Destacada

“Suma de Valor”, inyectan actitud y esperanza

Por Gabriel Rigo Gutiérrez

Ya son cuatro años desde que Don Armando Gómez libró su batalla contra el cáncer y desde entonces emprendió una nueva misión: la orientar y motivar a los pacientes que padecen esta desgastante enfermedad.

Con la autorización de médicos y en colaboración de enfermeros del área de Oncología del IMSS de la Juárez, Armando acude semana tras semana para entablar una charla en corto con pacientes que acuden a tratamiento de quimioterapia.

En este tiempo, recuerda, en la blanca sala de quimioterapia del Seguro, ha dado su testimonio y ha compartido con cientos de damas, hombres, de todas las edades que, sin distinción han sido afectados con un tipo de cáncer. Ahora son sus amigos.

El “Beto Coyote” estuvo presente en el convivo del año pasado.

La labor altruista de Armando la hace a través de una agrupación que llamó “Suma de Valor”, que prácticamente es un instrumento para avivar llama de la esperanza, inyectando una actitud positiva en los pacientes. Ningún medicamento tiene esos componentes.

“Nosotros lo que hacemos es motivarlos, hablamos de tener mejor actitud, el que sigan llevando una vida normal, que atiendan las indicaciones de los médicos y que aprendan a ser agradecidos, dar gracias a Dios”, indica.

En este último aspecto, anota Armando, pocas veces nos damos cuenta de todo lo que tenemos y hay que tener el valor de ser agradecidos, aún en la enfermedad ser agradecidos.

Diariamente son cuarenta las personas que atienden en la sala de quimioterapias, veinte en la mañana y otros veinte en la tarde —por lo regular siempre hay caras nuevas—. Enfermeros y médicos bajo la coordinación del doctor Eduardo Urquieta Hernández.

La “súper banda” amenizó el festejo con los pacientes de cáncer.

Desde que nació “Suma de Valor”, recuerda, a mediados de diciembre organizan una “Posada” con los pacientes. Hace dos años invitaron a este convivio a una dama que se resistía a ponerse la quimio, ella decía que con el tratamiento empeoraría y creía que se iba morir. Estuvo en el festejo de fin de año y ahí escuchó testimonios de otras personas. Al final le dijo a Armando: “el cáncer no me va ganar”.

Tras un año de someterse al tratamiento y operación, la mujer fue invitada a la posada y ahí llevó sus resultados. “Mira, la señora que no quería ponerse la quimio: ¡limpia!”, les dijo a los asistentes.

Este año, adelanta, están planeando nuevamente la posada para el 11 de diciembre y buscan el respaldo económico o voluntarios que quieran sumarse. El año pasado contaron con 80 asistentes y esperan sea una cantidad similar.