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En Nogales los migrantes son prioridad: obispo José Leopoldo González

En esta nueva diócesis no hay que inventar el hilo negro, su prioridad es atención a los migrantes, tanto miedo se le tiene a veces a las caravanas, al migrante, pero recordemos que toda persona tiene derecho a migrar: José Leopoldo González González

Por Sergio García

NOGALES, SON.- Luego de casi cuatro años de estar en Nogales, José Leopoldo González González, es un Obispo atareado, con un proceso de construcción de una diócesis; quien además lidia con su cargo en la Comisión Episcopal Latinoamericana.

Desde su llegada se han notado esos ligeros cambios en la nueva Catedral de Santa María de Guadalupe, aun llamada Santuario Guadalupano por un gran número de nogalenses que no se han enterado que ya son obispado.

Nacido en la zona rural de Lagos de Moreno, Jalisco, fue un chico humilde, campesino, que anhelaba ser sacerdote, de esos misioneros de a caballo… Y lo fue, aunque sea por un año en una parroquia rural.

Hoy lo ocupan los grandes problemas de la Diócesis de Nogales, de la cual es pastor, quien accedió a hablar de todos esos problemas para el semanario “Primera Plana”.

Señor, Obispo, aquí en Nogales tenemos una ciudad que está en camino a una tijuanización, yo lo veo muy desordenado en la infraestructura urbana pero también socialmente, veo muchos problemas familiares, veo mucha drogadicción, prostitución, colonias muy abandonadas, pero sobre todo lo que más duele es en el área espiritual, moral, social, ¿cuál es su opinión y qué está haciendo actualmente la Iglesia católica, su obispado para Nogales en este aspecto?

Es muy pertinente su pregunta porque este tema de la descomposición social los obispos mexicanos ya en el 2010 publicamos un documento muy importante, que Cristo nuestra paz México tenga vida digna, ya desde ahí al hacer un análisis del contexto mexicano señalábamos tres cosas que tiene vigencia:

Había una descomposición del tejido social porque había crisis de moralidad, crisis ética; es decir los valores se vinieron abajo y al haber crisis en legalidad ya no interesa cumplir la ley, al haber crisis moral o ética ya no interesan los valores, por lo tanto ya no interesa la vida, se puede disponer de la vida como uno quiera… y luego la descomposición del tejido que va creando toda esta inestabilidad social.

Evidentemente ese análisis tiene vigencia y más en la frontera, en la frontera se agudiza porque no hay proyectos a largo plazo, proyectos en las políticas públicas porque llega, independientemente del partido, un gobierno, llegan los servidores públicos y tienen una mirada muy corta de tres años y luego si tenemos suerte llega alguien del mismo partido a servir… puede haber algo de continuidad ¿pero cuando no se da esto…?, así es: lo que hizo el anterior “yo no le doy continuidad para que se vea lo que yo voy hacer” y por lo tanto no se avanza, eso lo vemos a nivel nacional, a nivel estatal, a nivel municipal, quedan trabajos y proyectos que quedan a medias, ejemplo: se inauguró los últimos días cuando no el último, de Peña Nieto, la autopista de Sonora, desde allá de donde comienza el Estado hasta Nogales y el secretario de Comunicaciones y Transportes dijo: inauguramos aunque le digo Presidente que nos faltan 38 kilómetros por terminar. Yo en Navidad me fui por tierra y casi iba midiendo los kilómetros que faltan por terminar y no sé cuánto salen más de cien kilómetros que faltan por terminar, basta ver lo que falta de aquí a Santa Ana, ese es un ejemplo concreto de que se inaugura algo que no está terminado y se le deja al siguiente que termine.

Estoy interesado en saber su opinión sobre el tema (tenemos problemas estatales y nacionales), hace unos días en noviembre o diciembre hubo una marcha en contra del aborto, de católicos a nivel nacional y creo que de otras organizaciones, en el gobierno federal prácticamente hubo una embestida y hay un movimiento ideológico de la izquierda favorable al aborto ¿Usted qué piensa?

