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Internado Cruz Gálvez, un siglo educando y formando

Por Gerardo Moreno

Nació en septiembre de 1919 como una institución que atendía a los niños huérfanos que dejaba la Revolución Mexicana, ahora está transformado en un lugar donde menores de bajos recursos encuentran una oportunidad para salir adelante, se trata del Internado Coronel J. Cruz Gálvez, que está cumpliendo 100 años de existencia en Hermosillo, Sonora.

A la mayoría de las personas que vivimos en Hermosillo, de niños nos dijeron que si nos portábamos mal sería llevado a la Cruz Gálvez. Eso abonó a que se creara una imagen de que era un reformatorio, cuando en realidad es un lugar que da educación integral a menores que, de otra forma, prácticamente estarían en la calle.

El director del Internado, Obed González Reyna, platicó dentro de la misma biblioteca recién remodelada, que este tabú sí existe porque la gente realmente no conoce la labor que ahí realizan.

Obed González, director del Internado, platica un poco de la historia y el trabajo que hoy realizan.

“Se piensa que es un reformatorio y sí somos un reformatorio pero porque reformamos la vida de los niños de una manera positiva, damos una oportunidad que les han negado. El Internado atiende a niños de escasos recursos y de condición vulnerable que sus padres no pueden hacerse cargo de ellos por cuestiones socioeconómicas o laborales o que no tienen los recursos para sostenerlos”.

La historia

El internado nace de la preocupación del entonces General Plutarco Elías Calles, quien veía que la guerra se estaba extendiendo demasiado y que muchos hombres morían en batalla dejando a sus hijos huérfanos e indefensos.

De esa manera se acercó a su lugarteniente, el Coronel José Cruz Gálvez, quien era originario de Mazatlán, Sinaloa, y le propuso que concluyendo la guerra debían construir un orfanato donde se eduque a los niños pero también se les enseñe algún oficio que les sirva para vivir.

“Le expresaba su preocupación porque los niños no cayeran en las garras de la criminalidad o la indigencia. Entonces le proponía a Cruz Gálvez construir un auspicio donde los niños además de aprender educación básica recibieran talleres de capacitación para la vida y eso les ayudara incorporarse al aparato productivo y se convirtieran en siervos útiles a la nación”.

Alejandro Elías Calles, presidente del Patronato de Benefactores del Internado Cruz Gálvez.

La propuesta fue que si alguno de los dos fallecía en batalla el otro debía procurar construir el internado y le pondría el nombre de su compañero caído. Desgraciadamente en una batalla el Coronel Gálvez sufrió una herida grave y falleció al tiempo después, el cinco de octubre de 1915.

En 1917 Plutarco Elías Calles es nombrado Gobernador provisional de Sonora y ahí se acordó de la promesa que le hizo a su compañero y comenzó la recaudación para construir el internado.

Cuentan los historiadores que al inicio la intención era recaudar 50 mil pesos para la construcción del lugar y gracias al apoyo de las familias sonorenses se logró juntar 250 mil pesos. Con lo cual en septiembre de 1919 el Internado J. Cruz Gálvez abría sus puertas en el número 93 de la Calle Revolución esquina con la calle Cruz Gálvez, en la colonia Centro.

Al inicio era una escuela solo para hijos de militares, pero luego se transformó en un lugar donde se atienden a menores de escasos recursos de la periferia de la ciudad, la zona rural oriente y el Poblado Miguel Alemán.

Educación Integral

El Internado Cruz Gálvez es un lugar lleno de vida, donde los niños corren por sus patios, juegan, aprenden y tienen la atención que en su casa no les pueden darles. A través de varios convenios reciben clases artísticas y diferentes programas de intervención social.

“Hemos recibido apoyos de distintos organismos, universidades, instituciones, tanto públicas como privadas y tratar de fortalecer ese aspecto social, humano, relacionado con la atención de los niños del internado”.

Hoy es un centro registrado como escuela primaria, donde por las mañanas se dan clases normales y por las tardes continúan los talleres de capacitación para la vida, todos certificados al nivel de un Conalep, Cbtis o el mismo Icatson. Además de actividades recreativas y culturales.

“Talleres como herrería, carpintería, electricidad, corte y confección, bordados, serigrafía, etcétera… También tenemos un taller de danza, un taller de música y dentro de las actividades extracurriculares que tenemos en el internado que son formativas tenemos un proyecto de natación”.

Actualmente se atienden a alrededor de 200 niños y niñas de diferentes grados escolares, donde no solo se les dan herramientas educativas y de desarrollo personal, sino que literalmente representan su única opción para salir adelante.

“No se trata de nosotros o lo que podemos hacer, se trata de brindarle a los niños mayores estados de bienestar, brindarles mayores oportunidades, que tengan un futuro más cierto de lo que tienen en sus casas”.

