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Expertos continúan con trabajos de conservación en La Pintada

Una década de investigación arqueológica y conservación se cumple en La Pintada, el sitio con pintura rupestre más importante de Sonora donde fueron plasmados más de dos mil motivos pictóricos.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó que un grupo de expertos trabaja en la conservación del sitio y prepara un circuito de visita para que el público pueda hacer recorridos en la zona.

Este trabajo de investigación y conservación forma parte del Programa de Conservación de Manifestaciones Gráfico-Rupestres que desarrolla el Instituto a través de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC).

Este proyecto está a cargo de la restauradora Sandra Cruz, con 15 años de trayectoria en la intervención de representaciones prehispánicas y quien reconoce que «La Pintada en uno de los más grandes desafíos que he enfrentado».

En esta décima temporada, el panel principal nombrado Elemento «G» es el que recibe tratamientos de conservación, ya que en este se encuentran pinturas que abarcan desde la época prehispánica hasta el periodo de contacto con la cultura hispana.

Para su conservación, los especialistas hidratan y aplican la pasta, la cual permitirá reconstituir las redes de sílice que componen la roca para que de esta forma se encuentre firme, sin fisuras y evitar exfoliaciones, este mismo proceso se aplica en el ribete de escamas.

Los especialistas realizan este procedimiento con instrumentos de médicos y dentistas, además requiere dedicación personal en cada superficie, que lo asemeja a un trabajo artesanal.

Los tres primeros años fueron fundamentales para definir la técnica que se utilizaría en los paneles afectados por elementos como el tiempo y la naturaleza, también se contó con un especialista en geología para comprender las características del sitio.

Asimismo, se desarrollaron materiales y procedimientos de conservación para cada una de las pinturas, creados con elementos compatibles y de origen natural.

En e cuarto año se adentró en el Elemento «G», para el cual se requirió de una infraestructura de andamios; el trabajo se realizó por secciones divididas en siete niveles y tres tramos en horizontal, determinados por arqueólogos y restauradores.

Actualmente se trabajan en los niveles cuatro y cinco. Los especialistas comienzan su trabajo desde las ocho de la mañana, suben una ladera accidentada y posteriormente descienden por el despeñadero mediante cuerdas. A nivel de piso, suben por el lado contrario 25 metros hasta la boca del abrigo.

Notimex