Lo que hay que opinar es lo que la Iglesia tiene que ofrecer y defender, hay valores y principios que no son negociables, no es para que el que esté en el momento lo que se le ocurra ¿cuáles son estos principios? Se llaman principios y valores perennes que valen para siempre… Es el respeto a la vida desde su concepción natural hasta su muerte natural y si la Iglesia es servidora del Evangelio, y el Evangelio es buena nueva, tiene que ser coherente y siempre defender la vida, entonces no es que es porque ¡ah es un asunto de la Iglesia! No, es un asunto de ley natural, todos tenemos este principio que lo llevamos inherente, la ley natural de que tiene que ser respetada la vida en todas partes y en todo ser humano independientemente de su color, de su raza, de su profesión y de su confesión de fe, creyente o no creyente. 

Entonces cuando un gobierno quiere imponer algunas medidas o políticas que van contra estos principios, pues hay que decirle que no está en lo correcto, porque luego vienen las falacias, equívocos de hacer creer a las personas sobre todo a la mujer a quien le enseñan, “tú eres dueña de tu cuerpo y tú puedes hacer lo que tú quieras”, no; y “tú eres dueño de tu vida tu puedes quitártela cuando tú quieras”, no. Somos administradores de la vida, entonces este tema y otros entran en este marco de la ley natural principios perennes y que los gobiernos legítimamente constituidos tienen que defender estos principios y defender a la persona porque entonces no es que conceden que se defienda la vida, no, no puedes conceder algo que ya es inherente a la persona… entonces esto no está claro para algunos porque nos falta formación.

¿Falta formación a nuestros gobernantes?

Falta formación en todos los ámbitos.

Aquí en Nogales, volviendo a lo local, ¿Tuvo que hacer cambios, como encontró la Iglesia, el edificio incluso del obispado ahorita de la catedral? ¿Ha tenido que hacer cambios? ¿Los sacerdotes cómo lo recibieron?

Ya vamos para el cuarto año de mi llegada en mayo del 15 llegué y para el 22 de mayo ya son cuatro años, evidentemente que esta es una diócesis nueva, se desprendió toda de la arquidiócesis de Hermosillo hablando del territorio, entonces una diócesis nueva conlleva ya unos retos de por sí, en dos vertientes, una, el reto de la evangelización, todo lo que es la pastoral, el anuncio del evangelio.

Pero también lleva otra vertiente de las infraestructuras y hay que trabajar al unísono porque tenemos que tener las infraestructuras y es donde hemos tenido un poquito más de dificultad porque no contamos con los medios necesarios, por ejemplo nos hace falta catedral, nos hacen falta una curia diocesana adecuada para poder recibir todo lo que se requiere en una curia; tribunal eclesiástico, distintas oficinas para los distintos servicios, también se necesita tener Seminario, hemos improvisado una casa que era un asilo, el de la madre Conchita, todo esto son retos, se van dando pasos lentos pero seguros hacia allá. 

También los sacerdotes quedaron muy pocos para esta diócesis, tan vasta en territorio y población, y solamente quedaron 35. Nos hacen falta agentes de pastoral cualificados como lo son los sacerdotes, pero tenemos también religiosas que nos están ayudando y gracias a Dios vamos entendiendo que los laicos tienen un papel muy importante en esto de la evangelización.

Entonces tarea de su servidor es y ha sido en estos años comenzar un proceso de pastoral hacia un plan diocesano, y el proceso significa camino, y en el camino significa formación de nuestro laico, entonces yo he insistido mucho en la formación, formación humana pero también formación bíblica, conocer nuestra fe para poder entonces entusiasmarnos y desde ahí involucrar a otros; porque esa es la tarea del Obispo, ser un impulsor de la evangelización, le toca al Obispo venir para santificar, pero también para enseñar y para regir, o sea, también dar normas pero lo primero es la evangelización y los sacerdotes gracias a Dios han entendido y han caminado con esto de evangelizar, la tarea primordial de un sacerdote.

¿Estaban muy dispersos, muy alejados de la cabecera?

