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En playas de Guaymas se reservan el derecho de admisión

Por Gerardo Moreno

“Por qué estás tomando fotos, quién eres”, fue el primer comentario que realizó el guardia de seguridad que custodiaba la entrada de la playa Los Algodones de San Carlos Nuevo Guaymas, mientras él sacaba su teléfono y comenzaba a grabar. El problema es que bajo pretexto de ser propiedad privada ahora se cobra 30 pesos por vehículo para ingresar a la playa que históricamente era totalmente libre.

Ahora enseguida del letrero que esta sobre la carretera que indica la ubicación de la Playa Los Algodones se encuentra un cerco de maya ciclónica y una entrada que permanece cerrada de las nueve de la noche a seis de la mañana. Unos metros adelante se encuentra una caseta de cobro llena de letreros que indican que es propiedad privada y hay un estacionamiento de cooperación que exige el pago de una cuota por entrar.

También que se multará a quien utilice vehículos automotor en la playa y dunas, a quien tire basura en el suelo o realice fogatas. De igual forma, una flecha que indica un estacionamiento gratis a un lado de la caseta que se puede utilizar para que dejes ahí tu carro e ingreses caminando a la playa pasando un tramo de alrededor de 500 metros.

Cuando se le preguntó al guardia qué ofrecen por el cobro, con evasivas y mientras seguía exigiendo el pago de los 30 pesos a los automovilistas que llegaban, les entregaba un boletito y pegaba una calcomanía circular color naranja en el parabrisas, contestó que limpieza y seguridad para que las familias disfruten la playa.

“Nosotros vigilamos el acceso a la propiedad, que no haya discriminaciones, que no haya pleitos, que no haya esas cosas”, dijo parcamente el guardián.

 Con el acceso restringido a la playa Los Algodones, los dueños de los predios “hacen su agosto” con los turistas.
Con el acceso restringido a la playa Los Algodones, los dueños de los predios “hacen su agosto” con los turistas.

La situación es que hace algunos meses se comenzó a cobrar 30 pesos por vehículo que ingrese al predio Los Algodones, junto a la playa del mismo nombre, bajo pretexto de darle mantenimiento al lugar, colocar baños y levantar la basura. Esto gracias a una concesión que una empresa particular llamada Grupo Caballero consiguió para cobrar el estacionamiento, rentar de carpas y cuatrimotos. Todo permitido por el Ayuntamiento de Guaymas.

Las opiniones por esta situación están divididas, desde quienes dicen que está bien para mantener controlado el acceso al balneario hasta quienes se inconforman porque se impide el libre acceso a la playa y que está violentando la Ley para favorecer a unos particulares.

Más playas que “cobran piso” a turistas

Predios cercados impiden el libre paso a los bañistas en playas de San Carlos.
Predios cercados impiden el libre paso a los bañistas en playas de San Carlos.

Existen otros ejemplos como el de Los Algodones, donde los dueños de los terrenos pegados a los litorales marítimos construyen complejos privados, hoteles, cercan sus tierras sin dejar el libre paso a las playas al resto de los ciudadanos.

Es el caso de la Playa San Francisco, a la entrada de San Carlos, donde los dueños de un predio contiguo al balneario colocaron bardas y están en proceso de construir una palapa —por el momento la obra está clausurada—.

En esta playa ya hay terrenos cercados con alambre de púas y la leyenda propiedad privada en su interior.

Los habitantes del lugar y turistas que cada año visitan San Carlos están con el temor de que al paso del tiempo ya no exista un solo lugar donde puedan ingresar a las playas de ese destino sin que les cobren ni un solo peso.

También hay denuncias ciudadanas de restricciones en la playa Las Conchas de Puerto Peñasco, así como la Península de San Jorge en Caborca y algunas zonas residenciales en Bahía de Kino Nuevo en Hermosillo.

Al margen de la Ley

Según el artículo siete numeral cuatro de la Ley General de Bienes Nacionales, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 20 de mayo del 2004, señala que: “Son bienes de uso común las playas marítimas, entendiéndose por tales las partes de tierra que por virtud de la marea cubre y descubre el agua, desde los límites de menor reflujo hasta los límites de mayor flujo anuales”.

También marca como bienes de uso común la zona federal marítima terrestre (20 metros después de la marea más alta), los puertos, bahías, radas y ensenadas. Así como los diques, muelles, escolleras, malecones y demás obras de puerto de uso público. Y los cauces de las corrientes, vados de los lagos, lagunas y esteros de propiedad nacional, las riberas y zonas federales de corrientes.

Y va más allá al asegurar en su artículo octavo que “Todos los habitantes de la República pueden usar los bienes de uso común, sin más restricciones que las establecidas por las leyes y reglamentos administrativos”. Es decir, que todas las playas de Sonora deben contar con acceso libre al público.

Sin embargo, los dueños del predio Los Algodones aseguran que no se está impidiendo el acceso a la playa de personas solo de vehículos, que cualquiera puede entrar caminando o por los costados del litoral marítimo, que es su derecho restringir el acceso por ser propiedad privada y al parecer seguirán haciéndolo. En Sonora el libre acceso a las playas y el afectado seguirá siendo la sociedad en general al no poder disfrutarlas a plenitud.