¿Y dónde quedó la maleta?

La defensa de Ángel de María Soto Zárate, la maestra veracruzana a la que las autoridades le achacaron una maleta que contenía 10 kilos de cocaína, buscan el equipaje de la joven para demostrar su inocencia ante el juez de Distrito, ante quien fue consignada.

Una amiga de Soto Zárate, con quien viajaba y que sí pudo llegar a Brasil, en donde la joven pretendía participar en la Jornada Mundial de Juventud con el Papa Francisco, ha hecho el rastreo del equipaje en el país sudamericano y en México se ha insistido en la reclamación con la aerolínea en la que voló.

«No la hemos localizado, estamos tratando de seguirle la pista, muchas personas están ayudándonos», indicó ayer José Vite Carballo, miembro de la Comunidad Incienso de Dios (CID), a la que también pertenece Soto Zárate.
El equipaje que la maestra documentó el 11 de julio al salir del aeropuerto capitalino con destino a Brasil y con escala en Lima, Perú, aseguró Vite Carballo, era una mochila de viaje de las que se cargan en la espalda y no una maleta como en la que se encontró la droga.

«Era una mochila de estas backpack, que le llaman, de espalda, y bueno, pues la maleta que le estaban queriendo entregar era una especie de maletín, nada que ver», indicó en entrevista telefónica.

Soto Zárate, de 23 años de edad y quien es maestra de pre escolar, recordó Vite Carballo, emprendió el jueves pasado un vuelo a través de LAN con destino a Brasil, sin embargo, al llegar a Lima se percató que ya no llevaba su pasaporte consigo, ignorando si éste lo extravío o le fue robado.

Al no contar con el documento, dijo, fue asistida por el personal del Consulado mexicano en la capital peruana, quien le expidió un pasaporte provisional pero le recomendaron no continuar su viaje sino regresar mejor al País.

«Al transbordar le piden su pasaporte y no lo encuentran, entonces la remiten al Consulado mexicano, le dan un pasaporte exprés, pero le recomiendan no continuar el viaje porque pudiera tener dificultades, ahí mismo le recomendaron que preferentemente se regresara para evitar algún problema, entonces, se regresa a México», señaló.

Antes de partir de Lima, donde estuvo varada un día, indicó Vite Carballo, la joven hizo la reclamación de su equipaje y el personal de la aerolínea le entregó un número de guía y le dijo que con él podría recoger su maleta al llegar a la Ciudad de México.

«El sábado, ya en el aeropuerto, llega, busca su maleta, no la encuentra y ella hace el reclamo de su maleta porque no la encuentra. Cuando hace el reclamo de la maleta, pues obviamente tenía que entregar el ticket de la maleta que estaba reclamando y le dicen: ‘Oiga, pero su maleta aquí está’. ‘Ella dice: ésa no es mi maleta’. Nunca la aceptó, ni la reconoció ni la tocó.

«Entonces, después de que dice esa no es mi maleta, vienen los agentes y la detienen: ‘Pues esa es su maleta y está detenida porque tiene sustancia que aparentemente se presume que es ilegal'», narró Vite Carballo.

En un primer momento, dijo el amigo de la joven, el agente del Ministerio Público de la Procuraduría General de la República (PGR) manejó el asunto considerando que se trataba de una confusión y solicitó información a la aerolínea para conocer los detalles del vuelo de Soto Zárate.

«Sabemos que sí se solicitó información, pero no sabemos el resultado, no sabemos si se consiguió, solamente nos dijeron que lo estaban haciendo, pues estaban solicitando la investigación a la aerolínea para saber qué había pasado con la maleta», indicó.

Al final, unas horas antes de que se venciera el plazo para que el Ministerio Público resolviera la situación de Soto Zárate, a quien había determinado mantenerla retenida, le notificó que le tomaría su declaración y posteriormente resolvió consignarla.

«A todas luces para nosotros es una injusticia y bueno queremos que Ángel de María esté aquí, con nosotros», indicó.

REFORMA