Exactamente, algunos se sentían así, no tomados en cuenta, entonces al descubrir que tienen muchos valores y tratar de promoverlos pues ha habido una respuesta muy positiva de sacerdotes con tantos dones que los tenían enterrados, las minas que dice el evangelio, esas dones esas cualidades, y ahora que se les han dado encomiendas ha aflorado toda la riqueza humana y espiritual que tienen en bien de esta Iglesia particular que tienen que se llama Diócesis de Nogales.

A mí me tocó estar cuando estaba el Nuncio papal Giuseppe Bertelo cuando empezó a caminar la idea de hacer una diócesis… y se hicieron unas alegatas

Si porque para una diócesis nueva tienen que verse muchos factores, poblacional, número de católicos, el aspecto económico, el aspecto situación política, si la diócesis se crea y va a poder avanzar, sobrevivir en todos los aspectos, si es autosustentable, los sacerdotes como digo quedaron pocos, pero con la ilusión de que se ordenen más.

Me acuerdo que Monseñor Ulises no quería esta nueva diócesis…

Si fueron como diez años de estudio, de preparación

Yo hice un artículo que le puse todos los caminos conducen a Roma porque la decisión se fue para allá…

Si, a Roma viene lo que a Roma va… (risas)

¿Así que hay el proyecto de construir una nueva catedral o una verdadera catedral?

Si está en la mente, pero la realidad nos va llevando por otros destinos que necesitamos pensar muy bien, crear un patronato, conseguir un terreno y después los medios para construir  y no podemos ahorita o al menos no visualizamos que sea prioridad esto a corto plazo, porque no tenemos los recursos.

¿No se siente un poco como el padre Kino, perdido en el desierto o predicando en el desierto?

No me siento tanto porque al padre Kino le tocó un terreno muy extenso, pero sí a veces no digo que llega un desaliento, pero cuantas veces uno quisiera tener muchas cosas ya realizadas, hechas y dices ¿cómo? Por ejemplo catedral, seminario, nos hace falta urgentemente una casa para ejercicios, tenemos que ir a los ejercicios de sacerdotes a las reuniones a conseguir la casa de San Ignacio que está ahí cerca de Magdalena que pertenece a la otra diócesis. 

Yo digo ojalá ya tuviéramos un lugar así para encuentros; nos hace falta un auditorio para poder ofrecer ahí cursos, ofrecer incluso a nivel municipio abrirlo y en ese auditorio ofrecer eventos culturales elevar el nivel aquí cultural, traer la sinfónica, traer obras de teatro, eventos, así que la sociedad los está necesitando porque veo que aquí hace falta en Nogales los lugares de esparcimiento, los lugares de encuentro; no tenemos plazas extensas.

En cuanto a la migración ahorita comentó que tiene prácticamente una diócesis migrante… ¿Qué obras tiene la Iglesia para atender a la migración? Está el albergue del padre Prisciliano y ¿Qué otros?

No tengo aquí un directorio, pero a nivel nacional hay más de 70 albergues para migrantes en las distintas diócesis, pero aquí nosotros concretamente tenemos en Altar con el padre Prisciliano una labor muy bonita de recibir, acoger, orientar, ayudar, pero también ya estamos consiguiendo un terreno en Caborca para hacer una casa del migrante allá, sin embargo se tiene un comedor para migrantes y más de 200 desayunos al día. Y en Agua Prieta también tienen la Casa del Migrante y aquí en la ciudad, en la administración pasada se concedió un comodato, un espacio para los indigentes en la Buenos Aires, ahí el padre Samuel encargado de la pastoral social tiene esa parte; pero necesitamos también aquí conseguir un espacio para una casa del migrante porque son muchos también los que llegan, en proporciones menos que Tijuana y Ciudad Juárez, pero también llegan y necesitamos atenderlos. 

Nos damos cuenta que también hay muchas personas que caminan por la calle, cuando llego aquí en las mañanas, hay muchas personas que buscan trabajo, señores jóvenes y ahí se la pasan con la esperanza de que al mediodía aquí el comedor de catedral atendido por las hermanas de Santa Ana les ofrecen comida y es curioso que después de las dos de la tarde o de la una y media comieron algo y desaparecen, sabe a dónde irán a buscar la cena, son personas muy necesitadas. 

