Vórtice

“Que dijo mi mamá que siempre no”

López Obrador quería, nada menos que prescindir de la Cámara de Diputados, para modificar el Presupuesto, quería absorber las funciones exclusivas de un poder soberano ajeno al suyo

Por Dr. Jorge Ballesteros

Con la cola entre las patas, la fracción legislativa abyecta y servil, compuesta por Morena, el Partido del Trabajo y el Verde, reculan para evitar el ridículo a su pretensión de la realización de un periodo extraordinario de sesiones, convocado para renunciar a sus facultades constitucionales y entregárselas a su patrón López Obrador, el cual controlaría el presupuesto para dilapidarlo en sus programas clientelares y obras faraónicas inútiles.

Líderes de Morena en el Congreso de la Unión decidieron abortar la intención de citar a un periodo extraordinario de sesiones y abortar las reformas a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria. Ya que supuestamente el subsecretario de Salud (adulador y cortesano de AMLO), Hugo López Gatell, les recomendó no reunirse ante la fase 3 de la epidemia por Covid-19.

Sin embargo, a todas luces esto parece una movida de Morena para evitar que se dé una de las primeras derrotas frente a la oposición, toda vez que los 13 legisladores de oposición que conforman la comisión permanente, anunciaron votos en contra de instaurar el periodo extraordinario.

Lo que hicieron los grupos parlamentarios de PAN, PRI, MC y PRD es a todas luces loable, ya que además de preservar el orden constitucional se defiende una de las conquistas más emblemáticas de la sociedad, en lo que se refiere a la división e independencia de los tres poderes de la Unión.

El pasado lunes, el Presidente envió a la Cámara de Diputados una reforma al artículo 21 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, con la que la Secretaría de Hacienda (es decir, él) podrá reorientar recursos asignados en el Presupuesto de Egresos para destinarlos a mantener la ejecución de los proyectos y acciones que él considere prioritarias de la administración pública federal.

López Obrador quería, nada menos que prescindir de la Cámara de Diputados, para modificar el Presupuesto, quería absorber las funciones exclusivas de un poder soberano ajeno al suyo. El Presidente tendría facultades plenipotenciarias en lo que a Presupuesto se refiere.

Pretendía dar un golpe de estado en toda la línea, ya que sabe que en el 2021 va a perder la mayoría en la Cámara de Diputados, quería que esto no importara, y que con las reformas, él decidiera qué se hace y qué no se hace con el dinero. La nulificación del Poder Legislativo haría ociosas las elecciones intermedias del año que viene.

Sus asesores del Foro de Sao Paulo le urgen a López Obrador que meta el acelerador en la comunización de México, ¡Ahora o nunca! Ellos saben bien que la figura del presidente y de su partido Morena se ha deteriorado, y que van a perder las elecciones intermedias así como su mayoría en las dos cámaras, la de diputados y la de senadores y que muchos de los cambios que han hecho se les van a revertir.

La sociedad se empieza a organizar y a tener peso en las redes y en la opinión pública, los mismos partidos políticos perdedores de la contienda, se han unido en contra de López y de Morena, han configurado una verdadera oposición en el congreso, los empresarios se han organizado y van por López.

El pueblo, manifiesta el repudio y rechazo a este régimen con burlas crueles y memes en las redes, donde no bajan de tonto e ignorante a AMLO, al que llaman “el cacas” y lo califican como el peor presidente que ha tenido México.

Una gran cantidad de comunicadores de diferentes medios, le tunden a diario a Morena y a su dueño, López Obrador, por su pésimo desempeño en todas las áreas de la administración pública.

Cada vez hay más rechazo de parte de la sociedad a López Obrador y a la 4T, él mismo se ha encargado de polarizarla, al pelearse con todo mundo: con los empresarios, los inversionistas, los periodistas, los policías federales, el personal de salud, los gobernadores tanto de oposición como de Morena, los campesinos por problemas del agua, las feministas, la clase media, etc.

Su aprobación registró una caída en picada de alrededor de más 20 puntos porcentuales. Temas centrales de su administración como la salud, la seguridad, el combate a la corrupción, y la economía, han empeorado.

De acuerdo con un análisis de El Financiero, estas cifras se agravarán a medida que pasen los meses; en el rubro económico, aumentarán los negativos cuando empiecen a mostrarse signos de recesión económica, lo que a su vez impactará en el empleo. A ello se suman las estimaciones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), el cual sigue en descenso, sumado el pésimo manejo de la pandemia del Coronavirus.

Dos son los posibles panoramas que se vislumbran: Logra instaurar una dictadura como la de Venezuela en lo que resta del año, con la desmantelación del Instituto Nacional Electoral INE y la acumulación de cada vez más poder presidencial en sus manos, o en 2021 pierden la mayoría de las cámaras y la oposición les tumba las reformas constitucionales de tipo dictatorial que han hecho y para en seco sus tonterías del tren Maya, la Refinería de Dos Bocas, y el Aeropuerto Felipe Ángeles.

Apostemos por lo último.