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Religioso: matrimonio gay es una sociedad ficticia; adopción sería un peligro

Para el plano moral y religioso, las propuestas de legislar sobre matrimonio igualitario, caen en una “ficción de Ley”, porque van contra del orden de Dios en la naturaleza.

Consultado sobre el tema, el Padre Erick Ballesteros, precisa que el hecho de que los políticos permitan este tipo de uniones no va a quitar la realidad que nunca será un verdadero matrimonio el de dos personas del mismo sexo y esto por disposición natural y por ordenamiento divino.

Explica que tratar de equiparar la unión de un hombre y una mujer con las uniones homosexuales, es carente de legitimidad y valor en el plano religioso y moral, la postura de la iglesia es muy clara: no.

“Desde su origen la práctica del matrimonio homosexual es un pecado es una acción que va en contra de la voluntad de Dios, porque contradice la naturaleza y el fin del ser humano. En el libro Génesis, se escribe por ejemplo, dice que al inicio los creó Dios, varón y hembra y los unió diciendo crecer y multiplicaos y llenar la tierra. Eso significa que Dios está uniendo a un hombre y a una mujer, para que formen una familia y sea fecundo, lo cual en el matrimonio homosexual es a toda vista imposible por lo evidente de eso”.

Mencionó que desde el inicio de la humanidad, se ha considerado al matrimonio como algo sagrado, como el sostén de la sociedad y la crianza de las nuevas generaciones. “Es una sociedad ficticia que es lo que se está haciendo, que es un fruto de devenires ideológicos sin fundamentos en la naturaleza y en la esencia humana ni en el bien social, es un error que hiere la sensibilidad y la sana conciencia moral de la sociedad y va en contra de la voluntad de Dios”.

En cuanto la adopción de niños por parejas del mismo sexo, como lo indica la iniciativa de la diputada Yumiko Palomarez, para la iglesia Católica representa un peligro para la formación y la moralidad de los infantes.

Refirió que se intenta crear una sociedad forzada y por lo tanto fuera del cause natural y esto no puede sino dejar una deficiencia en la educación. “Las consecuencias que vemos, de mantener una postura políticamente correcta, en ese aspecto, pero totalmente apartada de la naturaleza y del orden moral, va dar pie a que todas las aberraciones en el orden sexuales puedan ser legitimadas, gracias a que no es tanto la naturaleza humana ni la voluntad de Dios, ni aún la voluntad social (de una sociedad sana) la que la rige tales propuestas, sino que son una línea ideológica anticristiana y anti familia”.

Añadió que si desaparece como propio el concepto esencial del matrimonio que es un hombre y una mujer, pues va a desaparecer toda la imitación entre los que puedan contraer matrimonio. “Ya sea un hombre y otro hombre, una mujer y otra mujer, un hombre una niña, una persona con un perro o simplemente todo lo que la perversión humana reclama, entonces la misma finalidad de fidelidad y monogamia va a quedar suprimido y aquí llega consiguientemente el daño a los hijos a la prole y a su derecho de ser educado y criado de manera adecuada”.