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Vórtice | Servidores de la nación

Se hablaba de 20 mil “voluntarios” que, ya se sabe, con chaleco y gorra y bajo el nombre de Servidores de la Nación, recorren el país para elaborar un nuevo padrón de beneficiarios de programas sociales

Por Dr. Jorge Ballesteros

La Unidad técnica de lo contencioso electoral del Instituto Nacional Electoral, emplazó al presidente López Obrador, a la Secretaria del Bienestar, a María Luisa Albores y a Gabriel García, coordinador de los delegados del gobierno federal a responder a responder a las acusaciones de irregularidades en materia de propaganda gubernamental.

Están denunciando a López Obrador por uso ilícito de recursos públicos para la promoción personalizada del Ejecutivo federal y a su vez se denuncia también a 18 mil personas conocidos como los servidores de la nación.

Es decir toda la 4T, todo el sistema, todo el gobierno están haciendo promoción con recursos públicos, están promocionando su propia imagen, todo esto para fomentar, para generar un capital electoral para el 2021.

Este acto vulnera el artículo 134 de la Constitución el cual establece que toda propaganda gubernamental debe de tener carácter institucional y prohíbe que contenga nombres, imágenes voces o símbolos que signifiquen promoción personalizada de cualquier servidor público.

El tema electoral es lo único que le importa a López Obrador al 100 por ciento, no importando violar la ley o las instituciones. Sus escasos actos de gobierno los hace con repugnancia, lo suyo es ser candidato no gobernador y lo que ansía es la agitación en las plazas públicas, el bloqueo de calles y plazas, o la toma de pozos petroleros. Eso es lo que lo hace sentirse vivo, es lo que entiende; lo demás, como ser presidente, asistir a reuniones internacionales, manejar la economía del país, no le halla, no tiene cabeza para eso, no es lo suyo definitivamente.

La diatriba, el enfrentamiento, la broma procaz, la bravuconería, el ponerle apodos a sus enemigos (todos los que no piensan como él), ahí López, se mueve como un pejelagarto en la ciénaga y aprovecha “Las mañaneras” para promocionarse a nivel nacional y en las cuales instiga odio hacia los que se le oponen, a los que llama conservadores o neoliberales, rompe el entramado social a través de la lucha de clases.

En sus giras, que es a lo que se dedica casi de tiempo completo, habla con los líderes de Morena locales para que le den un informe de cómo se va implantando el partido y dónde hay alertas que tienen que atenderse, y a regalar migajas o limosnas a los pedigüeños y a la gente necesitada que lo esperan ansioso por su torta, su refresco y la dádiva económica, todo con el fin de ganar su voto para las elecciones del 2021. 

En Palacio Nacional, una de las tres personas más influyentes en López Obrador es Gabriel García Hernández, el coordinador de los delegados federales, quien es el cerebro de este plan. García Hernández es quien maneja a este ejército de servidores de la nación y es quien define dónde se aplicarán los programas sociales, seleccionados por valor electoral.

García Hernández fue secretario de Organización de Morena en las elecciones Morena y constructor de los 60 mil comités territoriales-seccionales de ese partido que operaron para AMLO en la pasada campaña presidencial. Desde ahí consolidó una red de operadores y parte de los mismos fueron sumados al levantamiento del Censo del Bienestar, constituyendo los que se llaman Servidores de la Nación.

Aún más, García Hernández fue el apoderado legal de la asociación civil “Honestidad Valiente”, que recolectó los fondos en la campaña presidencial de su líder en las elecciones de 2006.

Se hablaba de 20 mil “voluntarios” que, ya se sabe, con chaleco y gorra y bajo el nombre de Servidores de la Nación, recorren el país para elaborar un nuevo padrón de beneficiarios de programas sociales.

En lo que podría constituir una acción violatoria de la ley, los funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Social le habrían entregado a García Hernández el padrón único de beneficiarios del gobierno, que contiene 32 millones de registros. Dicho de otra forma, los datos de millones de personas habrían sido puestos por Eviel Pérez Magaña, responsable de Sedesol, en el sexenio anterior, en manos de “voluntarios”, que no tendrían que haberlos recibido pues no pueden garantizar que serán usados en estricto apego de la ley federal de protección de datos personales.

Pérez Magaña habría autorizado también, que se adquirieran y entregaran 10 mil tabletas para el Censo del Bienestar (García Hernández había pedido 20 mil, pero la Sedesol sólo pudo maniobrar para adquirir la mitad de esa cifra).

Estos Servidores de la Nación apoyan la organización de asistentes a los actos del presidente Andrés Manuel López Obrador, en los cuales lanzan porras al mandatario y en algunas ocasiones han sido captados lanzando consignas y ofensas a los gobernadores de oposición, de acuerdo con El Universal. O sea también la hacen de acarreados para hacer más número en los mítines y otras veces se comportan como porras y porros de López Obrador, son las focas aplaudidoras, pues.

El gobierno de México destinó mil 808 millones de pesos para su nómina este año y, de acuerdo con el portal de la Secretaría de la Función Pública (SFP) Nómina Transparente, tiene inscritos a 17 mil 66 “servidores de la Nación” (Grupo Fórmula).

Son 8 mil 173.60 pesos al mes lo que se les otorga a 16 mil 804 personas para que realicen los censos de los programas sociales, los cuales comenzaron a inicios del gobierno.

Dentro del equipo de “servidores de la nación” destacan 259 coordinadores que reciben 51 mil 87.36 pesos al mes, lo que implica una erogación anual de 158 millones 778 mil 514.88 pesos, más un millón 51 mil 459.20 pesos al año para tres subcoordinadores, que ganan 29 mil 207.20 pesos.

García Hernández utiliza la Oficialía Mayor de la Secretaría de Agricultura desde donde también se adjudican apoyos. Así como el Servicio Postal Mexicano (Sepomex) y Telecomm, para y utilizarlos como brazos logísticos en la entrega de apoyos.

El diseño es llevar el clientelismo a un nivel superior y más sofisticado, con apoyos estratégicamente dirigidos, donde toda la estructura piramidal tiene como cabeza de playa a los “servidores de la nación”, las brigadas desplegadas en el país para que conjuntamente de los trabajos que realizan, como el Censo del Bienestar o la entrega de programas sociales, reclutan cuadros para Morena.

El gobierno está montado sobre ese plan y espera cosechar una copiosa votación para 2021 y así poder consolidar su dictadura bolivariana. Si no sucede algo extraordinario en el país, que Dios no agarre confesados, pues habrá Morena para rato y López Obrador para siempre.