Realmente funciona

Uno de los egresados más destacados del Internado Cruz Gálvez es el actual alcalde de Cumpas y ex Gobernador de Sonora, Samuel Ocaña Moreno, quien aseguró que lo enseñado en ese tiempo de su niñez le sirvió para ser la persona responsable y comprometida con su estado que es ahora.

“Había disciplina, nos enseñaban a tener responsabilidad, cumplir con las obligaciones. Eso es básico para el desarrollo de la vida de cualquier persona… si no hubiera en la Cruz Gálvez, no sé si allá en el sierra me hubiera agarrado a balazos o tal vez viviera en Estados Unidos”.

Recordó que los recuerdos más preciados son todos sus amigos, con quienes convivió toda su niñez. Por lo cual ahora desde el patronato también apoya para que continúe.

Uno de los egresados con más años es el señor Jesús María Ruiz, quien actualmente tiene 102 años de edad y todavía recuerda las enseñanzas que obtuvo en el internado Cruz Gálvez, donde fue matriculado en 1925.

“Duré en la escuela cinco años, cuando me matricularon tenía ocho años. Mi mamá estaba sola porque mi papá estaba en la revolución. Ya en la guerra lo fusilaron, pero no le dieron el tiro de gracia sino que con la culata le quebró la nariz y de eso vino muriendo en 1928, pero yo ya estaba en internado”.

También esta Víctor Raúl Burton Trejo, de 83 años, recordó que eran 12 hijos, él fue el cuarto hijo de su familia. Entró a la Cruz Gálvez al cuarto año de primaria, ya que su padre se fue a trabajar a los Estados Unidos.

Ahí aprendió el oficio de herrería y de telegrafista, con esos oficios pudo comenzar a trabajar hasta que logró entrar a trabajar a la Comisión Federal de Electricidad y desde el puesto más bajo del tabulador creció hasta nivel de jefe y con eso pudo salir adelante.

Un lugar de historia y orgullo Sonorense

Luis Guillermo Romo Padilla, nieto del Ingeniero Romo que fue la persona que construyó el edificio del Internado Coronel J. Cruz Gálvez. Platicó que hubo un concurso para hacer este edificio y el ganó, ahora están orgullosos de que su abuelo sea alguien tan reconocido en Sonora.

“Yo de niño y joven conviví mucho con él, no era una persona expresiva, le teníamos que sacar las cosas con tirabuzón, pero era una persona muy inteligente”.

Dijo que saber que la obra del Internado aún se conserva en su estructura original y que sea un edificio icónico para los Hermosillenses, es algo que llena de orgullo a todos los miembros de su familia y es algo dingo de presumir.

Por su parte, el tataranieto del General Plutarco Elías Calles, Alejandro Elías Calles, fue nombrado este mismo año presidente del Patronato de Benefactores del Internado Cruz Gálvez, algo que dijo le llena de orgullo pues ayudará que la obra de sus antepasados continúe generando beneficios para los más desprotegidos.

“Es un reto enorme el que tengo pero lo aceptó con mucho orgullo porque el instituto es con la intención de educar a las niñas y los niños, que tengan un lugar donde estar y se les enseñaba artes u oficios no. Que la día de hoy se sigue impartiendo esas artes”.

Señaló que está muy agradecido que sus compañeros del patronato hayan pensado en él para presidirlo, ya que realmente existe una necesidad y como sociedad civil debemos poner de nuestra parte para ser una verdadera ayuda para los pequeños que menos tienen.

“Se ha visto aquí en el patronato que si existe esa necesidad y creo que la sociedad civil podemos abonar un poquito y poner nuestro grano de arena en este sentir”.

Pide apoyo social.

Para festejar el centenario del internado y a la vez conseguir fondos para mantener su gran labor, el patronato y la Secretaría de Educación y Cultura están organizando una cena de gala el próximo 26 de septiembre

“La idea es esa recaudación de fondos aplicarla en algo que creemos puede ser de mucho beneficio para los niños… Es la primera vez que se está formando así y la verdad el patronato yo lo veo con un entusiasmo increíble y se los he agradecido mucho”, comentó Alejandro Elías Calles, presidente del Patronato.

Por su parte, David Palafox Celaya, subsecretario participación social de la SEC, explicó que el evento será a las 7:00 de la tarde en las mismas instalaciones del instituto.

“Estamos invitando a todos los sonorenses para que conozcan parte de la historia del instituto Cruz Gálvez pero también para que apoyen en la recaudación de fondos para el mantenimiento, para la rehabilitación y para la consecución de cualquier producto articulo o necesidad que aquí se requiera”.

Los boletos se pueden adquirir en las oficinas de la Cámara Nacional de Comerciantes (Canaco) Hermosillo, ubicadas en Gastón Madrid entre Guerrero y Enrique García Sánchez, en la colonia Centro.

Pero también todo el año el Internado Cruz Gálvez tiene un lista de necesidades que cubrir, para apoyarlos solo deben acudir a sus instalaciones y donar.