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Pavimentación en Palo Verde, la eterna promesa incumplida

El  dinero se utilizó para otras cosas, les dijeron a los vecinos de la Privada De los Reyes cuando reclamaron por el recurso del Ramo 33 etiquetado para la pavimentación de su calle

Por Imanol Caneyada

Hace veinte años, Jorge Valencia, alcalde de Hermosillo 1997-2000, recibió la petición de los vecinos de la Privada de los Reyes, en la colonia Palo Verde, de que se pavimentara la calle; nunca obtuvieron respuesta, nos cuenta Abraham Duarte Ruiz, habitante de la única vía en los alrededores que, dos décadas después, sigue siendo tierra y polvo.

Posteriormente, durante el trienio de Ernesto Gándara Camou (2006-2009), a través del Consejo Municipal para la Concertación de la Obra Pública, bajo el esquema mixto de aportaciones de los ciudadanos y el ayuntamiento, se acordó el pavimentado de la misma.

Los vecinos, recuerda Abraham, pusieron cada quien la parte que les correspondía, algunos todo de un golpe, otros, en abonos.

Pasaron los meses, los años, terminó el trienio y nadie llegó a realizar la ansiada obra; los habitantes, desanimados, recuperaron el dinero del fondo y se tragaron su frustración.

No sabemos qué pasó, nos confiesa Duarte Ruiz, tal vez hubo intereses y presiones políticas que impidieron hacer la obra.

Nunca nadie les dio una explicación.

Un año después, en el 2010, ya con Javier Gándara como presidente municipal, los habitantes de la Privada de los Reyes creyeron que esta vez lograrían el ansiado objetivo.

Un recurso federal perteneciente al Ramo 33 había sido aprobado y etiquetado para la pavimentación y arreglo del drenaje pluvial de dicha calle, con el número de obra 61.

Una de las últimas peticiones que los habitantes del sector hicieron a CIDUE Hermosillo.
Una de las últimas peticiones que los habitantes del sector hicieron a CIDUE Hermosillo.

De ello da cuenta el oficio que el 17 de noviembre de 2016 entregó el Comité de Vecinos, encabezado por Olivia Medina Partida, al actual ayuntamiento, dirigido a Manuel Ignacio Acosta, en el que le recuerdan que hace treinta años que llevan solicitando la obra referida sin mayor éxito.

En su momento, el entonces secretario de la SIDUR, Enrique Torres, cuando los vecinos le inquirieron sobre el recurso federal etiquetado para el caso, éste les respondió que el dinero se había utilizado en otras obras, recuerda Abraham Duarte.

No es la única respuesta cínica que han recibido los habitantes de esta cerrada: recientemente, Saúl Rubio Orozco, jefe del Departamento de Planeación de la Coordinación General de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Ecología del ayuntamiento de Hermosillo, les sugirió que buscaran una suerte de padrino político de mayor peso en el gobierno del Estado o en el Congreso para impulsar la obra.

Asimismo, un ingeniero de esta misma coordinación cuyo nombre no recuerda el vecino entrevistado, les dijo que consiguieran un predio de un particular paralelo a la privada en donde construir el drenaje pluvial, de esta forma no tendrían que abrir la calle y reparar la tubería de asbesto que cuenta con 30 años de vida.

Soluciones improvisadas y evasivas han recibido hasta ahora los habitantes de De los Reyes, a quienes a últimas fechas ni siquiera han querido recibir en el ayuntamiento, asegura Abraham Duarte, a pesar de que en un mitin celebrado por Ignacio Manuel Acosta en la colonia Palo Verde durante la campaña electoral que le llevó a la alcaldía, se comprometió con los vecinos a arreglar el drenaje pluvial y asfaltar la privada.

No es un capricho, el problema que enfrentan los habitantes de este tramo de terracería afecta ya a su patrimonio y su salud.

Con las lluvias recientes, como el drenaje pluvial es inservible, la calle se inunda y el agua se regresa por los desagües de las duchas y las tazas de baño.

Además de la constante polvareda que se levanta con el paso de los automóviles, la cual penetra en los hogares causando problemas respiratorios en una población compuesta mayoritariamente por adultos mayores.

Por ello, el clamor de los vecinos de la Privada de los Reyes no cesa, a pesar de que llevan al menos veinte años haciéndolo.