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De vuelta los contreras

Si nos deslizamos hacia atrás en la línea del tiempo, encontraremos cualquier cantidad de obras que tuvieron fuertes reacciones opositoras; en el caso del hospital, cualquier ciudad del planeta recibiría con júbilo la noticia 

Por Feliciano J. Espriella

Si la mentalidad de los hermosillenses en relación al progreso se hubiera impuesto siempre, tal vez todavía viviríamos en cavernas.

El de los “contreras” es un tema que he abordado en múltiples ocasiones a lo largo del tiempo. Lo retomo de nuevo ante la obstinación de los vecinos del Blvd. Colosio Poniente por oponerse a la construcción del nuevo hospital.

Hermosillo, capital del contrerismo

El oponerse a todo tipo de obras de beneficio general por minorías que con o sin razón se sienten afectadas, ha sido ancestral en la capital sonorense. Hace apenas unos meses en la colonia Pitic, fue eliminada una antena de telefonía celular por la oposición de unas cinco personas, no más.

Personas que utilizan teléfonos celulares y que reclaman buena señal, como también seguramente pretende quien les apoyó y de alguna manera presionó fuertemente para que lograran su propósito, la diputada María Cristina Gutiérrez Mazón.

Hace unos pocos años un grupo de vecinos se opuso a que en la remodelación del Parque Madero se creara una laguna, como ya existió hace muchos años. El argumento fue que generaría la proliferación de insectos y zancudos, como si no existieran insecticidas y todo tipo de productos para el control de plagas. Con ese mismo argumento bien podría haber pedido que se talaran todos los árboles del parque.

En el sexenio de Eduardo Bours, éste intentó vender a un fuerte grupo empresarial el edificio del internado Cruz Gálvez, para formar parte de un mega centro comercial y de negocios, en los que se incluiría un Centro de Convenciones y un hotel cinco estrellas entre muchas otras áreas de beneficio e interés público. Dicho centro comercial, con el tiempo hubiera sido de los más grandes e importantes del país y además, a los niños internos se les beneficiaría con la construcción de un edificio especial con todas las comodidades y ventajas de la tecnología moderna. Ganaron los contreras que esgrimieron distintos argumentos entre los que destacó el de la nostalgia.

Si nos deslizamos hacia atrás en la línea del tiempo, encontraremos cualquier cantidad de obras que tuvieron fuertes reacciones opositoras, como el CUM, la Universidad de Sonora o la presa Abelardo L. Rodríguez. En algunas ganaron los contreras pero otras tuvieron que ser impuestas a pesar de las protestas.

En el caso del hospital, cualquier ciudad del planeta recibiría con júbilo la noticia de la construcción de un centro hospitalario de la magnitud y calidad del que se proyecta al poniente de Hermosillo. Los argumentos que he escuchado a la fecha, como el de la pérdida de plusvalía de los inmuebles, son pueriles e inconsistentes.

Además, como ya se ha dicho hasta la saciedad, se hace conforme al proyecto para el que se etiquetaron los recursos, o no se hace.

Esperemos que prevalezca la cordura y el bienestar de las mayorías y no la enajenación y conveniencia de unos cuantos.

Inició la renegociación del TLCAN

El pasado miércoles, con todo tipo de augurios inició la tan llevada y traída renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

La delegación mexicana la encabeza Hidelfonso Guajardo Villarreal, secretario de Economía, quien ha dicho reiteradamente que se tratará de una ‘montaña rusa’ en la que habrá días buenos, días malos y también peores.

En su discurso de inicio el representante de Estados Unidos enfatizó el déficit comercial de aquel país frente al nuestro, que rebasa los 64,000 millones de dólares. Déficit que el presidente Donald Trump ha ofrecido reducir drásticamente en varias ocasiones a lo largo de su mandato.

El efecto Trump pesará mucho y este ángulo de la relación comercial puede provocar que nos metan algunos goles si nuestros representantes no tienen firmeza para oponerse a imposiciones unilaterales.

No debemos olvidar, aunque no esté presente físicamente en las mesas de trabajo, que este proceso se inició por iniciativa del presidente norteamericano, en virtud de que durante su campaña ofreció cambiar lo que calificaba como el ‘peor acuerdo de la historia’ para Estados Unidos o salirse de él.

La renegociación que inició esta semana y que pudiera concretarse en poco tiempo según lo desea Donald Trump, no fue idea ni a iniciativa de México o Canadá. De hecho, a fines de abril, Trump estuvo a punto de sacar a su país del Tratado. Aunque hay cierta controversia al respecto, al parecer tiene facultades para hacerlo y hay quienes opinan que en el futuro inmediato en más de alguna ocasión, tendrá la tentación de usar esta negociación o la salida del Tratado, como factor de compensación frente a diversos fracasos de su gestión.

En fin, mejor esperemos los acontecimientos para irle midiendo el agua a los camotes.

Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.