Viviendo en Calcuta

En la Colonia Modelo, los ladrones lo mismo desvalijan un vehículo, que violan la privacidad de un hogar, robando impunemente no solo bienes personales, sino algo mucho más valioso: la paz y la tranquilidad de nuestras familias

Por Franco Becerra

En México hemos tenido arquitectos ejemplares, uno de ellos es el Arq. Félix Candela, exiliado español que por efectos de la dictadura franquista hizo su carrera en nuestro país.

Candela es famoso por ser el creador de los “cascarones de concreto”, innovador  sistema constructivo presente en obras de belleza sublime como la Iglesia de La Medalla Milagrosa en la colonia Vertiz-Narvarte y el imponente Palacio de los Deportes construido con motivo de los XIX Juegos Olímpicos de la Ciudad de México en 1968.

El Arq. Félix Candela era un hombre profundamente analítico que enfrentaba los problemas con una sapiencia asombrosa, es por ello que acudo a su pensamiento: “Creo que una de las cualidades más interesantes de la inteligencia humana es la habilidad para poner en claro un tema, para simplificarlo.

Cuando nos enfrentamos a un problema, debe descartarse todo lo que se considera innecesario y superfluo, para quedarse solo con lo esencial, cuando se puede ver la esencia, todo se vuelve fácil”.

Hoy intentaré plantear un problema con la claridad del Arq. Candela: en la Colonia Modelo, comunidad enclavada en el corazón de la ciudad de Hermosillo, sufrimos actualmente una oleada incontenible de robos.

Los ladrones lo mismo desvalijan un vehículo, que violan la privacidad de un hogar, robando impunemente no solo bienes personales, sino algo mucho más valioso: la paz y la tranquilidad de nuestras familias.

El tema de la inseguridad en nuestra pequeña patria, es motivo de preocupación entre los vecinos del hasta hace poco un lugar seguro y pacífico.

Los ladrones no se agazapan en las sombras para perpetrar sus latrocinios, lo hacen  a plena luz del día, prueba de ello son los robos que han sufrido los vecinos del parque “Guaymitas” en las últimas semanas.

Una vez más como ha sido en las últimas semanas, las oficinas del SUTERM Sección 220, ubicadas en la avenida Israel González han sido saqueadas: primero fueron las cámaras de vigilancia y el viernes pasado sus aparatos de refrigeración.

Los vecinos de la colonia Modelo, no tenemos la menor duda del lugar donde se refugian estos ladrones: a tan solo una cuadra de distancia de la Iglesia de Santa Eduwiges, en una casa abandonada de la calle Michoacán entre las avenidas Garmendia y Gral. Yáñez.

Y lo sabemos, porque los propios trabajadores del SUTERM, la mañana siguiente del latrocinio, acudieron a esa caverna de malvivientes para recuperar sus aparatos.

Hoy, a nombre de numerosas familias de la colonia Modelo solicito atención a este problema.

Y si usted me pregunta cómo han respondido las autoridades policiacas se lo diré: se escudan en estar impedidos para detener a los ladrones porque no los encuentran en flagrancia, esto es: en el acto mismo de cometer el robo.

Ante esta desalentadora respuesta de las fuerzas policiacas de Hermosillo, los vecinos hemos optado por contratar alarmas, plantar cercos de púas, colocar candados y rogar a todos los santos para que no nos vuelvan a robar.

Por increíble que parezca, en Hermosillo pagamos impuestos como si viviéramos en Londres… para vivir como en Calcuta.

*Colaboración especial.