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Prevén dejar en libertad a ‘Mamá Rosa’

Tomás Zerón, director de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, dijo que Rosa del Carmen Verduzco, «Mamá Rosa», directora del albergue «La Gran Familia», podría ser dejada en libertad, ya que no tiene una orden de aprehensión.

-¿Hay una orden de aprehensión en su contra?, se le preguntó en el noticiero televisivo de Primero Noticias.

«No», respondió.

-¿Lo más probable es que salga libre?

«Muy probablemente, estamos en los términos, sería cuestión de horas, probablemente mañana».

Sin embargo, informó que sí hay imputaciones directas en contra de otras cuatro personas de la casa hogar por maltrato físico en contra de menores, lo cual se está investigando.

«Hay imputaciones directas contra cuatro personas y probablemente dos más», mencionó.

El funcionario indicó que «Mamá Rosa», quien está hospitalizada, ya se encuentra estable, por lo que podría rendir su declaración en las próximas horas.

Rechazó que detención de Verduzco se trate de un «michoacanazo», como lo señalaron grupos de intelectuales y activistas.

Rosa Verduzco, fundadora del refugio "La gran familia", almuerza hace un mes en ese local (AFP)
Rosa Verduzco, fundadora del refugio «La gran familia», almuerza hace un mes en ese local (AFP)

«Hay verdades de los dos lados. Yo creo que la labor del albergue en su momento fue bueno; sin embargo, hoy la señora, con 80 años de edad, tener el control de 500 personas en ese complejo de esta magnitud, yo creo que en el camino perdió el control», dijo.

«Yo no lo veo, es válido que se existan expresiones así, hoy lo que estamos haciendo en la Procuraduría por instrucciones del Procurador es trabajar en una iniciativa la cual se pueda mandar al Congreso para la regulación de todos estos albergues».

El actuar de la PGR, aseguró, está siendo muy responsable y apegado a derecho.

Obligada a trabajar por $300 al mes

Rosa del Carmen Verduzco «Mamá Rosa» impuso un sistema de semi esclavitud en la casa hogar la Gran Familia, pues algunos de los jóvenes relatan que al cumplir 18 años, la directora impidió que abandonaran el lugar y los obligó a trabajar sin paga o con sueldos de no más de 300 pesos mensuales.

Testimonios de los menores señalan que la octogenaria ordenaba encerrar a los niños que no estudiaban en un cuarto de hacinamiento llamado «El Pinocho», conocido así por una pintura del muñeco de madera y de Jepeto.

Allí podían pasar hasta dos semanas, sin comer todos los días.

Un menor de edad manifiesta abiertamente tener «resentimiento y coraje» por todo lo que le sucedió durante 4 años en el albergue.

En el 2010, cuando tenía 12 años de edad, su madre lo internó en La Gran Familia para que estudiara a partir del sexto año.

Él y sus amigos denominaban desde entonces a la casa hogar como «La Gran Perrera».

Este adolescente tenía habilidades musicales, pues aprendió en ese tiempo a tocar la tuba, la trompeta y el trombón. Pero su talento también fue contraproducente, porque afirma que «Mamá Rosa» lo obligó a ser maestro de música sin tener un solo peso de remuneración.

Su rebeldía ante esta imposición lo envió una temporada a «El Pinocho», donde cuenta que bajó de peso.

«Odio a La Gran Perrera», resumió este chico de 16 años, después de ser liberado el martes pasado.

Una chica, hoy de 23 años, refiere que, en su caso, cuando cumplió la mayoría de edad, «Mamá Rosa» le impidió irse y la «contrataron» para lavar las lozas del área de hombres por un sueldo mensual de 225 pesos.

Su abuela también había firmado un acuerdo para que, al cumplir los 18 años, la nieta dejara la casa hogar.

La joven tenía que mantener a sus dos hijas con las que vivía en La Gran Familia, la segunda de ellas producto de los abusos de un guardia que le pidió sostener relaciones sexuales, para dejarla escapar, algo que nunca le cumplió.

El sueldo que le prometieron tampoco era en efectivo, pues 200 pesos se le entregaban a una mujer que le decían «La Gorda» para que fuera a comprarle la despensa de ella y sus niñas.

Desde el 2008 y hasta hace muy poco tiempo, la joven madre sólo recibía 5 monedas de 5 pesos por mes a cambio de sus servicios, según su relato.

«Hace un mes ‘Mamá Rosa’ me dio a cuidar la puerta de las mujeres y me pagaría 400 pesos mensuales y por mis hijas acepté», comentó.

ALBERGUE
AFP | Laurence Cuvillier.-, Matthieu Comin.-, Pablo Cozzaglio

No es el único caso de explotación. Otra de las víctimas liberadas, una mujer que llegó en 1997 al albergue y que hoy tiene 28 años de edad, contó que en el momento en que cumplió la mayoría de edad y pidió su salida, «Mamá Rosa» se dedicó a hacerle la vida imposible.

Para empezar, le dijo que no podía dejarla ir porque el policía que la había llevado al internado cuando tenía 11 años, estaba ilocalizable.

Hace una década, para quedarse en el lugar, la directora le ofreció un trabajo de 300 pesos mensuales.

No tenía alternativa: por esa cantidad debía ser ayudante de cocina y, como castigo por querer salir, debía lavar la ropa de uno de los grupos escolares.

Algunos grupos de niños eran llevados de vez en cuando al circo o a la feria, para divertirse; a ella le prohibieron toda salida a partir de ese momento y la empezaron a vigilar en los pasillos de la casa hogar, por temor a que escapara.

Sus únicas salidas eran con el coro del albergue a eventos en el municipio de Peribán, también en el DF y otras ciudades del Bajío.

Su paga de 300 pesos era relativa, ya que las reglas eran que «si se portaba mal» le quitaban el dinero y por portarse mal debía entenderse desobediencia en cualquier aspecto.

La explotación y sometimiento del que hablan las diversas víctimas rescatadas en el operativo del pasado martes en Zamora, Michoacán, ocasionó que buscaran tener dinero por otras vías.

La mayoría dice que el dinero lo gastaba para comprar comida dentro del mismo albergue, porque las raciones que les daban eran raquíticas.

Para completar su dieta, había menores de edad dedicados a la venta de cigarros a 1.50 pesos cada uno, otros tenían la fortuna de contar con un amigo que había logrado salir o escapar y que les enviaba dinero a través de Elektra, el cual retiraba un tercero que también estaba afuera.

REFORMA