Necesitamos esa coordinación también con el gobierno en turno y las distintas comunidades religiosas, me refiero a las parroquias, para poder atender esto, dar de comer al hambriento, vestir al que lo necesita, aquí también queremos que estas personas que han llegado, muchos no son de aquí. Llegaron con la ilusión de cruzar la frontera no pudieron y muchos no pueden regresar a su tierra, porque no tienen los medios económicos porque les da vergüenza porque salieron para mejorar la vida de la familia y no sucedió, entonces se quedan aquí y son presa fácil para la delincuencia, al no tener trabajo pueden tener distintas ofertas inapropiadas y pueden ser que se enganchen en alguna de ellas.

Esas son de las problemáticas sociales y hay que estar atentos porque si no ofrecemos los medios necesarios para conseguirles un empleo o donde vivan temporalmente o recursos para que regresen a sus lugares de origen pues vamos a tener aquí que poco a poco va a ir creciendo esta comunidad deambulante.

¿El comedor de Iniciativa Kino pertenece a la Diócesis?

Sí, están vinculadas con la diócesis pero es la Iniciativa Kino, de los padres jesuitas, ahí por Mariposa y son bastantes los que se reciben los que se atienden y también el ideal es no solamente darles sustento, sino el apoyo legal jurídico para su situación, que la Iniciativa Kino lo está haciendo. Ya están vinculados en primer lugar con los hospitales para los que llegan ahí con situaciones de salud delicada puedan atenderlos pero también los que llegan sin papeles cómo ayudarles a conseguir sus documentos y orientarlos, entonces ya están vinculados a algún bufete donde los abogados que los están ayudando como voluntariado.

¿Y las caravanas que salieron  de Centroamérica, como la de Honduras, son algún tipo de señal para la Iglesia que tanto trabajo hace en esto?

Es señal de la situación tan delicada que viven en Centroamérica, de violencia de falta de trabajo, de inseguridad, los hemos escuchado: “de morir aquí en mi tierra, pues voy a arriesgarme, prefiero morir en el camino», y con la esperanza de llegar a la frontera que para algunos se las han pintado muy fácil que tocando el muro se abrieron las puertas para cumplir el sueño americano, y nos damos cuenta que no es así, afortunadamente a lo largo del territorio mexicano. 

Y esa polémica que se hizo, la gente hubo animadversión contra los migrantes en la primera caravana, ¿Qué les diría usted a los fieles… en ese sentido?

Hay que ser hospitalarios y yo entiendo que algunos migrantes tuvieron actitudes inapropiadas, se mostraron incluso a veces hasta exigentes con lo que se les ofrecía y eso disgustó a algunos feligreses, sobre todo a los ciudadanos de acá de Tijuana, en concreto y como decía el presidente, pues es muy fácil que los presidentes municipales o gobernadores por donde pasaron les ayudaron, tres días, pero ayudarlos ya una semana o un mes pues ya es un gasto fuerte para el municipio o para el estado; y tiene razón en eso que falta una programación de políticas a nivel federal el apoyo para todo el tránsito del migrante por nuestro país.

En esta nueva diócesis de Nogales no hay que inventar el hilo negro, su prioridad es atención a los migrantes, este rubro que tanto miedo se le tiene a veces a las caravanas, al migrante, pero recordemos que toda persona tiene derecho a migrar y si realizan la salida de sus países o de sus ciudades es porque buscan mejorar, es porque no se han dado las oportunidades o facilidades en sus lugares donde están y eso es responsabilidad de los gobiernos locales.

Yo siempre he dicho cuando hay migrantes no hay que criminalizarlos o verlos como un problema sino que traen una experiencia humana y espiritual muy fuerte, traen todo un bagaje y vienen a sumar no a restar; si cambiamos esa óptica y atender a las personas de donde estamos como servidores públicos como pastores de la Iglesia, la persona en el centro.