrático, protestando contra la colaboración del PAN con el gobierno de Carlos Salinas de Gortari.

Esa escisión dio después lugar a la formación del Partido Alianza Social (PAS), con Pablo Emilio Madero como candidato a la presidencia en 1994, y ahora en 2017, cuando la esposa de un ex presidente de México y la aspirante mejor ubicada en las encuestas  para la candidatura presidencial de 2018 renuncia a su militancia panista, dejando la puerta abierta para una fractura política de largo alcance en el PAN.

¿En beneficio de quién o de quiénes?

En principio, del dirigente nacional del PAN Ricardo Anaya, que se queda prácticamente sin contendientes de peso hacia el interior de su partido para lograr la candidatura (Rafael Moreno Valle no tiene ni el peso ni los apoyos suficientes hacia el interior del PAN). También se beneficiarán los candidatos de Morena y el PRI, con lo que prácticamente se fortalece la percepción de una contienda presidencial cerrada entre tres fuerzas políticas y una reducción considerable de la ventaja de los punteros, ante la fragmentación de votos que se va a experimentar.

¿Retroceso en el puntaje del PAN en elecciones presidenciales?

En 60 años (entre 1952 y el 2012) cuando el PAN postuló candidatos a la Presidencia, su votación evolucionó del 7.82 % (286 mil votos) de Efraín González Luna en 1952 a 9.42 (705 mil) en 1958 con Luis H. Álvarez 10.97 (1,034.3) en 1964 con José González Torres, 13.87 (1.9 millones) en 1970 con Efraín González Morfín, 5.7 (921 mil sin candidato en 1976), 15.87 (3.7 millones) en 1982 con Pablo Emilio Madero,17.1 (3.2 millones) en 1988 con Manuel J. Clouthier y repuntó al 25.9 % (9.14 millones de votos) en 1994 con la candidatura de Diego Fernández de Cevallos.

En el 2000 el PAN ganó la presidencia con el 42.56 % de la votación y 15.9 millones de votos con Vicente Fox. Seis años después bajó al 35.91%, con15.0 millones de votos para Felipe Calderón y cayó al tercer lugar en el 2012 con un 25.68%, y apenas 12.7 millones de votos que logró Josefina Vásquez Mota. Es decir, el PAN perdió casi 17 puntos en 12 años, ¿qué les pasó? ¿No cumplieron en sus 12 años de gobierno?

¿Cuál será entonces el puntaje esperado para el 2018?

Necesariamente tendrán que buscar un repunte mayor que 2012 si el PAN quiere meterse de lleno a la competencia y ganar la Presidencia el año próximo. Falta todavía ver en qué va a derivar el futuro del FCM y cómo se van a entender finalmente para la postulación de los candidatos.

¿Y los puntos que le aportaría el FCM, en caso de ir en coalición con la misma candidatura presidencial?

En la elección federal del 2015 (de diputados federales), el PAN obtuvo un 21.01%; 8.3 de los 38 millones de votos emitidos. El PRD un 10.87% (4.3) y Movimiento Ciudadano un 6.09% (3.3 millones).

¿Cuántos votos necesitaría el Frente para ganar?

Si la participación ciudadana llegase al 60% de un total de 90 millones de votantes inscritos en la lista nacional, el total de votos emitidos sería de 54 millones, 16 millones más que en el 2015 y 4 más que en 2012 cuando participó el 63.14% de los votantes registrados (79.4 millones)

Lo que necesitaría el FCM para ganar sería obtener 19 millones de votos. ¿Lo podrá lograr  con un PAN dividido? ¿Lo podrán hacer con un PRD sin candidato presidencial y cuyas mayorías ya están en Morena y Movimiento Ciudadano con presencia regional? Ahí estará el reto.

 

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